BELLEZA

Los entresijos detrás de la transformación física de Lily James en Pamela Anderson

Una rutina fitness de cinco meses, protésis en cara y dientes, pelucas... y una labor de maquillaje de cuatro horas al día para meter en la piel de la despampanante 'vigilante de la playa' a la actriz británica

Lily James caracterizada como Pamela Anderson © Hulu
Marta Benayas Álamos

Marta Benayas Álamos

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Si hace apenas unas semanas se estrenaba el reality de Georgina Rodríguez en el que detallaba cómo era su lujosa vida cotidiana, ahora la serie que recrea las andanzas de Pamela Anderson en la década de los noventa, , parece que va a dar mucho que hablar. Al margen del modo en el que se narran en la trama las polémicas que han rodeado su vida, lo que más ha impactado ha sido la transformación a la que se ha visto sometida Lily James , cuyo parecido con la ‘exvigilante de la playa’ es asombroso. El proceso ha implicado cambios a nivel físico durante más de cinco meses mientras que cada día de rodaje se invertían alrededor de cuatro horas de trabajo en peluquería y maquillaje.

A sabiendas de que a primera vista las similitudes entre la actriz británica y la californiana son bien escasas dicho procedimiento se convirtió en un reto tanto para su entrenador personal, Matt Bevan , como el equipo de caracterización entre los que destacan el ganador de dos premios Emmy, Barry Lee , encargado del pelo; David Williams , director de maquillaje y Jason Collins , creador de maquillaje de prótesis y efectos especiales.

Fotograma de la serie © Hulu

En este tipo de proyectos el reto consiste en que el personaje caracterizado se vea natural y no como una caricatura del original, y tal y como ha explicado a diversos medios americanos la actriz, intentó ponerse en contacto con Anderson para que su interpretación fuese más realista. Pero ante su falta de respuesta tuvo que realizar ella misma un exhaustivo estudio analizando sus videos, fotos y entrevistas de aquellos años y que le ayudó a aprender cómo se movía, gesticulaba y pronunciaba.

«Fue maravilloso sentirme así en mi propio cuerpo. Sin embargo, fue realmente difícil, aunque gratificante», explicó en una entrevista a Entertainment Weekly. «Estaba en la silla de maquillaje a las 3:30 a.m. y había un proceso de cuatro horas para lograr el look de Pamela. Ojos, peluca, dientes, hubo todo un proceso en el que exploramos toneladas de prótesis diferentes», señaló.

A la izquierda, la actriz sin caracterizar; a la derecha, transformada en Pamela Anderson © Gtres / Hulu

Primero, el entrenamiento

Su ‘personal trainer’ Matt Bevan publicó una imagen en Instagram en la que explicaba lo implicada que estaba la actriz con su rutina de ejercicios. «Su compromiso con su oficio y con hacer cambios positivos en su salud es inspirador y sé que alentará a más personas a llevar un estilo de vida más saludable. Entrenamos mientras ella trabajaba en otros proyectos, a veces tarde en la noche después de 17 horas al día, a menudo a las 5:30 am y siempre en línea, pero su compromiso siempre fue del 100%».

Según ha contado, la mayoría de estas rutinas las realizó desde casa, por lo que se vieron obligados a utilizar equipación sencilla como mancuernas, bandas de resistencia y discos deslizantes . Las hacía cuatro veces a la semana y alternaba entrenamientos de fuerza global con circuitos (donde las sentadillas y sus variantes se convirtieron en uno de sus favoritos) y cardio con tablas de HIIT. También explicó que le hizo una dieta a medida para que perdiese algo de peso en la que eliminó los azúcares y donde aumentó la ingesta de agua a tres o cuatro litros al día.

Segundo, las prótesis

Una vez que su cuerpo totalmente tonificado se asemejaba más al de Anderson, tocaba el turno a las prótesis. En el pecho llegaron a utilizar hasta 150 pares diferentes , mientras que la cara era la otra parte que necesitaba una intensa labor. Jason Collins, explicó en sus redes sociales que le pusieron otra que le ocupaba la frente completa (ya que la de Lily era más pequeña que la de Pamela y necesitaban ampliarla un centímetro) y que además le tapaba las cejas dado que la actriz las tiene muy pobladas, y así podían dibujar unas similares a las de Anderson, muy finas y marcadas, encima.

Cada día tardaban cuatro horas en caracterizarla © Hulu

«Una vez que hicimos eso, realmente nos dimos cuenta de que eso nos daba mucho del parecido que necesitábamos», contó. También le pusieron carillas en los dientes que además empujaban sus labios y los hacían ligeramente más voluminosos. Además, añadieron los tatuajes y distintas marcas de nacimiento.

Tercer paso, el pelo y maquillaje

Barry Lee Moe, el jefe de peluquería, realizó tres pelucas y al enterarse de que Anderson en aquella época se teñía el pelo en casa con tintes de farmacia , decidió emplear los mismos productos para conseguir un resultado similar (llegando a colorear cada una hasta en cuatro ocasiones para dar con el tono exacto). También se basó en las técnicas de moldeado que se usaban en los noventa como rulos calientes, velcros y bigudíes para que se viese más auténtico. A la hora de lograr su peinado, se aventuró a explicarlo en una publicación de Instagram en la que contó que antes de secar el pelo, empleaba un spray texturizante y que después procedía a realizar las ondas con la plancha. Mientras las iba haciendo añadía más spray a la vez que las peinaba para conseguir ese efecto ‘roto’ en el pelo.

En cuanto al maquillaje, David Williams declaró que se mantuvieron muy fieles a la época, recuperando los tonos ladrillo, marrones y vino, tan populares en los looks de la modelo aquellos años.

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