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Edificio España, en la Plaza de España, vacío desde hace años - IGNACIO GIL

Wanda vende el Edificio España y lo deja en manos de un grupo «especulador»

El sector apunta que Baraka podría revender el rascacielos en breve o enajenarlo «por partes», tras pagar 265 millones

MADRID Actualizado: Guardar
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El culebrón del Edificio España firmó ayer otro capítulo, pero no el «último». Al menos, esa es la «sensación» que el acuerdo de venta con el que amaneció ayer Madrid ha generado en parte del sector inmobiliario. Una operación, con el sello del holding del polémico empresario Trinitario Casanova Grupo Baraka–, que genera «incertidumbre» por el modus operandi que caracteriza a sus operaciones: «cazar gangas, especular con su precio y desprenderse rápidamente de ellas». Así lo explican a ABC, expertos en la materia que definen el carácter de este promotor como «oportunista» y apuntan a que podría revender el rascacielos en breve o enajenarlo por partes.

La transacción se materializará a la vuelta del verano y pondrá punto final al fallido proyecto chino que Wanda tenía para este icónico rascacielos. El magnate Wang Jianlin se desprenderá así de un verdadero quebradero de cabeza –para su compañía y para el Ayuntamiento– por el que pagó al Banco Santander 265 millones de euros en 2014.

Ahora, según fuentes cercanas a la operación, recuperará algo más que ese importe aunque « no lo suficiente para cubrir los gastos» de una aventura que se vio truncada el pasado mes de enero. El «obstáculo insalvable» con el Gobierno de Carmena no fue otro que la imposibilidad de derribar la fachada que prometía volver a reconstruir «ladrillo a ladrillo».

Ni el grupo murciano ni la consultora JLL, encargada de buscar un comprador desde que Wanda rescindió los contratos de asistencia técnica con el estudio de arquitectura Carlos Lamela, han querido confirmar la operación. El conglomerado asiático, tras la noticia que avanzó ayer El Mundo, tampoco ha comunicado de manera «formal» la operación, que aún no está cerrada. La filtración de la noticia coincidió precisamente con la última comisión ordinaria de Desarrollo Urbano Sostenible antes del parón vacacional. Su delegado, José Manuel Calvo, informó que, aunque no ha habido contacto con la parte que vende, sí que se han telefoneado ya al comprador. Su intención es reunirse con él «en días».

Tanto el Ayuntamiento como las fuentes del sector consultadas desconocen los planes que el empresario natural de Orihuela tiene para el Edificio España. «Sería muy extraño que tenga por objetivo explotar la propiedad», opinan desde el mundo inmobiliario. Sobre todo, si se analiza el tipo de operaciones con las que el grupo murciano se ha buscado negocio en Madrid. Esta sería la segunda gran operación que protagoniza este año en la capital, tras la venta «relámpago» del número 44 de la Gran Vía. La propiedad, que adquirió a Bankia y que logró «colocar» en apenas unos meses al fondo estadounidense Hines, le proporcionó un pingüe beneficio de 2,6 millones de euros. Al poco tiempo, en abril, se confirmaba otro órdago inmobiliario al hacerse con el control en Valdebebas de unos terrenos con una edificabilidad de 114.000 metros cuadrados. Casanova firmaba así su irrupción en una de las zonas urbanísticas con más proyección de futuro, al quedarse con el control de la sociedad Parque Empresarial del Olivar. Un año antes, se hizo con la sede central de Peugeot en España –situada en la Avenida de los Toreros–. Una compra que también contó con el asesoramiento de JLL y de BNP Paribas Real Estate.

Mismas reglas de juego

Por su parte, el Consistorio dejó claro ayer que las reglas de juego serán las mismas que se impusieron para Wanda. «Haremos todo lo posible para facilitar su remodelación, pero garantizando que se respete la normativa y el interés general», remarcó el edil de Urbanismo.

Calvo señaló que el rascacielos tiene aprobado su uso residencial y hotelero. «Entendemos que el nuevo dueño lo va a respetar», opinó el concejal de Ahora Madrid, a pesar de no saber los planes del empresario. En este sentido, se mostró abierto a no «empezar de cero» el proceso si el comprador subroga el plan del grupo asiático que ya estaba aprobado para la reforma del edificio. «Si el propietario nuevo quisiera mantener el proyecto que define el estudio de detalle presentado por Wanda, tendrá su valoración administrativa y es perfectamente válido. Si se presentara uno alternativo, habría que empezar de nuevo», avanzó. En esta línea, el responsable de Urbanismo ha señalado que competería a la Comunidad de Madrid dar luz verde a un proyecto fuera de esas características.

La oposición en bloque lamentó la «espantada» del magnate chino y los tres grupos coincidieron en la «mala imagen» que Madrid puede generar entre los inversores. «Es la crónica de una marcha anunciada», definió el portavoz popular de Urbanismo, José Luis Martínez-Almeida. «Lo verdaderamente lamentable es que la alcaldesa dijera en marzo que Wanda se quedaba. Supongo que pedirá perdón a los madrileños por esta gestión tan desastrosa», añadió no sin antes remarcar que Ahora Madrid no inspira «ningún tipo de seguridad jurídica» ni «confianza a los inversores».

Por su parte, el PSOE, a través de su portavoz Mercedes Fernández, incidió en que «Wanda se fue hace muchos meses». «Desconocemos el proyecto del nuevo inversor pero mantenemos la misma posición, que es que se respete la totalidad del Edificio España», exigió al Ejecutivo local. Su homólogo en Ciudadanos, Bosco Labrado, criticó «la falta de credibilidad de este Gobierno». «Comisión tras comisión nos han dicho que Wanda se quedaba y que iban a empezar las obras», afirmó. Desde la Comunidad de Madrid, su consejera de Economía, Engracia Hidalgo, confió en que el Ayuntamiento sea capaz «esta vez» de poner fácil las cosas al empresario.

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