Mundial de fútbol para ciegos: «¡Silencio, el balón ya rueda!»

El campeonato se juega, por primera vez en la historia, en la capital y empieza con victoria española

Los jugadores, que sufren ceguera total, se vendan los ojos para jugar en igualdad de condiciones Ángel de Antonio

Carlota Barcala

La competición deportiva más importante de Madrid no estaba ayer en el Bernabéu ni en el Wanda Metropolitano. Tampoco en el Palacio de los Deportes o en la Caja Mágica. El epicentro del fútbol fue el Colegio Sagrado Corazón , en Chamartín. Una semana antes de que el campeonato más importante del año tenga lugar, en el centro educativo se disputa otro mundial: el de fútbol para ciegos , que, por primera vez en su historia, llega a la capital cuando se cumplen 25 años de la constitución de la Federación Española de Deportes para Ciegos.

Por el campo de fútbol-sala pasarán, hasta el 17 de junio, las mejores 16 selecciones del mundo. Una destaca este año: España, país anfitrión y que ha estado cinco veces entre los tres primeros del campeonato. «Un duro rival que batir», exclamaron los aficionados que abarrotaron las gradas, vestidas con la bandera nacional y la tailandesa, selecciones que disputaron el partido inicial.

Del Bosque, en el saque de honor

« ¡Silencio! », se escuchó por megafonía. El balón ya estaba en el césped. Los cascabeles en su interior, colocados por un complejo sistema de cápsulas, empezaron a tintenear después de que Vicente del Bosque hiciese el saque de honor. «Poco a poco vamos dando más visibilidad a estos deportes», comentó el exseleccionador de la selección española de fútbol, que destacó el « ejemplo » que supone para los deportistas competiciones como esta .

El mutismo se hizo el rey de las gradas, al tiempo que se escuchaba el grito de guerra en el campo: «¡Voy!». Es la exclamación que deben utilizar todos los jugadores cuando no tienen el balón contralado para evitar golpes. Los cinco de cada equipo –excepto el portero– sufren una ceguera total pero, además, se les vendan los ojos con un antifaz para que estén en igualdad de condiciones. La concentración es para ellos un aliado indispensable.

El partido inaugural no fue tan sencillo como en un principio se pensaba. Los tailandeses salieron con ganas de victoria. Pero España no se lo puso fácil. Cuando se cumplieron los 20 minutos de la segunda parte, Antonio Martín marcó el primer gol de penalti. Tailandia no se quedó quieta y llegó el tanto de K. Panyawut, que hizo el deleite de los espectadores. Al minuto siguiente, con el partido a punto de finalizar, Adolfo Acosta marcó el definitivo, el gol de la victoria española. 2-1 fue el resultado final .

«Ahora, a pensar en el partido contra Marruecos, intentar ganarlo y pasar a cuartos», dijo Martín, considerado por la FIFA mejor jugador del torneo en otras ocasiones.

España no solo tiene a De Gea bajo los palos, también a Pedro Gutiérrez. «El Niño» ya no es Fernando Torres , ahora se llama Antonio Martín, que también juega de 9. La Roja no es solo el combinado nacional, su nombre ya pertenece –por méritos propios– a estos jugadores que luchan por demostrar su valía y la pasión por este deporte que ya forma parte de sus vidas.

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