¿Hay alguien ahí en agosto...?

El Metro también descansa por vacaciones

El tráfico suburbano registra estos días el mayor descenso de viajeros de todo el año

MADRID Actualizado: Guardar
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La estación de Nuevos Ministerios está estos días más vacía que nunca. Subir y bajar sus escaleras mecánicas no se convierte en el habitual «sálvese quien pueda», ni siquiera en la temida hora punta. Un hombre intenta cubrir con música el silencio que recorre los pasillos. Pero nadie le da limosna. Y es lógico: apenas hay viajeros en el Metro de Madrid. Al menos, si comparamos esta estampa con el tradicional bullicio que, fuera de la época estival, caracteriza al suburbano.

Las cifras, en este sentido, no dejan lugar a dudas: según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en agosto de 2015 solo 29.978.000 viajeros se subieron al metro frente a los 47.477.832 usuarios que, de media, lo cogieron a lo largo del año.

El mes de mayor tráfico bajo tierra fue octubre, con 54.612.000 personas recorriendo los andenes.

«Muchos residentes se han marchado de la ciudad. A esos hay que sumar los niños y adultos que cogen vacaciones –en el colegio o en el trabajo– y pueden prescindir del transporte público en estas fechas», comenta un trabajador del suburbano madrileño. Y añade: «Los turistas se mueven en metro, pero estos visitantes no compensan en número a todos los que se van fuera de Madrid y dejan de utilizar este servicio».

La peor parte, claro está, se la llevan estaciones como la de Ciudad Universitaria (en la línea 6). «Por aquí pasan, sobre todo, jóvenes que se dirigen a la facultad o regresan a casa al salir de clase», comenta Cristina, una chica que durante el curso también se aloja en una residencia de la zona. «Ahora la estación está casi desierta», constata.

La situación, en palabras de Juan –un usuario habitual de la red–, tiene ventajas e inconvenientes a partes iguales: «Lo bueno es que evitas el agobio, los empujones y casi siempre encuentras sitio para sentarte. Lo malo es el aumento de los tiempos de espera: si las personas disminuyen, la frecuencia con la que pasa el metro también». Amanda, su acompañante, le apoya: «El otro día estuve esperando en Cuatro Caminos más de diez minutos».

Trayectos casuales

En lo que va de 2016, el récord de viajeros en la red de Metro de Madrid se lo lleva abril (53.165.000) y, a falta de datos oficiales, parece que la caída de usuarios en verano sea la norma: la cifra desciende en julio y, al llegar agosto, se desploma. «Yo lo he cogido hoy como excepción y solo porque mi perrito está cansado», afirma Laura que, desde el mes pasado, puede viajar con su cachorro siempre que lo haga en el último vagón. Las apariencias no engañan en esta ocasión: cuando Madrid se vacía, su ciudad subterránea también.

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