El concejal de Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, se mete en un coche durante la manifestación de la Policía Municipal
El concejal de Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, se mete en un coche durante la manifestación de la Policía Municipal - EFE
Tribunales

Javier Barbero, de «okupa» a concejal imputado por llamar «fascistas» a sus propios policías

El edil de Seguridad, arremetió contra los agentes municipales que le hicieron un escrache

MADRID Actualizado: Guardar
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El concejal de Seguridad, Emergencias y Salud del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, deberá declarar como investigado (antes imputado) el próximo 25 de abril después de que tildara de «fascistas» a los policías municipales que están a su cargo y que protagonizaron una protesta contra él el pasado 16 de febrero en el centro de la capital. La situación de este edil, proveniente del movimiento «okupa» y que había protagonizado escraches contra el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón y otros políticos del PP, es delicada desde que hiciera estas afirmaciones. Ni siquiera su jefa de filas, Manuela Carmena, pudo hacer una defensa clara de su airada reacción cuando días después le preguntaron al respecto. De hecho, fue el propio Consistorio el que informó ayer de la imputación.

La querella, como adelantó ABC, la interpuso el Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), principal sindicato del Cuerpo en Madrid, que achaca a Barbero un delito de injurias graves a las Fuerzas de Seguridad. La cita será ante el titular del juzgado de Instrucción número 47 de la capital.

Desde que el imputado llegara al cargo el 13 de junio, los «incendios» se han sucedido en el Área municipal que dirige. Barbero se ha propuesto dar un vuelco a la Policía Municipal hasta el punto de desnudarla de atribuciones fundamentales, como las de «antidisturbios». Y ese punto fue fundamentalmente el que provocó la concentración del 16 de febrero. Doscientos agentes se congregaron en la plaza de la Villa, mientras que se celebraba la comisión de Seguridad. Los escoltas del edil le recomendaron que abandonara las dependencias municipales por la puerta trasera, como habían hecho miembros del anterior gobierno local que se habían visto inmersos en situaciones similares. Pero Barbero se negó.

Una provocación

Salió a la calle acompañado del director general del Cuerpo, Andrés Serrano, y con una sonrisa en el rostro. Los manifestantes se lo tomaron como una provocación y le siguieron, hasta el punto de que ambos políticos se refugiaron en un restaurante cercano. Sin embargo, nadie les agredió físicamente; solo fueron objeto de proclamas e insultos. Es decir, de actitudes parecidas a las que el concejal tomaba cuando era él quien se manifestaba y «okupaba» edificios. Finalmente, parapetado tras seis escoltas, abandonó el lugar en su coche oficial.

Pero por la tarde convocó una rueda de prensa, en la que manifestó lo siguiente: «La imagen que ha dado ese grupo pequeño [de policías municipales] a mí, a lo que más se me asociaba, básicamente, es a esos grupos de fascistas que hemos visto en algunas ocasiones; pero insisto en que es un grupo pequeño el que ha hecho ese tipo de expresiones tan deleznables, a mi entender. Pero que son dos cosas distintas. A mí no me gusta la generalización, en casi nada en el ámbito de la vida. Es que yo creo que estos señores no representan a Policía».

Ayer, no se esperaba la dimisión o destitución del polémico edil de Manuela Carmena. El código ético de Ahora Madrid, el partido que sustenta el Gobierno municipal, establece que solo cesarán en su cargo aquellos que sean imputados por delitos contra los derechos humanos. Rita Maestre, la portavoz municipal, está condenada (aunque ha recurrido el fallo) por asaltar una capilla universitaria y quedarse en sostén ante el altar, pero sigue aferrada a su sillón y su sueldo.

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