Varios niños juegan con unas pompas de jabón, el pasado sábado, en la Plaza Mayor
Varios niños juegan con unas pompas de jabón, el pasado sábado, en la Plaza Mayor - ÓSCAR DEL POZO

IV Centenario de la Plaza Mayor: un cumpleaños sin actos programados

El Ayuntamiento sigue sin fijar una agenda de actos para conmemorar un espacio histórico, que dentro de una semana cumplirá 400 años

Madrid Actualizado: Guardar
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A falta de una semana para arrancar el IV Centenario de la Plaza Mayor, los actos de celebración continúan en el alambre. Si el retraso en la elaboración del programa es una realidad evidente, no parece ser menos la preocupación desatada a raíz de los presupuestos. Las discrepancias entre el PSOE y Ahora Madrid pueden provocar la suspensión de los fondos previstos, hecho que, además de imposibilitar la conmemoración, frenaría en seco cualquier posibilidad de convertir la plaza en un foco cultural que ponga fin a la situación de degradación que sufre en la actualidad.

La suciedad, la delincuencia a pequeña escala o la mendicidad son solo algunos de los problemas que han transformado el corazón del Madrid de los Austrias en un emblema en devaluación.

Es por ello que en junio del año pasado, un nutrido grupo de empresarios, comerciantes y hosteleros de la zona crearon la Asociación de Amigos del IV Centenario de la Plaza Mayor. Su objetivo no es otro que aprovechar las obras de remodelación, acometidas entre 2015 y parte de 2016, como un trampolín para dar impulso al espacio. «Desde el inicio venimos trasladando propuestas al Gobierno de Carmena, insistiendo siempre en que es imprescindible apoyar o hacer algo de renombre de cara a 2017», explica José Antonio Aparicio, portavoz de la asociación.

Con la idea en la mano, no tardaron en recibir numerosos apoyos de escritores, editores, músicos, pintores y otros artistas, que consideran la Plaza Mayor una plataforma para poder desarrollar propuestas culturales de calidad. «El objetivo es instaurar una agenda permanente, ya sea mediante fechas señaladas o a través de pequeñas actividades culturales que puedan ser desarrolladas a bajo coste», señalan, con la esperanza de que «cualquier día, y casi a cualquier hora, pueda tener lugar un evento en la plaza que anime a los ciudadanos a acercarse».

Pese a las reiteradas peticiones, el plan no cuajaría hasta mediados de 2016 cuando el Ayuntamiento establece la Comisión del IV Centenario de la Plaza Mayor, un organismo en la que la Asociación de Amigos está presente con dos vocales. Con el tiempo casi encima, se presenta en octubre un primer borrador con tres ejes de celebración: una mejora del espacio urbano; una reordenación de los usos, con el pretexto de impulsar la actividad económica; y un extenso programa de actividades, con el sueño de un fin de fiesta con Plácido Domingo como protagonista.

Dos millones en el aire

Sin embargo, dos meses después de aquello los preparativos aún siguen en el aire. «La planificación empezó muy tarde y a las puertas del centenario, apenas se ha concretado nada», resume el portavoz. Aunque hay presentadas más de cien propuestas, de las cuales «el 60 por ciento son suyas», nadie en la asociación está convencido de que vayan a salir adelante. La posibilidad de que el presupuesto municipal de 2017 no sea aprobado, pone en riesgo la partida de dos millones de euros destinada a la celebración. «En tal caso, quedarían prorrogados y habría que esperar a la formulación de otros nuevos. Ahora bien, ¿cuándo llegarían?», cuestiona.

Más allá de una salvación «in extremis», el retraso parece no tener solución. En caso de superar el escollo presupuestario, el Ayuntamiento prevé arrancar el inicio de los festejos con la llegada del Carnaval, en la última semana de febrero. Dos meses desperdiciados que han levantado la voz de alarma. «Pensamos que la Navidad tendría que haber sido el punto de partida, pero la realidad ha resultado todo lo contrario. Salvo el «vídeo mapping» que se hizo en noviembre y el encendido de la iluminación, el resto de actos programados son bastante pobres», sostiene Aparicio, poniendo el acento en que la programación cultural del Consistorio en Navidad está motivada «por razones ideológicas».

En pleno tiempo de descuento, la pelota descansa en el tejado de Carmena. Dentro del abanico de ocio presentado a la alcaldesa, hay espacio para talleres de baile, literarios, mercados de artesanía, intercambios de libros antiguos, obras de teatro, baile o ferias de miniaturas. Además de potenciar los mercadillos actuales y renovar el espectro cultural, está prevista la organización de rutas escolares que tengan por objetivo la divulgación de la historia de la plaza. Y un proyecto estrella: emitir un gran espectáculo audiovisual en las fachadas, que ponga de manifiesto los grandes hitos históricos allí ocurridos.

Un proyecto de tres años

Pero la cosa no acaba ahí. Dado que, desde el encargo de Felipe III para la finalización de las obras hasta la inauguración pasaron tres años, el deseo de la Asociación de Amigos del IV Centenario es extender las celebraciones hasta 2019. Paradójicamente, este punto «es casi el único que se ha oficializado», afirman, después de que el Ministerio de Comercio planteara en la comisión la posibilidad de alargar el período previsto y definirlo como un evento de excepcional singularidad, «que pudiera ir en la ley de acompañamiento de los presupuestos». El propósito es lograr que el centenario sea catalogado de especial interés para que las aportaciones privadas o patrocinios tengan deducciones fiscales, «lo que generaría mayor repercusión».

Cuatro puertas principales, cuatro orientaciones, cuatro estaciones y cuatro siglos de historia. Son los ejes fundamentales de un programa al filo de una demora anunciada. «A través de nuestra página de Facebook o en la caseta 46 del mercadillo, todo el que quiera puede informarse del proceso o exponer sus ideas. Pero no queremos lanzar falsas expectativas por si al final no salen», sentencian desde la iniciativa, conscientes de que su función está limitada por la acción municipal. «En cierto modo estamos realizando un trabajo desinteresado que realmente debería haber hecho el Ayuntamiento. Pero por intentar mejorar la plaza y que sus 10.000 visitantes diarios estén orgullosos, seguiremos trabajando. Casi por amor al arte».

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