Primer paso para un pacto contra la violencia machista

Los dos asesinatos machistas del pasado fin de semana en Galicia han alertado a la clase política de la necesidad de sumar esfuerzos, al margen de las diferencias ideológicas, para acabar con esta lacra. Ayer, los cuatro portavoces de los partidos que conforman el Parlamento gallego se mostraron partidarios de alcanzar un «gran pacto» contra la violencia de género que sirva para consensuar una serie de medidas encaminadas a promover la igualdad entre hombres y mujeres y para mejorar la protección de quienes denuncian ser víctimas de malos tratos.

La propuesta partió de la portavoz del BNG, Ana Pontón, que alertó de la necesidad de ir «más allá» en la lucha contra el maltrato y asumir que se trata de un problema «que no se soluciona con minutos de silencio ni con lazos en la solapa».

La dirigente nacionalista señaló que «es posible acabar con la violencia machista si realmente se asume como un problema político» y propuso asumir medidas como la revisión del funcionamiento de los actuales protocolos o la puesta en marcha de medidas educativas que promuevan la igualdad en todos los ámbitos.

El resto de portavoces recogieron el guante lanzado por la portavoz del Bloque. «Si el pacto sirve para poner encima de la mesa avances que no se están produciendo, bienvenido sea», aclaró el representante de En Marea en la Cámara autonómica, Luís Villares, que avanzó que todas las iniciativas que presentará su grupo en el último pleno del año tendrán «carácter monográfico» contra la violencia machista. Villares anunció que entre las propuestas que defenderá el partido instrumental está la necesidad de promover medidas que impulsen una «educación en igualdad» que sirva para sentar las bases de una sociedad más igualitaria, así como la elaboración de planes centrados en ayudar a las mujeres que sufren casos de violencia en el rural. «Si ya es difícil vivir este tipo de casos en la Galicia urbana, en el rural está más invisibilizado y hay más dificultades para superarlo», explicó.

El portavoz del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, abogó por hacer «un esfuerzo en todos los ámbitos» para acabar con esta lacra y defendió que la creación de un gran pacto en favor de la igualdad constituye «un esfuerzo civilizador que debe transcender las ideologías políticas». Fernández Leiceaga incidió además en la importancia de reforzar los juzgados especializados en violencia machista para poder dar «una salida adecuada a las denuncias de las víctimas».

El portavoz del PP en el Parlamento, Pedro Puy, se mostró partidario de formar parte de «cualquier iniciativa que contribuya a reducir, eliminar, esta execrable conducta». Con todo, Puy insistió en la necesidad de que las propuestas que se formulen estén basadas en las opiniones de expertos, para promover «medidas que funcionen» y no iniciativas que se dejen llevar por la alarma social creada tras los dos últimos asesinatos producidos.

Disposición judicial

Esta mañana está previsto que pase a disposición judicial en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo el acusado de matar a cuchilladas a Ana María Enjamio. En la tarde de ayer efectivos de la Policía Nacional trasladaron al único sospechoso, César A.O., al domicilio de sus padres, en el barrio vigués de Candeán. Los agentes tratan de buscar pruebas claves para esclarecer el caso, ya que de momento no ha aparecido el arma blanca con la que supuestamente apuñaló a la joven, ni el teléfono de la víctima. Los efectivos policiales trabajan además en la localización y seguimiento por GPS de los móviles, tanto del presunto agresor como de la víctima, para comprobar el recorrido que hicieron cada uno de ellos la noche del crimen.

En el caso del asesinato de Santiago, el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, confirmó que las fuerzas de seguridad continúan buscando al principal sospechoso de la muerte de Elena Marcu, «tanto a nivel nacional como internacional».