Alberto Núñez Feijóo, emocionado durante su discurso, bajo la mirada de Mariano Rajoy
Alberto Núñez Feijóo, emocionado durante su discurso, bajo la mirada de Mariano Rajoy - MIGUEL MUÑIZ

Feijóo, en su toma de posesión: «Aquí está el sueño de un niño de Os Peares que siente el cariño de su gente»

Reivindica la «sensatez» y «estabilidad» gallega para pedir ante Rajoy un nuevo modelo de financiación autonómica

Santiago Actualizado: Guardar
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Alberto Núñez Feijóo tomó este sábado posesión por tercera vez como presidente de la Xunta, y lo hizo exhibiendo su flamante mayoría absoluta, única entre todas las comunidades autónomas. El máximo mandatario gallego aprovechó la ocasión para reivindicar la «estabilidad institucional» que aporta un Gobierno sólido, tras los más de diez meses de bloqueo que vivió España desde las elecciones generales de diciembre. Así, presentó a su región como un ejemplo de «sensatez», de «unidad» y su sociedad como una combinación de respeto a la tradición con capacidad de apertura al exterior.

«Una sociedad descrita como titubeante y ambigua reafirma con democrático empeño una estabilidad basada en mayorías absolutas elocuentes»

«Galicia sabe lo que quiere», concluyó el presidente, para intentar desterrar mitos como el de que los habitantes de esta tierra son «titubeantes y ambiguos», cuando el 25 de septiembre respondieron con «democrático empeño» a las políticas con las que querían ser gobernados los próximos cuatro años.

La bandera de la estabilidad enarbolada por Feijóo sirvió también para presentarse como un servidor leal a España y a Europa, con el compromiso de acometer las reformas necesarias para consolidar la recuperación económica y extenderla a la mayoría de la sociedad. La existencia de un proyecto político con experiencia y cohesionado es, para él, un «requisito esencial» para que el autogobierno avance.

Feijóo, junto a Rajoy, en el acto celebrado en la plaza del Obradoiro
Feijóo, junto a Rajoy, en el acto celebrado en la plaza del Obradoiro - MIGUEL MUÑIZ
«Galicia nunca pedirá más de lo que le corresponde, pero tampoco se podrá conformar con menos»

Según lo explicado por el recién investido presidente, ni la promesa de cooperación con el Gobierno central, ni la relación de «amistad personal» que le une a Mariano Rajoy serán un obstáculo para que Galicia esté presente en los debates clave que ocurran en el conjunto del Estado en los próximos años. En este sentido, la batalla de mayor enjundia será la de la financiación autonómica, por lo que el gallego pidió ante Rajoy un modelo «justo» para todos los ciudadanos españoles. «Galicia no pedirá tener más de lo que le corresponde, pero tampoco puede conformarse con menos», apostilló. En esta trinchera, Feijóo tendrá, con toda certeza, un aliado en su homólogo de Castilla y León. Juan Vicente Herrera, presente en los actos solemnes, ensalzó a su colega como un «referente» para los dirigentes autonómicos y avanzó que ambas comunidades cooperarán para dar respuesta problemáticas comunes como el declive demográfico, las necesidades del sector primario o el propio modelo financiero.

Emotivo acto

Más allá de la pompa de un acto de esta naturaleza, Feijóo dio en más de un momento rienda suelta a la emoción. Tuvo que hacer un par de pausas en su discurso para deshacerse el nudo de la garganta con un trago de agua, en especial cuando recordó a su padre recientemente fallecido como «el recuerdo de un gallego que ya no está», para contraponerlo con «la motivación y la ilusión de un gallego que está por venir», en referencia a su futuro hijo, ante la atenta mirada de su pareja, Eva Cárdenas, también presente en la celebración.

Micaela Feijóo, Eva Cárdenas y Sira Feijóo, hermana, pareja y madre de Feijóo
Micaela Feijóo, Eva Cárdenas y Sira Feijóo, hermana, pareja y madre de Feijóo - EFE

Minutos más tarde, los sentimientos se volvieron a desatar ya en la plaza del Obradoiro. Con menos autoridades y más gente de la calle, Feijóo se dio un modesto baño de masas en un acto con una afluencia menor de la esperada debido a las condiciones meteorológicas. El sonido de las gaitas inundó un solar sembrado de paraguas solo apto para los más acérrimos seguidores, que aguantaron el peor día de lluvia en meses para la capital.

Aquí el presidente recuperó su vertiente más emocional y argumentó la decisión de recuperar este acto suprimido en 2012 debido a la crisis económica en la necesidad de «entregar la presidencia al pueblo». «Aquí está el sueño de un niño de Os Peares que sigue sintiendo el cariño de su familia y de su gente», subrayó. Del mismo modo, y tras calificar al Obradoiro como la «plaza mayor de Galicia, de España y de Europa», aseveró que Galicia «ya no es la tierra en la que acababa el mundo. No es un final, sino un Pórtico de entrada a la libertad».

Previsiblemente, durante la mañana de este domingo Núñez Feijóo dará a conocer a las personas que conforman su nuevo Ejecutivo. Aunque todos los indicios ofrecidos por el presidente apuntan a un Gobierno continuista tanto en las áreas como en las figuras que las lideren, tampoco se descarta que se produzcan ajustes en alguna de las carteras autonómicas.

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