El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante su intervención al comienzo del pleno
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante su intervención al comienzo del pleno - EFE
PARLAMENTO

Feijóo reprocha a la oposición que «no representa a la Galicia que avanza»

La precampaña marca la última sesión de control parlamentario al presidente de la Xunta

Santiago Actualizado: Guardar
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Las preguntas de los grupos socialista, de la izquierda rupturista y mixta sirvieron a Alberto Núñez Feijóo para llevar la precampaña a la última sesión de control parlamentario a su gestión. El PSOE inquirió por la sanidad pública, y el presidente gallego sacó pecho por sus políticas sociales; AGE lo hizo por la crisis demográfica y económica, y a Feijóo le valió para presumir de los datos de desempleo y la recuperación de los sectores productivos. Y como apostilla, mensajes en clave electoral contra una oposición a la que acusó de «querer que fuéramos a peor» y «no representar a la Galicia que avanza». «Hoy hay más oportunidades a pesar y con el pesar de la oposición», sentenció.

Según Núñez Feijóo, «cuando llegué en 2009 había 209.000 parados y ahora 207.000», el bipartito «tuvo 50.000 parados más en su último año» mientras que el actual alcanza una cifra interanual «de 21.000 menos»; «entonces se destruían 47.000 afiliaciones a la Seguridad Social al año, y ahora hay 14.000 afiliados más anualmente».

No convenció, en la línea de toda la legislatura, a la bancada de la izquierda rupturista. Antón Sánhez reprochó al presidente gallego que «sus políticas no dan condiciones de vida dignas a la gente y sobre todo a los jóvenes», derivando en «un fracaso para transformar este país». «Este país necesita un cambio profundo que usted no puede dar, y apostaremos por echarlo democráticamente», afirmó.

«No le mienta a los gallegos», replicó el mandatario gallego, «hoy hay menos paro, más crecimiento económico, más producción industrial, más innovación, más oportunidades, más servicios públicos y menos impuestos» que cuando el PP accedió a la Xunta en 2009. Feijóo defendió que «si no tuviera convicción de ser útil a mi país, no me presentaría», y retó a Sánchez «a valorar si fue útil» para Galicia durante este mandato. «Les gustaría que fuéramos peor, y eso lo lamento», añadió, «estuve en las duras, y si los gallegos quieren, me quedo en las maduras».

Feijóo hurga en la crisis del PSdeG

La portavoz socialista Patricia Vilán utilizó tópicos varios del discurso de la izquierda sobre la sanidad pública para tachar a Feijóo de «beneficiar a las empresas privadas» y ser «incompetente e ineficiente» en la gestión de este servicio. Imputó al presidente de la Xunta desde la desatención de las mujeres «que tienen que abortar y deben viajar a Madrid para ejercer sus derechos», a «la muerte de varias personas por hepatitis C» o la falta de triple vacuna para niños «por el desabastecimiento de su gobierno», pasando por «dejarnos como herencia una severa hipoteca» a los ejecutivos futuros. Además, afeó que, estando en la oposición, Feijóo afeara la existencia de listas de espera al bipartito y ahora «las tenga que gestionar la Valedora do Pobo». Un poco más allá, lo acusó de haber privatizado el hospital público de Vigo -que el bipartito sólo presentó en maquetas- para beneficiar a empresas vinculadas a cargos del PP, y dejar como legado de sus nueve años al frente del Insalud que su sucesor «tuviese que cerrarlo».

«No pensaba que fuera capaz de superarse, pero se supera», respondió un serio Feijóo, «me siento más cómodo haciendo balance de mis siete años de gestión que usted de su único mes de portavoz parlamentaria socialista», después de que sus propios compañeros pidieran su dimisión la pasada semana. «No aportaron nada a la sanidad pública salvo las mentiras que acaba de decir», y avanzó que los datos de listas de espera en el Sergas de este primer semestre «serán los mejores desde que hay registro».

Por último, la diputad del grupo mixto Consuelo Martínez preguntó por las políticas autonómicas para atajar el incremento de suicidios en la comunidad vinculados a la crisis económica. «El suyo es un gobierno indolente que juega con la vida de las personas», «que no hizo nada ni piensa hacerlo porque niega la realidad», reprobó. Feijóo evitó la confrontación y apeló a las recomendaciones de la OMS para abordar las cifras de suicidios y su posterior comentario. Visiblemente molesto, preguntó a la diputada «si intenta relacionar a un gobierno con la tasa de suicidios de un país» manejando datos «de forma deslavazada».

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