Caamaño culpa a la dirección gallega de la «fractura» que sufre el partido

Francisco Caamaño irrumpió ayer en la recta final de las primarias socialistas con el fin de dar el último empujón a la candidatura «de unidad y renovación que presenta José Luis Méndez Romeu». Todo sucedió por la mañana en el Hostal de los Reyes Católicos, tras un almuerzo con los líderes de UGT y CC.OO. El exministro de Zapatero no recurrió a su condición de notable, sino a su naturaleza de «militante socialista» para decantarse por uno de los bandos del PSdeG. El propio «militante» estableció la distinción entre la «foto» de la candidatura de Méndez que componen diputados, alcaldes, militantes anónimos «con capacidad» de «encuentro entre las diversas sensibilidades socialistas», a través de un «proyecto de futuro», y la foto de Xaquín Fernández Leiceaga

, cuya «mayoría de apoyos responde a un conjunto de personas que llevaron al Partido Socialista a la situación en la que se encuentra, un conjunto de personas incapaces de hacer un proyecto creativo, ilusionante para esta sociedad y, sobre todo, de añadir personas al proyecto. Más bien fueron capaces de excluirlas», concluyó.

La visita inesperada provocó la inmediata reacción de Fernández Leiceaga. En una declaración a los medios, manifestó que «antes el partido tenía otra forma de elegir a los candidatos, pero hoy felizmente tenemos un sistema de primarias que le da a todos los militantes la misma fuerza», y añadió: «Creo que respetar el sistema de primarias es hacer justamente lo que yo estoy haciendo: recorrer las agrupaciones, hablar directamente con la militancia y conocer también cuáles son sus opiniones». No obstante, la apelación a la democracia directa de Leiceaga no es incompatible con la búsqueda de respaldos simbólicos. De hecho, el exportavoz socialista en el Parlamento se hace acompañar del histórico José Manuel Lage, y entre sus «validos» se encuentran veteranos como Modesto Pose y Antón Louro. Además, tal y como adelantó ABC, cuenta con el respaldo de la dirección gestora y el padrinazgo político de Besteiro que, según pudo confirmar a este periódico, llama por teléfono personalmente a numerosos militantes de Lugo para pedirles el apoyo a Leiceaga.

«Un gran activo del PSOE»

Las declaraciones del exministro de Justicia fueron muy bien recibidas en la «base socialista». De hecho, el equipo de Méndez Romeu resaltó «la potencia simbólica del aval de un hombre comprometido con el proyecto socialista» y destacaron su «relación especial con el presidente Zapatero». De forma más concreta, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, quien también estuvo presente en el desayuno, aseguró que «es un gran activo del PSOE y fue un gran ministro». El alcalde añadió que Caamaño es, además, «un militante cualitativamente significado, con prestigio», y comentó que con él comparte «muchas cosas».

Pocos minutos después, desde la plataforma En Positivo, conformada por una treintena de militantes y liderados por el concejal de Arteixo Martín Seco, se adherían a la candidatura de Leiceaga. Fuentes socialistas aseguran que previamente se habían alineado con Gonzalo Caballero y tras el acuerdo se sumaron al candidato de la gestora del PSdeG.

Y mientras los candidatos plantean los últimos golpes de efecto, se suceden los kilómetros que realizan. Ayer, José Luis Méndez Romeu visitó a última hora de la tarde la agrupación provincial de Orense. Para recibirle estaban «Pachi» Vázquez, la secretaria de Organización, María Quintas, y el portavoz municipal, José Ángel Vázquez Barquero. El candidato, visiblemente satisfecho con la marcha de la campaña, tuvo también un gesto con la exsecretaria de Estado de Igualdad Laura Seara y con las políticas de igualdad impulsadas por los diferentes gobiernos socialistas.

Entre tanto, la opción de Leiceaga pasa por diferenciarse de la candidatura de Romeu apoyando su discurso en el militancia. Según manifestó ayer en Orense, dos horas después de la visita de su rival, esta percibiendo «el apoyo de la militancia, apoyo a la renovación y a la unidad del partido, mis dos banderas para el PSdeG». También se encuentra con el entusiasmo «contenido» de la dirección nacional de Xuventudes Socialistas y de la corriente interna Izquierda Socialista.

La campaña deja la radiografía de un PSdeG fuertemente dividido. Incluso, según aseguran distintas fuentes, con un «reagrupamientos de grupos que velan simplemente por su supervivencia». En medio de esta lucha intestina se plantea la batalla final en la que ninguna de las dos familias reagrupadas excluyen «golpes bajos e insultos» para tratar de mermar las fuerzas de sus adversarios. Tampoco faltan lo que se preguntan por el resultado de la contienda que va a «dejar un PSdeG-PSOE diezmado con un resultado electoral incierto y superado por las Mareas».