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Una emprendedora valenciana triunfa con la receta centenaria con la que su abuela curaba las hemorroides
Carmen Manzano y su familia registran la marca 'Almostop' para este remedio secreto y natural para las almorranas
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El célebre médico estadounidense Oliver Wendell Homes afirmó que «aquello que sale del corazón, lleva el matiz y el calor de su lugar de origen». Visión que comparte Carmen Manzano , una joven periodista valenciana de veintidós años que se ha mudado a la pequeña localidad de Villanueva de la Jara (Cuenca) con una idea empresarial clara: comercializar la receta centenaria que su abuela preparaba de manera altruista para sanar las hemorroides a vecinos, familiares, farmacéuticos y cirujanos de Albacete.
Un éxodo rural a la inversa que le ha llevado a emprender un proyecto junto a su primo Alberto y su tío Enrique, que ya registra un importante número de pedidos a nivel nacional que no deja de crecer y que, incluso, les ha llevado a plantear una «ilusionante» previsión de expandir su área de cobertura por otros países de Europa «en un futuro no muy lejano».
Carmen explica a ABC que la idea surgió hace tres años durante una conversación con diferentes miembros de su familia, en la que su tío le propuso vender el ungüento para las almorranas que preparaba su abuela y su linaje desde hace más de cien años.
«Hemos seguido el legado de nuestra abuela a través un producto que pretende materializar y reconocer el trabajo desinteresado de una mujer humilde, pobre y de pueblo, que hacía esta receta para vecinos con la única voluntad de ayudar a los demás», relata.
El ungüento secreto, que porta el nombre de 'Almostop' (contracción gramatical de «almorranas» y «stop»), es un líquido a base a plantas naturales que sirve para sanar las hemorroides y que, hoy en día, sigue siendo uno de los principales reclamos de la localidad conquense de Villanueva de la Jara, donde su abuela era conocida por todos los vecinos del pueblo de la comarca de la Manchuela.
«Mi abuela cogía unas plantas del campo, se iba a su cocinilla y preparaba la poción cuando no había nadie en casa», cuenta Carmen con «gran admiración» sobre el trabajo altruista de su «yaya», que siempre contemplaba «con orgullo» cada vez que visitaba el pueblo.
La mujer, que se llamaba como su nieta, nunca desveló la receta hasta que, una vez ya muy enferma y antes de morir, se la confesó a su hijo Enrique, quien siguió preparándola con menor asiduidad a vecinos, farmacéuticos y cirujanos de la zona.
«Un farmacéutico nos pidió la receta para registrarla, pero mi tío nos animó a seguir el legado familiar adaptando el ungüento a los nuevos tiempos de ventas online y presencia en redes sociales», apunta la joven periodista de Alaquás , ahora residente de Villanueva de la Jara.
Exitoso entre feriantes y cirujanos
La abuela Carmen, la mujer que curaba las hemorroides, era de sobra conocida por los feriantes que acudían cada año a las fiestas de los pueblos de la Manchuela. Desde diferentes puntos de Castilla La Mancha , viajaban a Villanueva de la Jara para adquirir el famoso líquido, calificado de «milagroso» por muchos de los vecinos de dicha localidad. Incluso, «le regalaban jabones, cajas de bombones, colonias y otros detalles porque mi abuela no les quería cobrar nada», aclara su nieta.
También, profesionales sanitarios de Albacete y Cuenca viajaban hasta la casa de Carmen para comprar el ungüento, que después recetaban a sus pacientes. «Hace pocas semanas le envíamos un bote a un cirujano, que posteriormente se lo recomendó a un hombre que acudió a su consulta. Curiosidades de la vida, también había adquirido recientemente Almostop, por lo que ambos ya lo conocían y lo habían probado por cuenta propia», narra la joven emprendedora.
«A diario nos llaman pacientes oncológicos y personas mayores que nos dicen que hemos conseguido mejorar su calidad de vida. Incluso una familia de ocho personas recorrió un domingo a las dos de la tarde hasta ochenta kilómetros para averiguar dónde se vendía el producto, llegando a preguntar a varios vecinos del pueblo», narra Carmen entre diferentes anécdotas.
Almostop se encuentra a la venta desde el pasado mes de julio, aunque según relatan sus gerentes, resulta de un «arduo y complejo» proceso burocrático de dos años, en el que se han topado con diferentes trabas como las denuncias presentadas por grandes empresas farmacéuticas ante la Oficina Española de Patentes y Marcas ( OEPM ), que finalmente dio la razón a la familia Manzano.
«Buscar desde laboratorios que pudieran fabricar, proveedores de envase, diseñar la marca, el logo y la página web, realizar innumerables análisis fitosanitarios requeridos por la Unión Europea , conseguir establecer relaciones comerciales, preparar cada pedido... todo ello para una pequeña empresa de tres personas creada en un garaje», explica Carmen, quien se define como «una mujer pulpo».
«Se nos empieza a escapar de las manos»
Según los datos que registran desde su lanzamiento hace cuatro meses, Almostop ya acumula más de mil pedidos a nivel nacional e incluso, han recibido diferentes solicitudes de clientes de Francia y Colombia para saber si envían a sus respectivos países. «De momento solo vendemos en España , pero es cierto que se nos empieza a escapar de las manos y no damos abasto porque el volumen de pedidos es muy alto», explica Carmen Manzano, quien también confirma que «ya han aparecido grandes distribuidoras que quieren llevar el producto».
Para el tío Enrique, el proyecto de sus sobrinos se apoya en el reconocimiento al trabajo de su madre. «Siempre que los chicos proponen encaminar su iniciativa hacia un sentido u otro, lo hacemos pensando en si a la abuela le gustaría que lo hiciéramos así. Sobre todo, deben seguir su ejemplo de ser humildes y no olvidar de dónde vienen», afirma el hijo de la creadora de la famosa receta natural contra las hemorroides.
Por su parte, Carmen reconoce que «les daba un poco de respeto», porque pensaban que podrían «hacer la receta mal». Sin embargo, son conscientes del éxito que están cosechando y que su abuela «estaría muy orgullosa de sus ojitos derechos que éramos sus nietos más pequeños».
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