Los pactos postelectorales desnortan a las entidades independentistas

En los meses más turbulentos del «procés» la Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) marcaban los tempos a la Generalitat y servían de cantera de líderes. Sin ir más lejos, Carles Puigdemont fue presidente de la AMI y Quim Torra de Òmnium. Hoy, las entidades secesionistas tratan de digerir y gestionar la batería de pactos post-electorales, a sus ojos antinaturales, que han hecho en las últimas semanas Junts per Catalunya, ERC e incluso la CUP.

Tal es la desorientación en el caso de la AMI que desde la propia entidad han decidido posponer dos meses la celebración de la asamblea general para renovar su cúpula y proyecto. Según fuentes de la entidad, este generoso tiempo extra es necesario para «digerir» los acuerdos municipales, algunos de los cuales muy difíciles de asimilar entre los independentistas. Buena muestra de ello son los acuerdos cerrados por ERC o JpC con el PSC para excluirse mutuamente de gobiernos como el de la Diputación de Barcelona o el Ayuntamiento de Sant Cugat (Bacelona).

«La Asamblea pide a los partidos independentistas que no pacten ninguna formación de gobierno municipal con los partidos que apoyaron el 155, sino que hagan pactos de gobierno entre ellos, para no depender del voto de otros y desde los ayuntamientos empezar a hacer República catalana, y presionar el Parlamento y el Gobierno de la Generalitat para que la implemente». Así se expresó la ANC en un comunicado previo a los comicios locales del 26-M. Apenas unos meses después, los hechos muestran como los partidos secesionistas han hecho caso omiso a las peticiones de la entidad.

«La base social del independentismo no se merece este retorno acelerado al autonomismo y en la política partidista que el pacto de Junts per Catalunya y el PSC ejemplifica», afirmó este fin de semana la presidenta de la Assemblea, Elisenda Paluzie. Asimismo, la dirigentes acusó a los partidos de «regalar» puestos clave para el próximo «envite al Estado». « Así es imposible hacer un proceso de independencia . Estamos a tiempo de revertirlo», concluyó Paluzie.