Regresan los vecinos evacuados de Riofrío: «Es desolador, está todo arrasado, da penita verlo»

Marcial Sánchez ha regresado este martes, muy de mañana, a Riofrío , un pequeño municipio abulense de unos 250 habitantes situado a 18 kilómetros de Ávila. No habían pasado ni 24 horas desde que la Guardia Civil fuera casa por casa pidiendo a sus inquilinos que abandonasen el pueblo. Las llamas del incendio que comenzó en Navalacruz estaban acercándose peligrosamente al casco urbano. Marcial tenía el coche ya preparado para la evacuación, consciente desde hacía horas de que el fuego estaba sitiando el pueblo, así que se trasladó a casa de uno de sus hijos, en Ávila.

Ya ha vuelto, aunque el regreso no se había autorizado oficialmente, y la imagen no ha podido ser más dantesca. «Es desolador, está todo arrasado, da penita verlo» , lamenta este septuagenario que ha podido llegar a Riofrío por una de las dos carreteras ya abiertas al tráfico para comprobar cómo a sólo 200 metros de la iglesia puede ver el humo e, incluso, los rescoldos del fuego . Asegura, mientras los hidroaviones rompen el cielo una y otra vez rumbo a los flancos activos, que «en la vida se ha visto nada igual». «Es muy triste, con los sacrificios que hemos hecho y llega algo así y te lo arruina», lamenta. Y es que la ceniza y el negro se imponen en la Sierra de la Paramera , un paraíso natural hasta que las llamas arrasaron con toda la vegetación que encontrarn a su paso.

El fuego no ha afectado a las viviendas de Riofrío, pero sí a las fincas en las que muchos de sus vecinos tenían sus pequeñas huertas y que han quedado «arrasadas». «El valor sentimental es lo que más importante», asegura Marcial, después de haber comprobado cómo desde lo alto del municipio «esto es un infierno» .