Un cierre con una pequeña abertura y la presencia de un hombre en el exterior fueron las pistas necesarias para que la Policía local de Toledo denunciara, este martes, al dueño de una peluquería y a sus dos clientes.
Sucedió en el barrio de Palomarejos, aunque la Policía local no ha facilitado la calle. Sobre las seis de la tarde, los agentes detectaron que una peluquería podría estar abierta, aunque desde el exterior no lo pareciese. En efecto, cuando los policías subieron el cierre, descubieron en el interior del establecimiento al peluquero y a un cliente. En la calle esperaba otro.
Los tres fueron denunciados por el presunto incumplimiento del decreto del estado de alarma y de la ley de seguridad ciudadana, que contempla multas de 601 hasta 30.000 euros.
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