Oviedo desborda españolidad en su recibimiento a la Princesa

La Familia Real contempló la Cruz de la Victoria que, según la leyenda, llevó el Rey Pelayo en la batalla con la que arrancó la Reconquista

Los Reyes junto a la princesa Leonor, este jueves a su llegada al acto oficial de bienvenida a la Familia Real con motivo de la entrega, mañana, de los premios Princesa de Asturias EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Oviedo ha ofrecido esta tarde el contraste a las inquietantes imágenes que llegaban de Cataluña. Ante la Catedral de la ciudad asturiana, cientos de personas orgullosas de su españolidad se han reunido para dar una cariñosa bienvenida a la Princesa de Asturias con motivo de su primera visita a la ciudad. Y lo han hecho con gaitas, con aplausos, con vivas y con banderas de España y de Asturias. La Princesa, de trece años, pronunciará mañana su primer discurso en público y, siguiendo los pasos de su padre, debutará en el Teatro Campoamor, durante la entrega de los premios que llevan su nombre.

A pesar de que la AEMET anunciaba lluvias para esta tarde, al final salió el sol, lo que añadió luz y brillo a la visita . La Heredera de la Corona llegó a la Plaza de Alfonso II El Casto a las cinco de la tarde, acompañada por sus padres, los Reyes, y su hermana, la Infanta Sofía. Los cuatro acudieron a la Catedral directamente desde el aeropuerto de Asturias, sin pasar por el Hotel La Reconquista, convertido en su residencia oficial durante su estancia en Oviedo. A su llegada, la Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo empezó a interpretar la Marcha de Mayo, pieza compuesta en 2004 con motivo de la boda de los entonces Príncipes de Asturias.

Los Reyes y sus hijas se repartieron para saludar a los vecinos . Mientras la Reina y la Princesa saludaban a la banda de la derecha, el Rey y la Infanta estrecharon sus manos al público situado en la izquierda y, en el camino, se hicieron fotos y selfies con muchos vecinos. La Princesa Leonor acudió con un vestido blanco y un abrigo estampado en blanco, naranja y y negro, a tono con las bailarinas. La Infanta Sofía escogió un vestido naranja, con bailarinas beige, y la Reina, un sobrio vestido gris, con el que dejaba todo el protagonismo a sus hijas.

Tras saludar a las autoridades, entre ellas el alcalde, Alfredo Canteli (PP) y el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón (PSOE), y a los responsables de la Fundación Princesa de Asturias, como su presidente, Luis Fernández -Vega , y la directora, Teresa Sanjurjo , la Familia Real se dirigió al Jardín de Reyes y, desde allí, pasó al interior de la Catedral. Los Reyes y sus hijas se dirigieron a Cámara Santa, donde realizaron una visita muy simbólica en estos momentos excepcionales que se viven en España.

Allí se custodia la Cruz de la Victoria , símbolo de Asturias y que está presente en su bandera y su escudo. Según la leyenda, esta cruz, originalmente de madera, fue la que llevó el Rey Pelayo en la batalla de Covadonga, con la que empezó la Reconquista de España a los musulmanes. La historia añade que esa cruz, recubierta posteriormente de oro, fue donada por el Rey Alfonso III El Magno en el año 908.

En la Basílica de San Salvador, de estilo gótico, se conservan las reliquias encontradas en el Arca Santa, entre las que destaca el Santo Sudario, que según la tradición es el lienzo que se colocó sobre el rostro de Jesús tras el descendimiento de la Cruz hasta su entierro. El Santo Sudario solo se muestra tres veces al año. Dicho arca fue donado por el Rey Alfonso II a la Iglesia.

Durante la visita, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, regaló a la Familia Real una reproducción del Testamento de Alfonso II El Casto, fechado en 812. Se trata de un cuadernillo de pergamino de dieciséis páginas editado en 2005 que contiene la donación del Monarca a la Iglesia de San Salvador.

En la Catedral, el arzobispo tenía previsto pedir a los Reyes un gesto con los trabajadores de Vesuvius que se encuentran encerrados en el templo para protestar contra el traslado de esta empresa de componentes reflectarios y pedir la reindustralización del sector.

A la salida, la Familia Real fue vitoreada y el Coro de la Fundación Princesa de Asturias interpretó el Himno de Asturias, que tanto Don Felipe como Doña Letizia cantaron. Antes de abandonar la plaza, el Rey con la Infanta y la Reina con la Princesa se cambiaron los bandos y saludaron a los vecinos cuyas manos no pudieron saludar a la llegada.

Los cuatro se despidieron de las autoridades y se subieron a los coches que les llevaron a La Reconquista. La Princesa, muy sonriente y observadora , parecía encantada con el recibimiento que le había ofrecido una ciudad que, a partir de ahora, estará muy presente en su vida.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación