Una Familia Real de postal
Los Reyes y las Infantas deslumbraron durante el emocionante desfile de la Fiesta Nacional
Las comparaciones son odiosas, lo sé. Pero la estampa de la Familia Real española escuchando ayer el Himno de España durante el desfile de la Fiesta Nacional fue sin duda estelar y hubiese destacado comparada con la de cualquier otro país del mundo. Las sonrientes caras de la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, la elegancia de la Reina -más reina que nunca- y el paso firme del Rey Felipe fueron ese bálsamo tan necesitado por millones de españoles hartos de elecciones y de nacionalismos provincianos.
4.200 impecables efectivos desfilaron con uniformes cuyas historias bien merecería la pena desgranar en otra ocasión, pues curiosidades no faltan, desde el origen de las capas de los tabores de Regulares a los prácticos pantalones de la Legión -que el año que viene cumple 100 años-, todo tiene su historia. Y la indumentaria militar es un reflejo de nuestro pasado.
El inesperado canto de una elegante Ainhoa Arteta , vestida de terciopelo entre morado y azul noche, fue la guinda del acto. Entonó «La muerte no es el final» con gran emoción; no en vano, contrajo recientemente matrimonio con el capitán de corbeta Matías Urrea.
El Rey Don Felipe escogió para el desfile de la Fiesta Nacional de este sábado el uniforme de la Armada, con el Toisón de Oro y la banda de la Orden de Carlos III. La Reina Doña Letizia , elegante y señorial, mostró su agradecimiento a Felipe Varela -quien tantos años supo vestirla con la discreción de un buen vasallo- eligiendo un vestido rosa del modisto español. El modelo, de largo midi con cuello y mangas de transparente organza bordada, se acompañó de zapatos rosas de Steve Madden, con cinta de vinilo transparente en el empeine, y un bolso de mano fucsia de Magrit. Los pendientes, al tono, pertenecían al joyero personal de Doña Sofía y eran dos corales montados en platino. Su recogido, un chignon sencillo con algunos cabellos sueltos, y un acertado maquillaje discreto, hicieron que la Reina luciera intachable.
Haciéndose mayores
La Princesa Leonor vistió de rosa, como su madre, luciendo en la solapa el Toisón de Oro que su padre le concedió. Iba con manoletinas de Pretty Ballerinas y con su precioso cabello suelto. La Infanta Sofía , más alta que su hermana y de una belleza arrolladora, deja ya en la cuneta a las demás princesitas europeas y para el caso, de cualquiera de los otros continentes. Con unos zapatos en punta con algo de tacón y un favorecedor vestido azul celeste, brilló con su sonrisa y su melena. De postal. Se están haciendo mayores.
En cuanto a las invitadas al acto, la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, escogió un abrigo beige excesivamente brillante para la hora del día que combinó con un vestido de corte lencero. Isabel Díaz Ayuso , flamante presidenta de la Comunidad de Madrid y mujer de gran belleza, acertó con la combinación del rojo y el blanco y su falda de corte midi, si bien la camisa no se ajustaba a su físico. La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, se supo sacar partido con un marcado conjunto de estilo Chanel que combinaba el rojo y el blanco. Y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet , muy estilosa, acudió al desfile con una levita de corte pakistaní y cuello Mao en tono amarillo.
Todo al rojo
Isabel Torres , esposa del presidente del PP Pablo Casado, acertó como siempre, esta vez con un vestido gris azulado con cremallera superior. Manuela Villena , casada con Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, lució bellísima con un modelo drapeado en tono rojo oscuro, si bien la raja de su falda era de muy largo recorrido. Lidia Bedman, esposa de Santiago Abascal, presidente de Vox, escogió también un modelo rojizo.
Entre las menos acertadas estuvieron Isabel Celaá, ministra de Educación y actual portavoz del Gobierno, quien lució un atuendo de institutriz regañona en blanco y negro y María Teresa Fernández de la Vega , exvicepresidenta del Gobierno con Zapatero y actual presidenta del Consejo de Estado, cuyas transparencias frontales sorprendieron.
