Villarejo amasó su fortuna con «informes King» y la ayuda de funcionarios corruptos

La investigación acredita que nunca pidió la compatibilidad para negocios privados pese a lo que aseguró Interior

PABLO MUÑOZ / CRUZ MORCILLO

Hace justo un año llegó un sobre a la Fiscalía Anticorrupción desde Galicia. Contenía una denuncia y siete documentos anexos. El número 4 se llamaba «Proyecto King», un manual perfecto sobre cómo abrir en canal la vida de alguien , en ese caso, la de uno de los hijos del presidente guineano Teodoro Obiang. Se detallaban los seguimientos que se le harían, los pinchazos de sus comunicaciones, cómo se descubrirían sus datos bancarios y todos los de carácter personal que sirvieran para ventilar trapos sucios. Fue el primer «informe King» al que accedió la Fiscalía, una especialidad del excomisario José Manuel Villarejo -encarcelado desde el pasado noviembre- y su organización criminal de postín.

Doce meses después, la investigación ha revelado la existencia -o más bien las pruebas- de muchos «informes King»; cómo se construyeron, cuánto se pagó por ellos, si se utilizaron medios de la Policía y a funcionarios corruptos de otras administraciones bajo sospecha. Algunos de estos informes llevan años apareciendo en Prensa y provocando sacudidas políticas, judiciales y económicas, camuflados en otros ropajes: los borradores de la UDEF sobre los Pujol; el culebrón de Nicolás, las denuncias cruzadas entre la doctora Pinto y el empresario Javier López Madrid, el ático del expresidente Ignacio González (al que grabó) o el caso del banco andorrano BPA en el que Villarejo asegura que se pagaron 500.000 euros de fondos reservados al consejero delegado del banco. No son los únicos casos; pero la mayoría siguen secretos.

La base de un «informe King», como el primero que originó la operación Tándem, es la venta de información confidencial o reservada que Villarejo y sus socios obtienen de sus amigos policías y de otros funcionarios de la administración. Esa información -también de causas procesales o de acceso restringido- y todo un paquete de servicios se le entregan al cliente (el que tiene el problema) a cambio de pagos y esos pagos, opacos, son canalizados a través de Cenyt, el conglomerado empresarial manejado por el ex todopoderoso policía. Los servicios incluyen una campaña de desprestigio en medios de comunicación. La fortuna de Villarejo se ha amasado en buena medida sobre estos pagos, según las fuentes consultadas por ABC. «Se paga porque se vende un bien escaso, que es información policial reservada», explican las fuentes.

«No es el único»

La operación Tándem, en la que fue detenido Villarejo, su hijo José Manuel, su mujer Gema Alcalá, su socio el abogado Rafael Redondo y otro socio malagueño, así como el también comisario Carlos Salamanca y su hijo, sigue dando resultados pese a que quedan miles de archivos por analizar, hallados en los registros de los chalés del comisario. En esos registros los agentes encontraron informes reservados de inteligencia financiera que, de ninguna manera, se justifica que estuvieran en su poder.

Hay una parte del procedimiento, la que originó Tándem, que está prácticamente esclarecida. El «informe King» de los guineanos tenía como objetivo acabar con el prestigio de Gabriel Mbega Obiang y favorecer a la otra facción en liza, a cambio de unos 5,3 millones de euros. Esa fue la cantidad que pidieron Villarejo y Redondo al cliente guineano que les había proporcionado el comisario Salamanca, jefe del aeropuerto de Barajas, quien presuntamente facilitaba la entrada de guineanos sin los documentos necesarios o los recogía en coche policial en el avión, a cambio de dádivas entre 2012 y 2015, según la investigación. «Este informe no sería el único que él hace», consta en el sumario en referencia a José Manuel Villarejo. A los guineanos les pidieron que los pagos se hicieran a varios destinatarios y en varios momentos. El rastro de un millón de euros de ese «King» guineano ha podido ser reconstruido. Desde el país africano se envió a Suiza, de ahí a Panamá, luego a Uruguay y finalmente llegó a España, a una sociedad del comisario jubilado.Dada la opacidad que se requería como requisito para los pagos de informes similares se han solicitado al menos siete comisiones rogatorias a otros tantos países.

Villarejo se autodenominaba agente encubierto y sigue proclamando que es un patriota y que sus informes los hacía como un trabajo al Estado. La investigación ha acreditado que, al contrario de lo que él sostenía y respaldó en su día el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el comisario nunca pidió la compatibilidad para sus negocios privados e infringió la normativa de los funcionarios policiales. En la causa no hay documentos que justifiquen que sus negocios se los encargó la Policía o el CNI , pero sí evidencias de los cobros de esos servicios y el reflejo en su patrimonio Está acusado de blanqueo de capitales, cohecho y organización criminal.

Salamanca, en libertad desde principios de marzo por orden del juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea, era según los investigadores el «comercial» de la organización criminal liderada por Villarejo, proporcionando algunos de los clientes millonarios y recibiendo a cambio recompensas. En el sumario de la operación Tándem consta cómo llegó a sus manos un Porsche Panamera, uno de los vehículos de alta gama de los que ha dispuesto el policía, cuya prueba inicial también apareció en la denuncia que llegó a Anticorrupción.

Pagafantas y dádivas

Ese vehículo, según publicó «La Vanguardia» fue adquirido por Crispín Edu Tomo Maye, director general de Gepetrol, empresa que pertenece a la estructura del Ministerio de Minas guineano por donde pasan la mayoría de contratos de petróleo del país . El chalé de este multimillonario, también de la familia Obiang, en Alginet (Valencia) fue registrado por la Policía, que se llevó coches de lujo y joyas, según el diario Rombe.

El Panamera fue comprado a nombre de Crispín, en 2010 por su hombre de confianza en España, un abogado y empresario de origen ecuatoguineano; luego pasó por dos sociedades hasta que en 2012 acabó en manos del comisario Salamanca, que aparece como tomador del seguro. Después, el coche fue adquirido por una empresa vinculada a Yongping Wu Liu, mano derecha de Gao Ping y amigo de Salamanca, que estuvo imputado por recibir regalos de la mafia china aunque quedó exonerado. «Es la dádiva más clara», admiten las fuentes, dado que se ha podido reconstruir el itinerario. El hombre de confianza de los guineanos, que ha aportado datos claves, se denomina a sí mismo en el sumario «el pagafantas»; entregó continuos regalos al jefe de Barajas : 800.000 euros justificados como premios de la Lotería; los coches; el pago de la boda de su hijo, relojes y miles de euros en efectivo, según las pesquisas.Hasta que se hartó.

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