El comisario Villarejo, a otros policías presos: «Esto te lo arreglo yo»

El comisario jubilado, que también es abogado, asesora en asuntos legales a otros agentes en la cárcel de Estremera. Es el «jefe» del módulo de funcionarios. Por contra, el comisario Salamanca «no sale del agujero»

El comisario jubilado José Manuel Villarejo, en una imagen de febrero del año pasado EFE
Javier Chicote

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El comisario jubilado José Manuel Villarejo está mostrando en la cárcel de Estremera-Madrid VII el mismo don de gentes y popularidad que lucía en libertad y, además, sin enemigos. El polémico policía, arrestado el pasado 3 de noviembre acusado de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales, ya es la «estrella» del módulo de funcionarios de la prisión madrileña.

«En solo unos días se ha convertido en el jefe del módulo, el capo» , confirma a ABC un funcionario que tiene contacto con varios presos. El primer motivo de su popularidad son sus conocimientos legales. Villarejo es licenciado en Derecho y se colegió en el ICAM (Ilustre Colegio de Abogados de Madrid) en enero de 2009. Además, en su maraña de empresas trabajan varios letrados.

Por esa razón, algunos policías y guardias civiles encarcelados le han consultado, para que les ayude, y él se ha mostrado receptivo. «Eso te lo arreglo yo», dijo a uno de los agentes compañero de módulo. «Mis abogados te echan una mano» , aseveró a otro.

De hecho, su socio y mano derecha, Rafael Redondo , también detenido en esta causa, es abogado y dirige el despacho que comparte con Villarejo. Si algo valoran los presos es tener a su lado a un abogado que pueda ayudarles con los recursos o las peticiones para abandonar la prisión, como hacía Mario Conde con sus compañeros.

«Lee mucho y se ha apuntado a cursos»

Según fuentes del entorno del comisario, se encuentra «bien» y su relación con los compañeros –unos 40, la mayor parte presos por violencia de género y tráfico de drogas– y con los guardias es buena, «dentro de la normalidad». «Está aprovechando para leer mucho y se ha apuntado a varios cursos».

Por otro lado, Villarejo se ha convertido en las últimas fechas en el comisario más famoso , por su intervención en polémicas actuaciones, como la «operación Cataluña», su imputación en las causas del Pequeño Nicolás o la doctora Pinto y sus constantes apariciones en medios de comunicación. Esto, unido a que también era muy conocido dentro del cuerpo de la Policía Nacional, lo ha convertido en el preso más popular del módulo de funcionarios. Ya tiene varios «troncos» , como siempre denomina a los amigos y a la gente con la que se lleva bien.

Por contra, el excomisario jefe del aeropuerto de Barajas, Carlos Salamanca , presunto compinche de Villarejo en la operación Tándem de Asuntos Internos que produjo sus detenciones, no ha tenido una adaptación tan positiva a su encierro. «No sale del agujero» , dicen a ABC fuentes conocedoras de su situación, refiriéndose a que apenas sale de su celda.

El comisario principal Salamanca, jefe de la Unidad Central contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsificación, está acusado junto a Villarejo de percibir pagos en metálico y ostensosos regalos a cambio de permitir la entrada en España de potentados ciudadanos de Guinea y otros países , sin el permiso legal, y de realizar para ellos tareas de información e inteligencia.De gustos caros y amante de la «buena vida», a Salamanca se les están haciendo muy cuesta arriba sus primeros días en prisión.

Estremera, el centro penitenciario más moderno de la Comunidad de Madrid, también acoge, en otros módulos, al exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y a los exconsejeros encarcelados por rebelión .

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