El comisario Villarejo siembra de dudas el caso de la banca andorrana BPA

El comisario jubilado José Manuel Villarejo, muy próximo al antiguo DAO de la Policía, Eugenio Pino –ambos muy vinculados a lo que se ha bautizado periodísticamente como «policía patriótica»– parece dispuesto a ayudar a torpedear las investigaciones sobre Banca Privada de Andorra (BPA), que utilizaba entre otros la familia Pujol para hacer operaciones supuestamente ilegales de blanqueo de dinero. Fuentes del caso consultadas por ABC hacen esta interpretación del último movimiento del polémico expolicía, investigado por el caso del «pequeño Nicolás» y que siempre ha presumido de haber hecho grandes servicios a España.

Villarejo no ha dudado en asumir como propias unas notas informativas en las que se asegura que se pagaron 500.000 euros de fondos reservados al consejero delegado de BPA,Joan Paul Miquel, a cambio de que facilitase a la Policía un «pantallazo» de unos movimientos de dinero que demostrarían el blanqueo de capitales del clan Pujol.

Amenazas

La amenaza, según estas notas de veracidad muy cuestionable, habría sido realizada por el exresponsable de Asuntos Internos de la Policía, Marcelino Martín Blas, y pasaba por advertir de que se iba a pedir la ayuda del servicio de detección de blanqueo del tesoro americano (FINCEN) para condicionar un duro texto contra BPA como entidad blanqueadora de capitales.

En cuanto al dinero, siempre según la versión del agente jubilado, habría salido de los fondos reservados del CNI, aunque de nuevo no se aporta prueba alguna que permita dar verosimilitud a esa afirmación. Esas notas informativas son la base de la querella presentada por el accionista propietario de BPA, Higini Cierco, contra Martín Blas Aranda y el agregado de Interior en Andorra. El contenido de la denuncia fue adelantado ayer por el diario Ara.

Villarejo, que hasta su jubilación el 21 de junio pasado estuvo vinculado a la Dirección Adjunta Operativa cuando su máximo responsable era Eugenio Pino, asegura en una de las notas que según informaciones aportadas por los propios responsables de BPA varios miembros del clan de los Pujol lavaron enormes cantidades de dinero en Luxemburgo mediante operaciones realizadas con esta entidad financiera. En el escrito aparece un pantallazo con supuestos movimientos de la mujer del expresidente de la Generalitat, Marta Ferrusola, y de cuatro de sus hijos, Marta, Mireia, Pere y Oleguer. En solo un mes se habrían realizado ingresos en cuentas de su propiedad por valor de 3,4 millones de euros.

«Maniobras de distracción»

Entre la documentación aportada por Cierco y asumida por el comisario jubilado aparece otro supuesto informe policial en el que se habla de «las maniobras de distracción sobre la obtención de datos sobre los Pujol». Ese informe añade que «se estarían realizando maniobras en modo alguno compatibles con la función policial que la Constitución española tiene asignada al CNP. El comisario Martín Blas estaría realizando esas maniobras con total desprecio a la legalidad de un país amigo como Andorra».

Desde hace ya varios años la figura del comisario Marcelino Martín Blas ha sido objeto de todo tipo de ataques por parte del expolicía Villarejo, en especial desde que el primero dirigiera las investigaciones sobre el caso del «pequeño Nicolás». El exagente está investigado en esa causa y aún no está despejado su horizonte penal.

El firme respaldo de Villarejo a las tesis de la denuncia de Higini Cierco ha levantado recelo en fuentes conocedoras de la investigación, al tanto de los métodos utilizados por el polémico excomisario. «Parece como si se hubiera puesto al servicio de los intereses del propietario de esa entidad financiera de Andorra, no se sabe bien por qué razón, aunque él argumentará que es porque quiere colaborar con la Justicia», advierten los medios consultados e ironizan sobre la «policía patriótica».

Fuentes de la Dirección Adjunta Operativa consultadas por la Ser afirman por su parte que este exagente nunca ha actuado en Andorra y que los datos que aporta no son reales.