Tsunami Democràtic anuncia más sabotajes tras bloquear tres días la AP-7

Los radicales acaban la jornada de protestas a pedradas contra la Policía y los Mossos

Barricadas en la AP-7, a la altura de Gerona/ Puig sobre los cortes en la AP-7: «No es razonable parar la industria» EFE/ EP

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Quieren cronificar los desórdenes públicos y convertir su respuesta a la sentencia del «procés» en un carrusel de actos vandálicos. Tsunami Democràtic , esa plataforma anónima amparada (en el mejor de los casos) por el presidente Quim Torra y los partidos independentistas, amenazó ayer con nuevos actos de sabotaje que todavía no han concretado, tras haber bloqueado durante tres días la principal arteria de comunicación terrestre entre España y Francia.

Comenzaron el lunes cortando la autopista AP-7 en El Pertús (Francia), justo en la frontera entre ambos países, donde más que «internacionalizar el conflicto», que era lo que pretendían, lo que lograron fue enfadar a miles de camioneros, muchos de los cuales tuvieron que dormir en sus vehículos , y provocar pérdidas millonarias en el sector del transporte. Uno de estos camioneros -polaco, de 36 años- perdió la paciencia durante un corte paralelo en la N-II en La Junquera (Gerona) y casi atropella a una treintena de manifestantes que mantenían bloqueada la carretera. Fue detenido por los Mossos, y ayer, tras pasar a disposición judicial, quedó en libertad pero con cargos por un delito de conducción temeraria.

Cuando el martes los manifestantes fueron desalojados de El Pertús, sin gran resistencia, por un operativo conjunto de la Gendarmería francesa, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil que acabó con 19 detenidos , el Tsunami instó por redes sociales a su parroquia a reproducir el sabotaje en la misma AP-7 pero varios kilómetros al sur, a su paso por Gerona. Allí pernoctaron una noche más, hicieron barricadas más potentes que en El Pertús (con árboles que talaron); causaron más desperfectos (clavos y cristales sobre el asfalto) y remataron la faena a pedradas contra la Policía Nacional y los Mossos cuando los cuerpos y fuerzas de seguridad acudieron ayer por la mañana a desalojarlos. Eran unos 200 radicales que se habían negado a desalojar la calzada, como les había pedido la Policía catalana. Luego, trasladaron los disturbios a las calles de la vecina localidad de Salt (Gerona), donde causaron más desperfectos, encendieron fuego en más barricadas y la volvieron a emprender a pedradas contra los Mossos, que dispararon proyectiles de «foam» -viscoelásticos- para dispersarlos. La actuación se saldó con la identificación de 15 manifestantes pero sin detenciones.

En el haber de Tsunami hay que añadir otro corte de seis horas de una autovía entre Francia y España por el País Vasco, como propina en estos tres días de sabotaje en la frontera. Y pese a su optimista balance al presumir de «haber conseguido aislar al Estado Español de Europa en su frontera norte», lo cierto es que en su punto crítico sobre el asfalto, en la que calificaron como su acción más ambiciosa, apenas lograron congregar a unos dos mil manifestantes que no tuvieron reparos al frío de La Junquera (Gerona) para seguir las indicaciones de una plataforma sin rostro visible.

El Govern apoya al Tsunami

Mientras la Audiencia Nacional investiga quién se esconde detrás de la máscara de Tsunami Democràtic, esta plataforma cuenta con el respaldo explícito del Govern de la Generalitat y de los partidos secesionistas. Ayer mismo lo dejó bien claro Quim Torra durante la sesión de control al Govern en el Parlamento catalán. Cuando Ciudadanos y el PSC le afearon su pasividad frente al bloqueo fronterizo, Torra replicó que en Cataluña «se garantiza la seguridad, la libre circulación de personas y bienes, pero también el derecho a la protesta» . Los camioneros atrapados durante más de 15 horas en la AP-7 por la protesta secesionista -con algunos de ellos ha podido hablar ABC- no tienen el mismo concepto de «la libre circulación de personas» que tiene Torra. Y la oposición le recordó que es presidente de la Generalitat de Cataluña y no de la ANC. «Si no se ve capaz, le emplazamos a dimitir y convocar elecciones», le espetó el líder del PSC, Miquel Iceta. Y desde Esquerra, socio de los posconvergentes en el Govern, el vicepresidente Pere Aragonès, se alineó en este asunto con Torra con un llamamiento a «no aflojar» en las protestas.

También continuaron ayer sus habituales cortes de vías en Barcelona y otros puntos de Cataluña los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), la sección más radical del independentismo, responsable de los disturbios más graves tras la sentencia del «procés» contra los líderes secesionistas condenados. Los CDR, promotores de esa violencia callejera que sacudió la capital catalana después del fallo del Tribunal Supremo, se felicitaron ayer por las protestas y aseguraron que persistirán hasta conseguir la amnistía de 40 presos independentistas -los líderes políticos y los detenidos posteriormente por terrorismo y desórdenes-; la retirada de la Policía Nacional y la Guardia Civil de Cataluña y conseguir la secesión. En un comunicado, dejaron ayer bien claro cuáles son sus intenciones: «Independencia o barbarie».

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