Mariano Rajoy, a l inicio de su comparecencia en el Palacio de la Moncloa
Mariano Rajoy, a l inicio de su comparecencia en el Palacio de la Moncloa - JOSÉ RAMÓN LADRA

El presidente, rotundo: «No renuncio a nada, pero no tengo todavía los votos»

El presidente en funciones alarga los plazos en busca del diálogo que necesita

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ni renuncia ni se va, pero la escenificación de Pablo Iglesias repartiéndose un hipotético futuro gobierno de izquierdas le ha dado a Mariano Rajoy la excusa perfecta para parar el reloj y darse -y dar a las demás formaciones- más tiempo, en espera de que lleguen «la sensatez y el diálogo». Su decisión, anunciada ayer al Rey, de declinar la oferta para ser el primero en acudir a una sesión de investidura en esta XI Legislatura ha forzad o una segunda ronda de encuentros entre Felipe VI y los representantes políticos en el Parlamento, que comenzará el próximo miércoles.

Entre otros efectos, este aplazamiento supondrá que a Pedro Sánchez se le eche encima la fecha de su Comité Federal, previsto para el 30 de enero.

La estrategia del PP pasa, precisamente, por mantener la tensión -ahora en el tejado de Pedro Sánchez- y dejar que se cueza en su propia salsa el malestar, disgusto e indignación que causaron en el partido las palabras y las actitudes de Pablo Iglesias en su rueda de prensa tras despachar con el Rey.

De hecho, ayer mismo ya hubo voces cualificadas en el PSOE manifestando su estupor y su enfado por lo que consideraban una «falta de respeto» del líder de Podemos hacia las siglas socialistas y su militancia. Hubo incluso quien habló de «humillación». Una presión interna que podría terminar reventándole en las manos al líder socialista, Pedro Sánchez.

«Lo cambió todo»

El presidente llevaba días escuchando voces dentro del partido que le aconsejaban no someterse al desgaste político de una investidura que estaba aritméticamente condenada al fracaso. La intervención de Pablo Iglesias ayer «lo cambió todo», aseguraban dirigentes populares, quienes señalaban que la escenificación de ese pacto de izquierdas ha facilitado el camino a Rajoy en su decisión.

Ahora le tocaba «mojarse» al candidato del PSOE, que no dudaba ayer en señalar, tras el órdago de Podemos, que sus votantes «no entenderían» que no coincidieran con la formación morada.

Hay una propuesta de acuerdo que contaría con muchos más apoyos y muchos menos votos en contra que la mía»

Con todos esos elementos en la mano, Rajoy llegó a Zarzuela a las cinco en punto de la tarde y durante una hora y cuarenta y cinco minutos desgranó ante el Rey su postura: continúa pensando que la oferta del PP -la gran coalición de los tres partidos constitucionalistas- es «la mejor para España», pero declinó el ofrecimiento del Monarca de ser el primero en intentar la investidura porque «en este momento, todavía no tengo apoyos suficientes». Aunque «le he agradecido el gesto, la deferencia», reconoció.

El presidente en funciones explicó su situación: «No sólo no tengo todavía una mayoría de votos a favor, sino que tengo una mayoría absoluta acreditada en contra, 180 como mínimo». Por eso, aclaró, «no renuncio a nada; mantengo mi candidatura a la presidencia, pero aún no tengo apoyos para someterme a la investidura».

Además, puntualizó, «parece que hay una propuesta de acuerdo que contaría con muchos más apoyos y muchos menos votos en contra que la mía», en referencia al hipotético acuerdo PSOE-Podemos-IU y grupos nacionalistas catalanes. Por eso, concluyó que no tenía sentido «estar haciendo un discurso de investidura cuando otros están preparando el reparto del gobierno».

Advirtió además que el sometimiento a la investidura «no es sólo un trámite para que empiecen a contar los plazos», y por eso «yo no me voy a prestar a eso, por respeto a los siete millones de personas que votaron al PP».

Su decisión final ha sido la de abrir un plazo mayor -ya que ahora el Rey va a iniciar una segunda ronda de contactos, que iniciará el miércoles 27 de enero- para «dar tiempo y margen al diálogo». Lo hace, insistió, «por el interés general de España y los españoles». Y pidió «estar a la altura de las circunstancias».

«Mantengo mi candidatura»

Desde la primera fila de la sala de prensa del Palacio de La Moncloa seguían atentamente sus palabras sus dos manos derechas, en el partido y el gobierno: la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

El presidente Rajoy quiso dejar claro, ante los rumores que se han escuchado durante la última semana en relación con su posible paso atrás, que no tira la toalla: «Mantengo mi candidatura». Pero, por cortesía de Pablo Iglesias, se produjo la visibilización de una dura realidad: «Tengo una mayoría en contra». Por eso, justificó su postura: «No puedo, por lealtad, decir que voy a presentarme cuando no tengo los votos». Aunque el día anterior había afirmado que iba a acudir a la investidura, al término de su intevención matizaba ante los periodistas que no dijo cuándo lo haría.

«No tiene sentido hacer un discurso de investidura mientras otros están preparando el reparto del gobierno»

De la alternativa que ofrece Pedro Sánchez, se limitó a señalar que «quiere una cosa distinta de la que yo pretendo» y para ello necesita pactar con Podemos e IU y también con ERC y DiL, «pero no con los otros catalanes que son mayoría». En opinión del presidente en funciones, «eso no es lo que le conviene a España». Y sí lo sería lo que él ofrece: un «gran pacto que sería un buen mensaje a los mercados, generaría seguridad, sería moderado y centrado».

Sánchez, insistió, «no ha querido hablar conmigo»; incluso negó haber llegado a un acuerdo con el PP para la Mesa del Congreso. «Tengo la sensación de que le gusta hablar con Podemos, con ERC y con DiL pero no con el partido más votado por los españoles». Tras recordar lo importante que es «respetar la voluntad de la gente», e insistir en que su interlocutor será siempre el que cada partido establezca, evitó pronunciarse sobre las propuestas de Iglesias «ni las sonrisas del destino».

Ver los comentarios