Imagen de Pablo Iglesias en el programa electoral de Podemos
Imagen de Pablo Iglesias en el programa electoral de Podemos

Podemos dice que su programa no es gasto electoral porque se vende

Aduce que su decisión de comercializarlo impedía recurrir a la subvención electoral

Madrid Actualizado: Guardar
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La portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, definió ayer como «mentira» la información que publicó este diario en la que se detallaba que la formación pagó con fondos de su fundación (el Instituto 25-M) los gastos de impresión de su programa electoral, que Podemos presentó en forma de catálogo de Ikea.

Montero señaló primero que la información no era cierta, pero en ningún momento negó que la fundación no usase sus fondos para imprimir esos catálogos, que es lo que relata la noticia publicada. Es más, vino a confirmar que se operó de tal modo cuando afirmó que la fundación decidió «imprimir» una tanda de esos programas para venderlos. Este último extremo es cierto, ya que en La Morada (sede del Instituo 25-M) se podía adquirir este catálogo.

A día de hoy sigue comercializándose en la web por 1,80 euros. «Confunde gastos electorales con la actividad mercantil de la fundación» ha señalado Montero.

Pese a que se trata indudablemente de gastos de impresión de un contenido electoral, Montero justificó que la fundación, a quien ha cargado la responsabilidad de esa decisión, decidiese «comercializar un producto como parte de su actividad mercantil». La portavoz señaló que se trata de algo «lícito y separado de lo que tiene que ver con la campaña electoral».

Otras fuentes de Podemos insistieron en este argumentario, al querer separar los gastos de campaña de la impresión de su programa electoral: «Las facturas a las que hace referencia no son gastos electorales en ningún caso, se trata de la venta del programa electoral del 26-J que se llevó a cabo desde el Instituto 25-M, desde la tienda donde la fundación proporciona distintos productos de merchandasing», señalan estas fuentes.

Desde la formación reiteran que ese gasto no está relacionado con la campaña electoral porque en la tienda virtual del Instituto 25-M «hay una serie de productos de merchandising como banderolas, libros, mecheros, pulseras e incluso los programas que se pueden comprar bajo demanda antes, durante y posteriormente a la celebración de uans elecciones». Para ellos la clave está en que «estos ingresos repercuten solo en el Instituto, nunca en ninguna actividad relacionada con la campaña electoral». Insisten en que ese es el motivo por el que existen «contabilidades diferentes y que publicamos voluntariamente».

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, reconoció que el ‘catálogo’ que utilizó su partido para la campaña electoral del 26J se pagó a través de la Fundación Instituto 25M, pero en cualquier caso defendió que se trataba de una práctica perfectamente legal. «Todo esto es perfectamente legal como he consultado con nuestro responsable de finanzas», señaló Echenique. «Nosotros el famoso catálogo de Ikea lo vendíamos a 1,80 euros y uno no puede vender material con dinero subvencionado por la subvención electoral». Podemos asegura que esos gastos que afrontó su fundación no tenían un fin electoral, porque la difusión de su programa se hizo por otras vías. En su web se podía consultar de forma gratuita. Podemos enmarca esta comercialización en la misma categoría que la de otros productos que vende en su web como camisetas, banderolas, abanicos, tazas o libros de Pablo Iglesias.

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