Iturgaiz se proclama heredero del constitucionalismo, sin el PSE

El candidato acusa a Sánchez de «vender» al PSOE por el apoyo del nacionalismo

Carlos Iturgaiz, durante el mitin de ayer en San Sebastián EFE

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El 28 de abril de 2001, Fernando Savater juntó las manos de los candidatos del PSE y el PP a las elecciones vascas, Nicolás Redondo Terreros y Jaime Mayor Oreja, en un gesto que simbolizaba la unión de los constitucionalistas frente a ETA y el nacionalismo excluyente de un PNV que venía de firmar el Pacto de Estella (Lizarra). Ibarretxe, que ganaría aquellas elecciones del 13 de mayo de 2001, acababa de decir que «los de fuera» no podían gobernar. No imaginaba que ocho años después, en 2009, el PP daría su apoyo gratuito a Patxi López como lendakari y destronaría al PNV. Pero aquellos son tiempos lejanos , hace años que ETA dejó de asesinar y el PSE ha vuelto a abrazar los gobiernos con el nacionalismo, situando a sus viejos compañeros de resistencia como el enemigo.

Hoy la candidata socialista no nombra las siglas hermanas que tanta sangre derramaron por la libertad y el pluralismo. Según Idoia Mendia, el PP es «el partido de derechas de ámbito nacional con implantación en el País Vasco». Una vuelta a los «alemanes de Mallorca», como decía Xabier Arzalluz que serían los españoles en una imaginaria Euskadi independiente. A los foráneos -PP, Cs y Vox, fundado por el alavés Santiago Abascal- se les recibe en esta campaña a pedradas. Literal.

De nuevo Savater y Maite Pagazaurtundua ejercieron ayer de mentores de la unidad de los constitucionalistas vascos ante las elecciones del 12-J, conscientes de que queda mucho espacio que ganar para la libertad en la época presente del «posterrorismo». La eurodiputada de UPyD ejerció de presentadora en aquel mítico acto de 2001 junto al periodista José Mari Calleja, recientemente fallecido, y cuyo hijo, Mikel, asomó entre el público.

Savater y Pagaza pidieron ayer el voto para la coalición PP+Cs y proclamaron a la candidatura de Carlos Iturgaiz heredera del constitucionalismo vasco tras la renuncia del PSE y su entrega como socio necesario del PNV.

«Ese tiempo», dijo sobre el entendimiento de Redondo y Mayor , «ya pasó, se esfumó. Ese PSOE ya no existe y no tiene pinta de que vaya a volver. Sánchez ha puesto en venta al PSE, vende sus escaños al mejor postor del nacionalismo», afirmó el político popular, que vuelve a la arena vasca tras años como eurodiputado en Bruselas.

La deriva del socialismo

El apoyo de Savater y Pagaza, declarados progresistas, supone un acicate para la candidatura de PP+Cs en el País Vasco y recuerda que la izquierda no debe resignarse a abrazar al nacionalismo. «El PSE se ha echado en manos del PNV, que nadie piense que esto lo digo con alegría o regocijo, lo digo con un profundo pesar. Durante muchos años, muchos, desde nuestras diferencias, el PSE y el PP luchábamos por lo mismo, por la libertad y en contra de la hegemonía ideológica y divisoria del nacionalismo», aseveró Iturgaiz en un acto en el donostiarra Palacio de Miramar. Al acto acudieron varios miembros del PP y Ciudadanos, como Ana Beltrán, vicesecretaria de Organización de Génova y presidenta del partido en Navarra, o José Ramón Bauzá, expresidente de Baleares con el PP y ahora europarlamentario de Cs. Los líderes nacionales de ambas formaciones, Pablo Casado y Inés Arrimadas, participarán hoy en su primer acto electoral conjunto ante el árbol de Guernica, símbolo del autogobierno.

Iturgaiz enfatizó que su coalición es la única alternativa visible al nacionalismo. «A ese PSOE (el de Nicolás Redondo) no se le habría ocurrido firmar acuerdos en el Congreso con los herederos de ETA, nunca se le habría ocurrido aceptar los votos de Otegui para la presidencia de Navarra», dijo.

Savater, fundador de la plataforma cívica «¡Basta Ya!», que desafió a ETA desde las calles en defensa de la Constitución, aseguró que hoy sigue siendo vital reforzar en las urnas a una propuesta «integradora» como la de PP+Cs, capaz de aparcar sus intereses partidistas para sumar frente al nacionalismo. «Esta coalición afortunada entre PP y Cs es más necesaria que nunca y ojalá que salgamos adelante. Es una propuesta integradora. Todavía tenemos que educar para un pluralismo real», afirmó.

El filósofo euskaldún defendió la candidatura utilizando el plural mayestático para dejar clara su implicación moral. La asignatura pendiente sigue siendo demoler los tics totalitarios del nacionalismo, especialmente el violento. Savater mostró su desconcierto por el hecho de que siga habiendo «gente que apoya, encubre, disculpa e incluso preconiza el terrorismo. No son de izquierdas o derechas, son indeseables. Se acabó. Parece sorprendente que todavía estas cosas haya que seguir aclarándolas».

Pagazaurtundua reivindicó la figura de Iturgaiz como «uno de los hombre más decentes que ha dado la política vasca». En un discurso muy emotivo, la hermana de Joseba, socialista y jefe de la Policía de Andoain asesinado por ETA, aseguró que aún no se le ha puesto a la sociedad vasca la vacuna frente a décadas de intolerancia política. «El PNV es pan para hoy y hambre para mañana. El riesgo de la catástrofe lo llevan los nacionalistas en el ADN. Un cisne negro que se calienta puede llevar a la independencia, téngalo en cuenta los votantes». Pagaza definió a Iturgaiz como «buena persona, leal, valiente, templada y con experiencia».

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