Iglesias alienta el pacto con Bildu y PSOE para desalojar a Urkullu
Podemos desafía el poder del PNV, que le avisa de que tendría un coste para Moncloa
El líder nacional de Podemos es el único que aún no se ha estrenado en la campaña electoral vasca, con permiso de Inés Arrimadas, que aparcará su baja de maternidad este fin de semana para abrazar la coalición PP+Cs junto a Pablo Casado. Pablo Iglesias aterrizará el lunes en Bilbao pero este jueves calentó motores con un mensaje en redes sociales en el que alentó la formación de un tripartito de izquierdas con el PSOEy con Bildu para desalojar a Iñigo Urkullu del Gobierno vasco. «En Euskadi hay una mayoría social progresista que no tiene por qué resignarse a tener un Gobierno de derechas. El 12 de julio puede haber un Gobierno de coalición de izquierdas que refuerce los servicios públicos y la justicia fiscal», escribió.
La «derecha» es el PNV, partido ante el que Iglesias suele deshacerse en elogios en el Congreso por su «sentido de la responsabilidad» y su aporte en Madrid para la gobernabilidad de España. El PNV es justamente el principal socio del Gobierno de coalición de PSOEy Podemos, de ahí que la operación derribo de Urkullu no parezca que vaya a tener mucho recorrido. Matemáticamente es posible. Las encuestas apuntan a una mayoría absoluta de PNV y PSE, pero está por confirmarse en las urnas.
Por si acaso, el presidente de los nacionalistas, Andoni Ortuzar, ha dejado varios recados a Sánchez ante los coqueteos del PSOE con Bildu en el Congreso y la «tentación» de echarles del poder:«No le arriendo la ganancia, ya tiene bastantes problemas en España como para generarse más». Sánchez e Iglesias se sientan en un sillón muy frágil y el PNV es crucial para su continuidad en La Moncloa. Si Urkullu cae, cae Sánchez.
Sánchez e Iglesias se sientan en un sillón muy frágil y el PNV es crucial para su continuidad en La Moncloa. Si Urkullu cae, cae Sánchez.
Bandazos y caos interno
Arriesgada o no, el tripartito de izquierdas es la principal apuesta de campaña de la candidata de Elkarrekin Podemos a lendakari, Miren Gorrotxategi, quien ha dado un vuelco radical a la estrategia de Podemos en el País Vasco. El partido morado viene de aprobar los Presupuestos a Urkullu en diciembre. Pero justo después cambió la organización interna, en la que es la cuarta dirección de Podemos en el País Vasco en cinco años. De prometerse el cielo con una gran victoria electoral en esta comunidad autónoma en las generales de 2016, los de Iglesias quedaron en una discreta terera posición con 11 escaños en el Parlamento vasco. Su candidata a lendakari, Pili Zabala, no resultó.
Pero por si había dudas, la ministra de Igualdad, Irene Montero, avaló el miércoles en nombre de la dirección estatal el plan de confrontación con el PNV: «Que nadie nos diga que es imposible un Gobierno de izquierdas también aquí, en vuestro país», dijo en un acto en San Sebastián.
La oferta de Podemos incomoda al PSE, que rechaza formar gobierno con Bildu mientras la coalición de Arnaldo Otegui siga sin abjurar de ETA y no sea capaz de condenar el acoso político que hoy rebrota en el País Vasco. Según el Observatorio de la Radicalización de Covite, Colectivo de Victimas del Terrorismo, en la primera mitad del año se registraron 124 actos de apoyo a ETA, lo que supone un aumento del 158 % respecto al mismo período de 2019. De ellos, 58 ataques a sedes de otros partidos, así como al domicilio familiar de la líder del PSE, Idoia Mendia, quien se declara muy cómodagobernando de la mano del PNV y reeditará su pacto con Urkullu
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