Pablo Iglesias, en el Foro ABC
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Los grupos de Podemos dificultan que el PSOE presida el Congreso

La falta de acuerdo entre ambos puede favorecer a un presidente del PP

Madrid Actualizado: Guardar
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A tan solo ocho días de la constitución de las nuevas Cortes, todas las posibilidades están en el aire. El acuerdo entre PSOE y Podemos para la Presidencia del Congreso, que hasta ahora se daba prácticamente por seguro, está perdiendo opciones a cuenta de la exigencia de la formación morada de dividirse en cuatro grupos para dar voz y presupuesto propio a los partidos con los que concurrió en coalición a las elecciones generales.

Fuentes del grupo parlamentario socialista explicaban ayer que aún no ha habido contactos entre su portavoz, Antonio Hernando, y las secretarias de Programa y Análisis Político y Acción Institucional de Podemos, Carolina Bescansa y Auxiliadora Honorato -quienes sí se han reunido ya con el portavoz del grupo popular, Rafael Hernando-.

Sin embargo, en el PSOE apuntaban ya las «dificultades legales» que presenta la petición que hace Podemos.

El PSOE es el grupo parlamentario menos interesado en que Podemos gane visibilidad

«Con el Reglamento en la mano no es legal lo que están pidiendo. Y si se abre la veda para ellos, y el artículo 23.2 salta por los aires, otros grupos también pedirán dividirse para sacar ventaja. Para empezar, habría que concederle también grupo propio al PSC. Si se puede, se puede para todo el mundo», explican. «Estudiaremos todas las posibilidades y en la primera toma de contacto no descartaremos nada aún, pero si esa es su condición para apoyar a un presidente del Congreso socialista, el pacto con Podemos no merece la pena», indican estas mismas fuentes.

Estratégicamente, el PSOE es el grupo parlamentario menos interesado en que Podemos gane visibilidad y fuerza económica, ya que se ha convertido en su principal rival por el voto de izquierdas tras la práctica desaparición de Izquierda Unida.

La división en cuatro grupos parlamentarios de Podemos dotaría a esta formación de un presupuesto parlamentario mucho más elevado que el del PSOE, y multiplicaría sus turnos de palabra amén del mayor poder con el que contaría Podemos en la Junta de Portavoces, donde cada grupo dispone de un portavoz y un viceportavoz.

El PP tampoco lo apoya

En esta petición, Podemos tampoco encontrará apoyo en el PP. La dirección del grupo parlamentario también ve un «disparate» y una «ilegalidad» la división «de un mismo partido» en cuatro grupos parlamentarios. Podemos sigue empeñado en la conformación de estos cuatro grupos, como prometieron a sus socios al forjar sus alianzas electorales. Iglesias se reúne estos días con los partidos integrados en estas coaliciones y será tras estos encuentros, ya después del Día de Reyes, cuando intensifiquen los contactos con el resto de grupos para las negociaciones. Fuentes de Podemos creen que el único punto conflictivo del Reglamento es el que exige que los diputados de diferentes grupos hayan competido electoralmente. Sin embargo, aseguran que, al haber miembros de IU y de Podemos en las diferentes coaliciones -que sí han competido en los comicios-, esto podría ser salvable al menos en los casos catalán y gallego.

Iglesias se reúne estos días con los partidos integrados en estas coaliciones

Si la formación morada condiciona finalmente el pacto por la Presidencia del Congreso a su división parlamentaria, las fichas volverían a la casilla de salida favoreciendo al PP. Los populares desean mantener la presidencia del Congreso, siempre y cuando ello no dificulte un acuerdo de Gobierno. Y si PSOE y Podemos no alcanzan un pacto, crecen las posibilidades de que el candidato más votado a presidir el Parlamento sea el del Partido Popular, lo que le otorgaría, además, mayoría de miembros en la Mesa del Congreso.

En este caso, ni el Gobierno ni Génova han definido aún ningún nombre, aunque todos los populares tienen en mente al actual presidente del Congreso, Jesús Posada.

El PSOE sí tendría otra posibilidad de poner a su candidato en la Presidencia del Congreso: apoyando por la vía de la abstención la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. El PP estaría dispuestos a sacrificar el primer sillón del Parlamento ante un acuerdo para el Gobierno. Pero esta posibilidad, al menos a día de hoy, parece más lejana.

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