Alberto Garzón comparece ante los medios
Alberto Garzón comparece ante los medios - EFE

Izquierda Unida negocia con Bildu para formar grupo propio en el Congreso

Alberto Garzón explora «todas» las posibilidades para evitar integrarse en el Grupo Mixto

Madrid Actualizado: Guardar
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Una vez que Podemos ha abierto la veda al solicitar cuatro grupos parlamentarios sin cumplir las condiciones que marca el Reglamento del Congreso, Izquierda Unida tampoco quiere ser menos. El partido que lidera Alberto Garzón se resiste a perder el grupo propio en el que se han integrado sus diputados toda su historia, pero solo cuenta con dos escaños y no reune ni una sola de las condiciones que exige el Reglamento. Por ello, ha empezado a negociar con Bildu, Coalición Canaria e incluso ERC para explorar la posibilidad de crear un grupo parlamentario más amplio de izquierdas y no tener que integrarse en el Grupo Mixto, según fuentes de este partido.

Otra posibilidad es conformar un grupo parlamentario uniendo diputados de sus coaliciones con Podemos en Galicia (En Marea») y Cataluña (En Comú-Podem), pero esta vía depende de si la Mesa del Congreso permite a la formación morada dividirse en cuatro grupos parlamentarios.

No obstante, Alberto Garzón también le trasladó el martes al portavoz del PSOE, Antonio Hernando, su deseo de configurar un grupo parlamentario en solitario y éste se comprometió a estudiarlo pero es la opción menos probable aunque IU no quiere descartarla. «Al final, la creación de grupos dependerá de lo plural que la nueva Mesa quiera que sea el nuevo Congreso. Ha habido muchas excepciones en la última legisltura, por ejemplo, UPyD», señalan fuentes de este partido. La formación magenta, no obstante, había obtenido en 2011 cinco diputados, más del doble de los que IU tiene hoy, y cumplía una de las condiciones que señala el Reglamento.

No diluirse

Contar con un grupo parlamentario propio tiene considerables ventajas, de ahí que Podemos quiera dividirse en cuatro y los pequeños partidos aspiren siempre a conformar uno. La visibilidad y el presupuesto extraordinario son los beneficios más evidentes. Cada formación parlamentaria cuenta con portavoz y turno de palabra exclusivos, salvo el Grupo Mixto donde la portavocía es rotatoria entre todos los partidos que lo integran. El tiempo de intervención de este grupo varía en función del presidente del Congreso.

El actual, Jesús Posada, decidió al inicio de la legislatura conceder a cada partido del Grupo Mixto su turno de intervención propio, pero lo habitual es que las formaciones que se integran en este grupo tengan que repartirse el tiempo de un único turno entre todos. De este modo, si Podemos se divide en cuatro grupos, contará con cuatro turnos de palabra en cada debate y tendrá cuatro portavoces, mientras que para IU la gran ventaja de formar grupo propio será no diluirse dentro del Grupo Mixto.

«Muchas ventajas»

«Formar un grupo parlamentario tiene muchas ventajas por eso precisamente el Reglamento del Congreso establece una serie de límites. De lo contrario, todos los partidos nos dividiríamos en varios grupos, por ejemplo por razones territoriales, para multiplicar la visibilidad de nuestros argumentos y tener mayor presupuesto. Es cierto que la Mesa tiene capacidad para interpretar el Reglamento pero su obligación es hacerlo conforme a derecho y lo que piden ahora mismo Podemos e IU es, cuando menos, jurídicamente discutible», subraya un diputado del PP.

El presupuesto es el otro gran beneficio de conformar grupo propio. El Reglamento del Congreso establece una subvención fija de 28.597,08 euros mensuales para cada grupo parlamentario, además de la dotación de locales y medios materiales. Así, los fondos del Congreso que recibiría Podemos se dispararían hasta los 114.388,32 euros mensuales si formara cuatro grupos parlamentarios, a lo que habría que añadir una subvención de 1.645,49 euros mensuales por cada uno de sus 69 diputados.

En total, 227.927,13 euros al mes en ayudas públicas, además de los asistentes que les proporcionará el Parlamento a razón, como mínimo, de uno por cada dos diputados. Una incongruencia para un partido que ha estado clamando por el recorte de los fondos públicos que se destinan actualmente al mantenimiento de los partidos y sus políticos. Los sueldos que percibirán los parlamentarios de Podemos tampoco se incluyen en estas ayudas y subvenciones.

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