Patxi López la noche de las primarias
Patxi López la noche de las primarias - Maya Balanya

Las dudas de Sánchez: la respuesta de Patxi López y la organización del Congreso de los Diputados

Con la integración de la ex ministra Carmen Calvo y Rodríguez de Celis, ambos andaluces y fieles a su causa, Sánchez lanza un mensaje: integración de los territorios sí, pero cuotas de los barones no.

Madrid Actualizado: Guardar
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Anticipó Pedro Sánchez tras su victoria en las primarias que en su Ejecutiva habría representación de todos los territorios, pero a la vez advirtió de que no aceptaría cuotas preestablecidas de los barones respecto a los integrantes de la dirección. No quiere Sánchez que le suceda como en 2014, cuando tuvo que aceptar un equipo confeccionado por terceros. En esta ocasión el escenario es bien distinto. Sale reforzado de las primarias y quienes se le enfrentaron están tocados. Los dirigentes territoriales han dicho que apoyarán la Ejecutiva que decida Sánchez. Suyo será el éxito o el fracaso de esta segunda oportunidad. Los barones reservarán sus reivindicaciones territoriales para la confección del Comité Federal, el máximo órgano del partido entre Congresos.

Con las manos libres, Sánchez prosigue la confección de los miembros de su dirección. Tras confirmar su apuesta por Cristina Narbona como presidenta, el entorno del restaurado secretario general confirmó ayer que la exministra de Cultura durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Carmen Calvo, será la próxima secretaria de Igualdad del partido. También se confirmaba que Alfonso Rodríguez Gómez de Celis será el nuevo secretario de Política Institucional y Administraciones Públicas. Celis, menos conocido para el gran público, es considerado el gran apoyo de Sánchez en Andalucía, junto con el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano. Forma parte del núcleo duro de Sánchez; no en vano, fue el coordinador de su campaña durante las primarias.

Si Celis es sevillano, la exministra Calvo es natural de la provincia de Córdoba. Dos andaluces fieles al sanchismo con los que el líder manda un mensaje: la representación territorial que prometió no vendrá de la mano de cesiones a los dirigentes territoriales. Aunque en un equipo que se asemejará en número a la anterior Ejecutiva (38 integrantes) no hay que descartar que en puestos de menor relevancia haya espacio para personas que no apoyaron la campaña de Sánchez.

Con Narbona y Calvo se fortalece además un frente que es el punto flaco del sanchismo: los referentes. Sánchez ha vencido en las primarias enfrentado a la práctica totalidad de las figuras históricas del PSOE. Las dos exministras, a las que podría sumarse Beatriz Corredor, le permiten exponer y elevar nuevas figuras con trayectoria, además de tejer un hilo conductor con el último Gobierno socialista, con el que Sánchez quiere mostrarse crítico, especialmente en materia económica, pero en ningún caso abjurar de todas sus acciones, que entienden siguen siendo respetadas por los electores progresistas. José Luis Rodríguez Zapatero siempre fue claro y explícito en su apoyo a Susana Díaz.

A la espera de Patxi López

Sánchez avanza en el diseño de una dirección en la que quedan por resolver importantes incógnitas. En el equipo del secretario general aseguran que todavía están a la espera de una respuesta por parte de Patxi López respecto a si acepta la oferta para incorporarse a la dirección como responsable de Política Federal. Fuentes del equipo de Sánchez se muestran optimistas respecto a que el exlendakari aceptará finalmente la oferta.

Respecto a la secretaría de Organización, en el entorno de Sánchez aseguraban ayer que no hay ningún cambio respecto a que José Luis Ábalos es la apuesta para ocupar ese puesto. Se da por hecho desde hace semanas, aunque ayer en el equipo de Sánchez aseguraban que no podían comunicar oficialmente la designación. «Lo será al 98%», decían fuentes de su equipo.

La razón de tanta prudencia es que el gran caballo de batalla que se está encontrando Sánchez es la configuración de las responsabilidades en el grupo parlamentario. Un cometido que inicialmente se había reservado para la asturiana Adriana Lastra. Pero sucede que su perfil está más enfrentado al de los miembros del grupo parlamentario (la mayoría), que apoyaron a Díaz. A la asturiana se le presupone un papel más orgánico que institucional. Por eso se barajó la posibilidad de mantener a Ábalos en la portavocía que ocupa provisionalmente tras las primarias, ya que la secretaría de Organización podría recaer en la propia Lastra o en otros perfiles que han apoyado a Sánchez como Santos Cerdán y Francisco Salazar.

Aunque desde el equipo de Sánchez indicaban ayer que lo más probable sigue siendo que estos dos últimos estén en la Ejecutiva con áreas que dependan de la cartera de Organización y que ésta la ocupe Ábalos. Pero también señalaban que no se quiere prescindir del valenciano en el Congreso. Y una opción es que ocupe la presidencia del grupo parlamentario, un puesto que le reforzaría como número 2 del PSOE y le permitiría ser el contrapunto de Mariano Rajoy, algo clave en una legislatura en la que Pedro Sánchez no estará en el Congreso.

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