Así baja la inmigración: Marruecos rescata pateras, vuelo directo a Mauritania para los que llegan a Canarias

Salvamento Marítimo estuvo ayer por la mañana buscando durante horas una embarcación amenazada de naufragio con 34 inmigrantes a bordo. El radar del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) recibió un «eco» que centró las labores de rastreo al sureste del faro de la Entallada, en Fuerteventura . En algún momento se dijo que a unos 40 kilómetros de tierra. La realidad es que la patera y sus ocupantes fueron finalmente auxiliados por la Gendarmería marroquí, que dijo haber localizado el pasaje a seis millas náuticas (11 kilómetros) de las costas del Sahara. Lo de su cercanía de las Canarias, se dijo ayer, fue una pista equivocada.

La implicación de Rabat en el rescate en el Mediterráneo, -y según puede verse, también en el Atlántico- ha contribuido a reducir en 2019 el cómputo de entradas irregulares de inmigrantes a España a la mitad. Su presión en el primer área, el Estrecho y Alborán, está llevando a las mafias a desplazar el tráfico de personas al archipiélago canario, donde ayer, el propio delegado del Gobierno, Juan Salvador León (PSOE) informó de que 60 inmigrantes llegados en una embarcación, al parecer el día 24, fueron el lunes devueltos en un avión rumbo a Mauritania, de donde habían partido hacia las islas.

«Todas las devoluciones se hacen legalmente», insistió el delegado del Gobierno, antes de recordar que Mauritania y España tienen un acuerdo de colaboración por el que este país africano acoge a todos los inmigrantes que salen desde sus costas. Se trata de un acuerdo de 2003 en materia de inmigración, que ampara en su artículo IX la devolución de nacionales de terceros países.

Esta práctica fue denunciada el viernes por el Servicio Jesuita de Migraciones, según quienes España puede estar vulnerando la legalidad internacional al devolver a Mauritania a ciudadanos malienses, que a su vez son expulsados a su país, que está considerado zona de convlicto.