El asesino de Pioz «sabe lo que hace y lo que porque quiere», señalan los peritos
Las cuatro víctimas murieron desangradas y no fue una muerte «instantánea»
Patrick Nogueira se enfrentó ayer –en una interminable sesión– a la ciencia y a los expertos en analizar mentes y no salió bien parado. Los forenses que hicieron las autopsias de sus cuatro víctimas, los histopatólogos y los expertos en Criminalística de la Guardia Civil lo colocaron delante del horror que había tratado de orillar su defensa –y que él ha silenciado durante dos años– y no ahorraron ningún detalle sobre cómo mató a sus tíos y a sus primos, cómo fue imposible que se defendieran, cúanto tardó su agonía y cómo los atacó en zonas vitales, segándoles el cuello, consciente de que les estaba quitando la vida.
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Los segundos, los psicólogos y psiquiatras que le entrevistaron y los que han aportado las acusaciones, dinamitaron su única línea de defens a, basada en que tiene un daño neurológico que le impide controlarse. Todos lo calificaron de psicópata . «Sabe lo que hace y lo hace porque quiere», concluyeron las médicos forenses, una de ellas psiquiatra, que destacó que tiene poca «capacidad de empatizar», pero no carece de discernimiento.
Un psicópata manipulador
Durante más de hora y media dos psicólogas le describieron con precisión y ampliaron lo que ya habían escrito en sus informes. «Manipulador, sin empatía ni sensibilidad, sin emoción». Todos esos calificativos aparecieron pero nada de eso le impide comprender lo que hace. «Su capacidad cognitiva y de discernir, así como su voluntad, están totalmente completas», explicó una psiquiatra.
Añadieron que tiene una «hipofunción», pero eso no significa nada determinante. Las expertas se enzarzaron en una intensa discusión con la abogada del acusado, Bárbara Royo, quien defiende que el daño neurona l que sufre su cliente lo predetermina para matar.
La psiquiatra que compareció ayer descartó dicha teoría. «No todo el que tiene hipoactividad mata ni todos los que matan presentan ese TAC. Ni todos los psicópatas son asesinos ni todos los asesinos son psicópatas». Y añadió que un informe neurológico no puede determinar la inimputabilidad de una persona
Los cinco forenses que realizaron el informe psicológico y psiquiátrico de Nogueira fueron coincidentes también en que «conocía las consecuencias y de hecho trató de evitar ser descubierto». Las psicólogas indicaron que «puede mentir con total frialdad para una ganancia secundaria» . Fue revelador algo que explicaron: «En las entrevistas, la preocupación que tenía era por su situación, por cómo iba a encaminar su vida al salir de la cárcel». Esa idea coincide con la expresada el viernes por los investigadores del caso que dejaron de manifiesto que Nogueira solo se entregó cuando se vio acorralado . Pero eso «no es colaboración», según recalcaron.
Antes de los expertos en la mente, declararon los encargados de las autopsias. Casi todas las heridas que inflingió Nogueira a sus tíos y primos el 17 de agosto de 2016 las hizo a la altura del cuello; fueron mortales de necesidad. En el caso de su tía Janaina la atacó entre la zona lateral y trasera, mientras ella, ajena a lo que le esperaba, fregaba los platos, lo que desmonta la teoría del homicidio. Su defensa sostiene que las muertes de los dos adultos fueron homicidios y no asesinatos y solicita cinco años de prisión por cada uno.
Frente a esa teoría, los forenses explicaron ayer que la herida que presentaba Marcos Campos en la mano no era de ataque, sino de defensa, una defensa instintiva y mínima. Ninguno de los dos tuvo opción de algo distinto. Marcos presentaba 14 herida s en el cuello; Janaina, dos; y los pequeños, también. Las cuatro víctimas murieron desangradas por los cortes en el cuello y sus muertes «no fueron instantáneas», pero sí «rápidas».
Lóbulo derecho afectado
El informe pericial de la defensa concluyó que el cerebro del acusado «no es normal» y que presenta un daño crónico y antiguo, que afecta a su actividad cerebral, informa Efe.
El informe de la defensa ha contado con un PET-TAC que se realizó a Nogueira en julio y que, tal y como expuso uno de los peritos -experto en medicina nuclear-, revela que una parte del cerebro, en concreto el lóbulo temporal derecho está afectado y «no funcionar como debería funcionar».
También se ha explicado que, cuando una persona tiene el lóbulo derecho afectado, aumenta la agresividad y la inhibición, es decir, que conductas que normalmente se frenarían, no se frenan, al tiempo que aumenta la irritabilidad.
