Rajoy vs Sánchez: un cara a cara lleno de agresividad

Se ha notado que el debate sobre el estado de la Nación cae en año electoral. El cara a cara entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha dejado un tono agresivo, acusaciones y desmentidos en ambos casos, aunque especialmente llamativo en el caso de Rajoy por su crudeza y en el de Sánchez por su tono irónico.

En el discurso de esta mañana, de 91 minutos de duración, y al igual que en otras ocasiones, Rajoy ha preferido moverse en el terreno de los datos al de las emociones. Con un discurso leído, como suele hacer en las grandes ocasiones, Rajoy se ha dirigido a los suyos y al electorado y tan solo ha deslizado dos críticas directas al principal partido de la oposición.

La primera, tras las quejas de la bancada socialista al hablar de las pensiones, cuando Rajoy contraatacaba: «No, es que ustedes las congelaron». La segunda, cuando Rajoy se preguntaba sobre la cantidad de empleo que hay que recuperar. «La respuesta es muy sencilla, desde luego, todos los que ustedes destruyeron, eso seguro, y más», decía Rajoy. Parecía que pese al contenido poco emotivo y más analítico, el discurso gustaba: hasta en 37 ocasiones han interrumpido al presidente los aplausos de su grupo. Su palabra más repetida: España.

El tono cambiaba con la primera intervención de Pedro Sánchez, quien se ha presentado después de comer en su primer debate del estado de la nación mucho más agresivo. En sus primeros 36 minutos de intervención se ha ganado más abucheos por parte de la bancada ‘popular’ que los que ha tenido Rajoy durante toda su primera intervención. Hasta en cinco ocasiones ha tenido que intervenir el presidente del Congreso, Jesús Posada, para restaurar el orden.

Sánchez ha llegado a recordar en un momento al proganizado el año pasado por su predecesor en el cargo, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando leía una batería de titulares, aunque Sánchez ha preferido quedarse con algunas portadas de diarios. «¿Quién miente, señor Rajoy?», le decía a continuación. En un discurso también leído, aunque mucho más gesticulado, Sánchez ha recurrido en diversas ocasiones a chascarrillos, ironías y a un tono autosuficiente. «Hubo rescate en toda su versión y fue para salvar al soldado Rato», era una de sus frases, que era abucheada por los populares y aplaudida por los socialistas —una de las 25 ocasiones en las que lo han hecho desde su bancada—. Su palabra más repetida: Bárcenas.

En la réplica de 20 minutos, Rajoy ha entrado por fin a la carga y ha adaptado su tono al de Sánchez. «Usted piensa más en el señor Iglesias que en España», comenzaba el presidente del Gobierno con un tono duro. Se nota la cercanía de elecciones. «Debería tener más nivel en sus intervenciones» o «no sé si de Guindos será presidente del Eurogrupo, pero desde luego usted no lo podría ser nunca después escuchar sus recetas en política económica» eran algunas de sus respuestas.

La última contestación de Sánchez ha transcurrido en 13 minutos y, sorprendentemente, la tenía escrita, algo que no se le ha pasado a Rajoy. «Se esconde detrás del plasma y de sus ministros, pero por mucho que intente evadirlo, es su responsabilidad». El líder del PSOE ha acusado a Rajoy de causar inseguridad. «Han venido con la propaganda pero no con la razón».

La última réplica de Rajoy ha durado apenas cuatro minutos. No quería repetirse, ha dicho. Pero el tono de dureza que ha empleado Rajoy es difícil de encontrar en otras de sus intervenciones. «Yo le tomo más en serio a usted que muchos de los suyos, y mi trabajo me cuesta», decía Rajoy. «No vuelva usted aquí a decir nada, ha sido usted patético», concluía.