Un semillero para la fiebre del emprendimiento

Lanzarse a crear un nuevo negocio no solo requiere de pasión, dedicación y una buena idea. Disponer de la formación adecuada puede marcar las diferencias entre el sueño del proyecto vital y la pesadilla mal planificada

CHARO BARROSO

Además de impulsar la empleabilidad, los másteres también se han convertido en un semillero de emprendimiento. Una llave maestra para que los alumnos creen sus propios negocios y den forma a unos sueños de los que son dueños absolutos. Nacho de Pinedo, CEO y confundador de ISDEI, tuvo claro un día que el futuro pasaba por emprender. «Abandoné mi puesto como director de Marketing de una gran corporación (Canal + y Digital +) porque estaba seguro de que había que dar el salto y construir al margen de las grandes empresas y que, además, había que hacerlo sobre la digitalización. Y no me arrepiento ni un segundo».

Para Pinedo, en el «boom» emprendedor generado en torno a los másteres han confluido una serie de factores. Por un lado la crisis económica, que dejó un mercado laboral que en nada se parece al de hace diez años. «Hay que estar preparado para un modelo de futuro donde se trabajará a un ritmo diferente, con una mayor utilización de nuestro tiempo de manera flexible y en cualquier parte, en cualquier país». Y por otro, el entorno digital favorece la cultura del «Hazlo tú mismo».

Para Ignacio Santamartina, director del Máster de Emprendimiento e Innovación del EAE Business School, conviene precisar que «aunque se tenga una idea estupenda hay que emprender con conocimiento y rigor. Hay que tener mesura y no volverse loco» y reconoce que ha visto casos de jóvenes que han arruinado a sus padres por perseguir una idea que no es viable. «No hay que resistir ni defender los proyectos hasta morir porque, además, en esto del emprendimiento es importante la política de ensayo y error. No todos las primeras ideas generan empresas de éxito» Creativos, rápidos, centrados en la digitalización y con sólidos conocimientos adquiridos en másteres donde reciben la formación de grandes expertos, los nuevos emprendedores pisan fuerte. ¿Creemos que está todo casi inventado? Para nada. Aquí nos muestran toda una batería de ideas:

Toni Moret

Infomix, el Netflix para ir en bus. Toni Moret siempre tuvo Infomix en la cabeza desde que estudiaba periodismo: una plataforma de video bajo demanda que impulsa el talento joven audiovisual con contenidos de corta duración y que ofrece formatos de ficción y entretenimiento para todos los públicos. «Un día en la universidad nos presentaron el programa Educa 2020 para emprendedores y decidí presentar mi idea. Mi sorpresa fue cuando recibí una carta en la que se me explicaba que había sido premiado como mejor proyecto nacional. No me lo podía creer», explica recordando aquel momento. Esa fue su puerta de entrada al máster MBA de la Escuela de Organización Industria (EOI) donde fue becado. Algo que, reconoce, «me cambió la vida personal y profesionalmente, porque yo había puesto en marcha mi proyecto desde la propia experiencia, sin formación alguna y con toda la carga de posibles errores que ello implica, y durante el máster conseguí darle forma a todas mis ideas».

Los creadores del bolso que limpia el aire

El bolso que limpia el aire. Camila Chacón, Magda Pommares, Mariona Goya y Daniel González, alumnos de máster del EAE Business School, lo tuvieron claro cuando desde el grupo LVMH (Louis Vuitton) les plantearon innovar en «la experiencia de lujo del mañana». Su apuesta no se centró en el diseño, ni en tendencias estéticas de futuro, sino que decidieron asegurar precisamente eso, un mañana. ¿Cómo? Creando el primer bolso capaz de limpiar el aire. Para ello, su interior está formado por microalgas marinas que, a través de la fontosíntesis, transforman el dióxido de carbono en oxígeno puro, simulando un biorreactor de algas natural. Camila Chacón, una de las integrantes de este equipo es de esas jóvenes que tienen −como ella dice− clara su hoja de ruta. Colombiana, estudió comunicación social y periodismo, viajó hasta España para cursar en Pamplona un máster sobre Recursos Humanos y ahora otro para centrarse en el Endomarketing. «Tenía clara la importancia de cursar un par de máster tras los estudios para que todos fueran complementarios», explica.

Raúl del Pozo

Emprendimiento Cink. Cursó hace nueve años el MBI (Master in Business Innovation) de Deusto Business School, el mismo en el que hoy imparte algunas clases, porque Raúl del Pozo es de esos empresarios que apostó por el reciclaje formativo. Abandonó su trabajo como director de su propia empresa de tecnología de software para cursar un máster «que me hizo repensar las cosas, descubrir otros mundos, conocer a directivos de otras empresas y ver lo que se hacía en otros países», cuenta Raúl, que descubrió el germen de lo que hoy es Cink Emprende al pasar las puertas de Cambridge durante uno de los viajes del máster. Entonces tuvo claro lo que hoy se ha convertido en un «boom», en que el emprendimiento era la clave del futuro y diseñó una empresa que se convirtió en gestora de aceleradoras, vivero de empresas y capaz de ofrecer todos los servicios de consultoría y ayuda a las nuevas startups, en unos tiempos en lo que todo ello era novedoso. Hoy trabajan en ella 35 personas bajo la batuta de Raúl, padre de cuatro hijos, y para quien la conciliación laboral también es importante.

Los creadores de Chipi App

Chipi App encuentra al más rápido. Tras cursar el Máster Internet Business del Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI), Emilio Mellado, Jorge Jurado y Javier Gálve se unieron para crear una empresa de captación de clientes on line. «Una tarde llegábamos tarde a una reunión −explica Emilio− y no había manera de pedir un taxi. Comenzamos a abrir una a una todas las aplicaciones de servicios alternativos para ver si quedaba alguno disponible. Y ahí nació Chipi, ¿cómo era posible que no existiera algo capaz de unificar a todos?». Así que dicho y hecho. La aplicación compara en tiempo real el precio y el tiempo de espera de Cabify, Uber, Mytaxi, Car2go… En Madrid han alcanzado los 35.000 usuarios. Emilio ha dejado su trabajo como piloto instructor de Boieng 737 para llevar a cabo este proyecto. Él estudió Gestión aeronáutica y piloto comercial, Jorge Administración de Empresas y Javier, Derecho. Todos han encontrado su puerta al emprendimiento gracias a un máster en donde «encuentras la formación y los apoyos para que alguna de las muchas ideas que se tienen a lo largo del curso pueda ejecutarse con éxito».

Welguest Experience, todo para el turista. Terminó la doble licenciatura en Administración de Empresas y Relaciones Públicas, y cuando estaba a punto de irse a buscarse la vida a Australia, el Máster de Dirección Comercial y Márketing del Centro de Estudios Financieros (CEF) se cruzó en su camino gracias a un consejo de su padre. «Durante ese tiempo estuve realizando prácticas en una empresa de un emprendedor y ahí me di cuenta de que lo importante era luchar por mis sueños y que aunque siempre se asume un riesgo, con trabajo se puede tener éxito. Así que un día me despedí y me lancé a crear Welgues», explica Pedro Jiménez Castillo. Hoy, tiene su propia empresa especializada en ofrecer al turista que visita Madrid todas las facilidades que requiera su viaje, una experiencia que se ofrece siempre que el propietario del apartamento la haya contratado. «Hacemos que no falte de nada, basta con planificar el viaje, seleccionar lo que se necesita y encontrarlo todo preparado a la llegada»,

Los tres creadores del pastillero inteligente

El pastillero más inteligente. «El emprendimiento es algo que llevo en la sangre», explica Alberto Jaén, que gracias a la colaboración de Business School y Citi, ha podido realizar un curso de Emprendimiento e Innovación y presentar, junto a otros compañeros llegados todos del máster de Ingeniería Industrial de la Politécnica, un pastillero inteligente. «Con una madre y una hermana médico y una abuela que toma al día hasta doce pastillas no podía ser de otro modo», reconoce. La idea es hacer la vida más fácil a todas aquellas personas que se medican gracias a una aplicación móvil que avisa al paciente de la hora de ingesta del medicamento». Permite además hacer un seguimiento de las tomas, al que tienen acceso familiares e incluso el propio médico que, además, puede cambiar la receta con tan sólo enviar la información al pastillero, explica Alberto, que reconoce que «el proyecto surge por pasión, como la de muchos emprendedores, pero luego se necesita de una formación adecuada para conseguir sacarlo adelante y eliminar los errores que pueden provocar su hundimiento».

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