El sector logístico se reconfigura para digerir su «boom»

El auge del «ecommerce» pone a prueba a un negocio obligado a ganar en músculo innovador, eficiencia y capacitación tecnológica

Los expertos anticipan un escenario de fusiones y la patronal exige al Gobierno frenar la subida de impuestos para no ahogar la inversión

Black Friday 2020 | Las mejores ofertas en directo

Laura Montero Carretero

Laura Montero Carretero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mientras que actividades como el turismo o la hostelería recorren una extenuante travesía por el desierto desde que la crisis sanitaria irrumpiera en nuestro país, los operadores logísticos viven un momento de máxima efervescencia derivado de los nuevos hábitos de consumo surgidos al calor de la pandemia . Aunque el sector no ha sido inmune al zarpazo del coronavirus, ya que se ha visto perjudicado por toda la logística asociada con la industria , es decir, los movimientos de grandes volúmenes –que han sufrido un retroceso del 50%–, el fuerte repunte registrado por las compras online ha sido un asidero al que agarrarse en un contexto de incertidumbre y colapso económico.

Francisco Aranda , presidente de UNO, organización empresarial de logística y transporte de España, cifra en un 50% el crecimiento experimentado por el comercio electrónico durante el confinamiento . «Los que ya compraban a través del canal digital profundizaron en esa decisión y los mayores de 45 años que nunca lo habían utilizado recurrieron a él y la experiencia fue positiva, por lo que cuando terminó el encierro el e-commerce siguió mostrando un crecimiento, en concreto, del 30%», explica.

Nadie esperaba tener que enfrentarse, de un día para otro, a un aumento tan fuerte de las compras a través de internet . «Ha habido muchas empresas que no tenían todavía los procesos adaptados a esa nueva situación. En la pandemia lo han salvado porque el cliente estaba en casa y con recibir el pedido era suficiente, pero ahora vuelve a querer que la mercancía le llegue un día y hora determinada. La digitalización y la automatización es un gran desafío en el que el sector tiene que mejorar muchísimo », destaca Antonio Iglesias , coordinador del Máster de Logística y Cadena de Suministro de ESIC.

Y es que la exposición a un consumidor cada vez más exigente desde el punto de vista de los costes de envío, el plazo y lugar de entrega o la trazabilidad del paquete, abre un reto mayúsculo que puede alterar el tablero actual de jugadores. «El auge del comercio electrónico implica grandes inversiones tecnológicas, que obligarán a las empresas a hacerse más grandes. Vamos a asistir a procesos de fusiones incluso a nivel europeo porque se moverán mercancías de un punto a otro y se tiene que hacer de forma ágil y rápida», pronostica.

Lo cierto es que el comercio electrónico ya venía reflejando una evolución positiva en nuestro país antes del estallido de la pandemia. En el cuarto trimestre de 2019 alcanzó una facturación de 13.365 millones de euros, un 23,5% más interanual. De enero a marzo de este ejercicio (última cifra disponible) se situó en los 12.243 millones, un 11,6% más que en el mismo periodo del año anterior , según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Atendiendo al número de transacciones, en el primer trimestre de 2020 se totalizaron 226,6 millones, un 11,4% más interanual.

Interés inversor

El recorrido al alza del «e-commerce» ha erigido al mercado logístico como un foco importante para la inversión . «Era el gran desconocido hasta 2014, cuando se empieza a ver que la logística ocupa un lugar muy importante en la economía del país y no hay tanto riesgo de que ese activo pierda valor o se encuentre desocupado. Ahora, con la previsión de crecimiento del "e-commerce", hay más fondos introduciéndose en este segmento como un sector defensivo en la inversión inmobiliaria frente a otros como puede ser el retail o las oficinas, que están sufriendo más», subraya Fernando Sauras , director de Inversión Industrial y Logística España de BNP Paribas Estate. «Estos activos ofrecen una mayor rentabilidad, menores costes y una mayor facilidad de gestión, son puntos importantes que están influyendo para atraer más capital», agrega.

Un reciente estudio de la consultora revela que en el tercer trimestre del año, esta tipología de activo ha acaparado el 22% de la inversión en inmobiliario en España , solo superada por retail (29%) y edificios de oficinas (26%). Así, de julio a septiembre, se han cerrado operaciones de inversión por un volumen total de 460 millones, mientras que en lo que llevamos de año la cifra asciende a los 900 millones. «2019 acabó por encima de los 1.800 millones de euros y en 2020 vamos a estar muy cercanos a los 1.400 millones , lo que significa que será el segundo año récord de toda la serie histórica 2007-2020», apunta Sauras.

El sector está de moda. «De ser un área de la que casi ni se hablaba ha pasado a estar en boca de todos», resume Antonio Iglesias. En este contexto de crecimiento acelerado, impulsado en los últimos meses por una crisis sanitaria sin precedentes que ha provocado la eclosión definitiva del comercio electrónico en España, cabe preguntarse si es posible que se esté generando una burbuja en torno al sector. «Sí existe ese riesgo y hace falta concienciar. Cuando alguien intenta adentrarse en este negocio, debe entender muy bien cuáles son las claves de su funcionamiento, no vale con decir que es un sector fácil o que está al alza. Puede ser fácil en un inicio, pero el riesgo de pinchar está muy latente », advierte Susana Vale , directora de Zaragoza Logistics Center.

Se trata, además, de un sector con gran dinamismo, que tendrá que hacer una serie de deberes si no quiere que el esfuerzo realizado en los peores momentos de la pandemia caiga en saco roto. «Hace años que oímos hablar del blockchain o de los vehículos autónomos, pero es ahora cuando se están convirtiendo en una realidad. Saber cómo se pueden escalar estas tecnologías a la logística es el reto principal , sobre todo porque a menudo implica cambios en la filosofía de las empresas y en la forma de trabajar, con la supresión de mano de obra por máquinas, por ejemplo, lo cual da lugar a su vez a nuevos empleos…», comenta Vale.

Incertidumbre

Para que estos ambiciosos cambios lleguen a buen puerto será necesario que los actores del sector no se vean perjudicados por las decisiones tomadas desde los poderes públicos , algo que en este momento es motivo de preocupación. «El proceso de crecimiento de nuestro sector es incompatible con la idea del Gobierno de subir los impuestos . Las empresas tienen recursos o para contratar e invertir en digitalización, lo cual provocará más actividad económica, o para pagar los incrementos de impuestos», alerta el presidente de la patronal UNO.

Otro de los aspectos que estima esencial para que la logística se convierta en un sector potente a futuro en la economía española es «mayor flexibilidad en las relaciones laborales» . Y en una sociedad cada vez más concienciada con el cuidado del planeta, el compromiso verde es ineludible . «La sostenibilidad medioambiental es un gran reto. Se pueden hacer un sinfín de cosas, desde utilizar vehículos con energías alternativas hasta planificar mejor las rutas o compartir recursos a través de la colaboración porque no tiene mucho sentido que a un domicilio lleguen tres paquetes en un día y cada uno lo traiga un operador distinto. Es un tema que empieza a estar en la agenda de las compañías», afirma José Estrada , director general del Centro Español de Logística. «Las empresas están muy sensibilizadas, pero necesitamos que el Gobierno ayude en la transformación hacia los vehículos ecológicos, en este momento mucho más caros que los de energías tradicionales», apostilla Francisco Aranda.

En la llamada última milla, la red de distribución a domicilio al usuario final, también habrá una profunda transformación. «El 80% del consumidor español todavía quiere que le lleven la mercancía a su casa, pero eso es insostenible, genera una cantidad de recursos humanos importante. Tendremos que ir hacia modelos colaborativos . Los repartidores en lugar de entregar cliente a cliente podrían dejar la mercancía en unas consignas», dice Antonio Iglesias. Asimismo, los micro hubs, pequeños almacenes en el centro de la ciudad, serán cada vez más frecuentes para la optimización del reparto urbano.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación