Juan Rosell, presidente de la CEOE
Juan Rosell, presidente de la CEOE - Juan Manuel Serrano Arce

Rosell: «En España hemos convencido a los sindicatos de que hay que ayudar, no solo pedir»

El presidente de la CEOE participa en el Foro de Inversión y Negocios que se celebra en Buenos Aires

BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
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Alfonso Prat Gay, ministro de Hacienda y Finanzas, encuadró la dimensión que tiene para el Gobierno el Foro de Inversión y Negocios que se celebra en Buenos Aires: «Se discute el futuro de Argentina». El hombre de Mauricio Macri que llevó la batuta para saldar este año, en tiempo récord, la deuda con los 'holdouts' (acreedores que no entraron en las reestructuraciones de deuda la última década) reconoció: «estamos atravesando momentos de dificultad».

Pese a todo, añadió, la «proyección de crecimiento del año que viene es del 3,5 por ciento. Será el más alto de los últimos tres años». Tras su intervención en el Foro, Jorge Triaca, ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social participó de una mesa redonda con, entre otros, Juan Rosell (CEOE), donde recordó que en «últimos cinco años no creció el empleo en el sector privado.

Ese es el desafío que nos plantea el presidente Macri, generar oportunidades de desarrollo» para que lleguen «inversiones que impacten en la generación de empleo». En este marco, el ministro arrojó dos datos que ilustran la situación, «hay un 9,3 por ciento de desocupación» y «más del 30 por ciento de la población trabaja en el sector informal» (en negro).

El presidente de la CEOE, a su turno, habló de la experiencia española y advirtió, «el problema número uno en un país siempre es el mismo: el desempleo» y éste, «no se genera por milagro». Con una visión global, Rosell planteó la necesidad de «crear muchas empresas en el mundo» porque, «son las que crean empleo y riqueza».

El desafío, dijo, «es cómo transformar la informalidad en formalidad. Ese es el problema», insistió. Para empezar, propuso, en simultáneo, recurrir a «la vía del convencimiento y la penalización». El objetivo es que las empresas con trabajadores en negro, «no puedan competir en mercados competitivos con ventaja». «En España –continúo- hemos hecho avances importantes. Hemos convencido a los sindicatos de que no están solo para pedir, están para ayudar» porque, «los problemas se solucionan todos juntos y no por arte de magia». Con una visión crítica, Rosell señaló la complejidad legislativa que hay «en España, donde, muchas veces, se cambian leyes todos los días».

Román Escolano, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, recordó que «la última operación importante del Banco fue en el 2002» pero ahora, «decidimos volver a analizar, a estudiar y desarrollar operaciones en Argentina. Ese –garantizó- es el mensaje más importante».

David Herranz, Director Ejecutivo de Adecco LATAM (Argentina), se centró en la necesidad de disponer de «reglas de juego previsibles y definibles» y lamentó que «uno de cada tres jóvenes que contratamos en Argentina viene del mercado informal. Argentina tiene las mejores universidades de Latinoamérica y las tasas mas altas de desempleo. Eso no cuadra».

En una línea similar Miguel Kozuszok, presidente de Unilever, «con 90 años en Argentina», consideró que, «el crecimiento de cualquier economía que no lleve aparejado la generación de empleo no es sostenible». Francis Mauger, director ejecutivo de Carrefour (Francia), la compañía que tiene 20.000 empleados en Argentina propuso, «abrir el mercado, no cerrarlo y permitir la importación. Nunca el proteccionismo trae modernidad», pronosticó. Sus palabras se enmarcan en el debate que hay en Argentina sobre si deben liberarse las importaciones, obstaculizadas o bloqueadas en su mayoría durante los Gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner. En su intervención se animó a defender, «una mayor flexibilidad laboral». Los poderosos sindicatos argentinos, si le escucharon, lo habrán hecho como quien oye llover.

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