Máquina de tabaco en un bar de Madrid
Máquina de tabaco en un bar de Madrid - MAYA BALANYÁ

¿Por qué se ha puesto el sector de las máquinas de tabaco en huelga?

Un dispositivo que cede información a las firmas tabaqueras sobre las ventas, el origen de la discordia

MADRID Actualizado: Guardar
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Durante toda esta semana, 50.000 de las 150.000 máquinas expendedoras que existen en toda España, permanecerán apagadas. El resto mantendrán servicios mínimos. La Asociación Española de Puntos de Venta con Recargo (AEPVR), que reúne a propietarios, fabricantes y estancos que suministran a puntos de venta y las propias compañías fabricantes de tabaco, ha convocado la primera huelga de su historia en protesta contra las sanciones impuestas por el Comisionado de Mercado de Tabacos (CMT), organismo regulador adscrito al Ministerio de Hacienda.

¿A qué se deben estas reivindicaciones? Las protestas de los propietarios e instaladores de las máquinas de tabaco se deben a la eliminación por parte del organismo regulador del sector, el Comisionado de Mercado de Tabaco (CMT), de los acuerdos por los que estos dispositivos cedían información a las principales firmas tabaqueras sobre cuáles eran las marcas y los tipos de cigarrillos más vendidos mediante un módem instalado en estos dispositivos.

El Comisionado considera que se trata de contratos de publicidad y que favorece a unas marcas frente a otras. La asociación de puntos de venta, por su parte, denuncia que su continuidad es vital para la supervivencia económica del sector. Algo que empuja a estos aparatos a una «muerte lenta y agonizante, al encontrarse con multas de hasta 120.000 euros por contratos con las compañías tabaqueras, que ascendían a 500 euros». Esta situación pone también en riesgo, según los convocantes, más de 2.000 puestos de trabajo.

«Sin los pagos por información de ventas, las máquinas de tabaco en muchos bares, restaurantes, kioscos y gasolineras van a desaparecer», subrayó recientemente el presidente de la AEPVR, Daniel López Cañizares. La asociación calcula que sin los contratos legales por venta de información podrían desaparecer cerca de 40.000 máquinas de tabaco.

Los titulares de las expendedoras sostienen que han determinado llevar acabo este paro tras obtener únicamente negativas a negociar y que no cejarán si el CMT no está «dispuesto a escuchar al sector y velar realmente por él». Al primer paro que arrancó ayer se podrían sumar nuevas convocatorias cada mes si el organismo dependiente del departamento dirigido por Cristóbal Montoro no se presta a negociar con el sector. La asociación de los puntos de venta automáticos calcula que cada semana de huelga supone que se dejen de vender seis millones de cajetillas.

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