El sector de máquinas de tabaco convoca por primera vez en su historia una semana de huelga

Durante una semana, 50.000 de las 150.000 máquinas expendedoras que hay en toda España, permanecerán apagadas. El resto mantendrán servicios mínimos. La Asociación Española de Puntos de Venta con Recargo (AEPVR), que reúne a 20.000 socios propietarios y fabricantes de máquinas de tabaco, ha convocado una huelga que ha comenzado hoy y se extenderá hasta el próximo domingo para exigir una reunión con el Comisionado de Mercado de Tabacos (CMT). La organización ha determinado llevar acabo este paro, el primero de su historia, tras obtener únicamente negativas por parte de este organismo adscrito al Ministerio de Hacienda. AEPVR calcula que la huelga supondrá una bajada de las ventas de seis millones de cajetillas a la semana.

La asociación explica que los propietarios de estas máquinas se enfrentan a sanciones de 120.000 euros por parte de la CMT y que estas multas conllevarían la pérdida de casi 2.000 puestos de trabajo.

La de hoy puede ser la primera jornada, puesto que la AEPVR ha amenzado con convocar nuevos paros, cada mes, si el CMT no está «dispuesto a escuchar al sector y vele realmente por él».

Las reivindicaciones de los dueños de estos dispositivos están originadas -además de por lo que la AEPVR considera falta de comunicación con el regulador del mercado tabaquero- por los expedientes sancionadores interpuestos por la CMT. El organismo se opone a los acuerdos suscritos entre estas firmas y las compañías tabaqueras por las que aquellas suministran información sobre cuáles son las marcas más vendidas en las expededoras.

Los propietarios sostienen que estos contratos resultan vitales para la viabilidad económica de los puntos de venta automática. «Sin los pagos por información de ventas, las máquinas de tabaco en muchos bares, restaurantes, kioscos y gasolineras van a desaparecer y serán la puerta de entrada al tabaco de contrabando», subrayó recientemente el presidente de la AEPVR, Daniel Lopez Cañizares. La asociación calcula que sin los contratos legales por venta de información podrían desaparecer cerca de 40.000 máquinas de tabaco.

López Cañizares defiende que estos aparatos, que aglutinan el 40% de las ventas, resultan esenciales «para garantizar el correcto funcionamiento del mercado del tabaco» e impedir el consumo de tabaco por parte de menores, gracias a sus sistemas de control (normalemente, mandos a distancia para desactivar las máquinas), y el contrabando.