Portugal se pone las pilas en el gran filón renovable brasileño
El nuevo megaparque solar de EDP y el desembarco de Galp ratifican que las firmas lusas no quieren dejar pasar su gran ocasión de expansión natural
La energía renovable ‘made in Portugal’ mira hacia el inmenso mercado de Brasil , una gigantesca ventana de oportunidad y una forma de expansión natural dado el coprotagonismo del idioma portugués y los fuertes lazos comerciales que se mantienen con la antigua colonia lusa. El gigante sudamericano aparece en el horizonte como una puerta abierta a las grandes dimensiones , lo cual redunda en unas posibilidades de crecimiento promovidas desde la propia Comunidad de Países de Lengua Portuguesa. Pero la oportunidad renovable en Brasil atrae a actores de todos los tamaños y países . Y parece que las empresas lusas no están dispuestas a ceder su posición de ventaja en la salida de esta dura carrera empresarial.
Es la compañía líder en el sector, EDP (Energía de Portugal), la que ha tomado la delantera gracias a la inauguración de un macroparque con 600.000 paneles solares en el estado de Sao Paulo , uno de los más desarrollados del país de la bossa nova y la samba. Basta un dato muy gráfico para hacerse idea de la capacidad industrial que acumulará la iniciativa: puede abastecer a una ciudad con 750.000 habitantes . De modo que EDP no ha escatimado en recursos y ha realizado una apuesta a lo grande, que por algo el entorno lo requiere y lo permite. De otro modo, correrían el riesgo de quedarse claramente cortos y no serviría entrar en juego allí. Se tratará, en consecuencia, del mayor parque solar auspiciado por el grupo empresarial , introducido en España unos años atrás tanto en la franja norte como en la zona de Andalucía colindante con el Algarve.
En realidad, el mastodóntico conjunto estará compuesto por cinco parques ‘convencionales’, yuxtapuestos y sumados en una estrategia realmente ambiciosa. La capacidad anual de producción es estratosférica, ya que hablamos de 547.000 megavatios . La construcción se localiza exactamente en Pereira Barreto y su puesta de largo pone de manifiesto que EDP va a por todas en el segmento de las renovables, con una diversificación en ciernes que aún está lejos de tocar techo.
Ambición
«Brasil es un mercado clave para la concreción de nuestro plan de negocios», ha declarado el presidente ejecutivo del conglomerado, Miguel Stilwell d’Andrade . Además, aprovechó la ocasión para anunciar: «A medio y largo plazo, iremos presentando más proyectos similares en la región».
La comercialización de la energía se hará vía EDP Brasil, situada en tercera posición en la lista especializada del enorme país sudamericano. Stilwell añade que «el proyecto está completamente alineado con los ambiciosos compromisos de transición energética asumidos por EDP». Un esquema altamente productivo desde el punto de vista de los objetivos trazados por la compañía , que pasan por evitar la emisión de más 150 toneladas de CO2.
Por su parte, otra empresa portuguesa pujante en el sector, Galp, no desea quedarse atrás y entra en competición. Y lo hace con una apuesta en el ámbito de la energía renovable, tal cual evidencia su rápida respuesta. Es así como pretende rebajar de forma sustancial sus emisiones carbónicas, en un ejemplo más de que Portugal se ha puesto las pilas con los suministros limpios.
Será un «salto importante», de acuerdo con las previsiones de una firma que está presente en España con una red de gasolineras. En un comunicado enviado a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM), se reflejan de manera diáfana las intenciones de la compañía: la adquisición de dos proyectos solares en los estados de Bahía y de Río Grande del Norte . La capacidad total ascenderá a 594 picos de megavatios, que es la unidad de medida si hablamos de la energía fotovoltaica.
Así las cosas, Galp «gana acceso a activos de alta calidad en un país donde la empresa está presente desde hace más de 20 años», aseguran los responsables del emblema lusitano. Los proyectos, tanto este último como el de EDP, deben estar desarrollados antes de 2025 . Y es que Portugal no parece dispuesta a ceder ni un milímetro en su posición de ventaja en esa prometedora tierra de oportunidades renovables en que se ha convertido Brasil.
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