Portugal emite una nueva moneda de 7,5 euros

Bruselas autoriza a Lisboa a acuñar esta pieza, ya en circulación, como tributo a Magallanes en los cinco siglos de la vuelta al mundo junto a Elcano

Así es la nueva moneda de 10 euros que entra en circulación hoy en España

Francisco Chacón

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Una nueva moneda se halla en circulación en uno de los países de la Unión Europea. Es Portugal donde puede encontrarse la pieza de 7,5 euros y ningún otro territorio puede ni acuñarla ni admitirla.

La razón es que Bruselas concedió la autorización en respuesta a la petición de Lisbo a, que solicitó los permisos pertinentes con el fin de conmemorar el V Centenario del Viaje de Circunnavegación del luso Fernando de Magallanes y el español Jun Sebastián Elcano en viaje orquestado por Carlos I.

La expedición salió de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519 al frente de Magallanes, aunque Elcano tuvo que coger el testigo después de la muerte de su superior. El español lideró así el regreso, que culminó el 6 de septiembre de 1522.

La moneda se puede utilizar ya en suelo portugués y los coleccionistas ya se han puesto las pilas para hacerse al menos con una. En realidad, es este el destino que gana terreno, sobre todo entre los españoles. La proximidad geográfica hace que los ‘cazatesoros’ de Galicia, Extremadura, Huelva, Zamora o Salamanca hayan comenzado a cruzar la ‘Raya’ (nombre popular de la frontera) para lograr uno o varios ejemplares.

De hecho, Portugal favorece esta tendencia al haber decidido acuñar únicamente 50.000 de estas monedas , que reciben el apelativo de ‘Conclusión 122’. Edición limitada, por tanto, de esas que tanto se aprecian en determinados círculos. Se puede usar la equivalencia para efectuar abonos de cualquier tipo, siempre que sea de Oporto a Faro, de Setúbal a Évora o de Funchal a Ponta Delgada.

La ‘fiebre’ de los coleccionistas está en todo su esplendor ay los mercados donde suelen reunirse echan chispas, como en la Feira da Ladra, cita ineludible para estos buscadores de piezas cotizadas a los pies de la Alfama, el barrio típico de Lisboa.

¿Y cómo puede obtenerse una de estas ‘reliquias’, llamadas a engrosar las más preciadas piezas que acumulan los portugueses más ávidos? Pues únicamente a lo largo de la hilera de ventanillas de tesorería, lo cual subraya más aún su carácter excepcional. Y no, no está permitida ningún tipo de reserva.

Los especialistas lusos en el tema consideran que este puede ser uno de los últimos vestigios de un sistema de acuñación que pronto dejará de tener sentido, si tenemos en cuenta lo cerca que estamos de generalizar la utilización de las criptomonedas.

De modo que los dos extremos conviven en Portugal, convertido en un paraíso para quienes se lanzan a manejar las monedas del futuro, si se cumplen su proyección y sus expectativas. Tanto es así que se acaba de batir un hito en las transacciones inmobiliarias porque se ha erigido en el primer país de Europa donde se vende una casa utilizando exclusivamente bitcoins.

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