La llegada de trabajadores desde el exterior ha contribuido a mantener el desempleo a raya
La llegada de trabajadores desde el exterior ha contribuido a mantener el desempleo a raya - REUTERS

La mitad del nuevo empleo alemán es para extranjeros

La tasa de paro permanece en su nivel mínimo desde la reunificación de las dos Alemanias, en el el 6,3%

BERLÍN Actualizado: Guardar
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Uno de cada dos nuevos empleos generados por la economía alemana en 2015 ha sido ocupado por un extranjero. Bien inmigrantes, bien refugiados, suponen aproximadamente la mitad de los nuevos empleados y confirman la tendencia iniciada desde principios de siglo, lo que señala al factor externo como responsable en buena medida de los reiterados récord de empleo que registra el país y apunta que la llegada masiva de refugiados no hará sino consolidar ese perfil de mercado laboral.

Se trata del dato más llamativo del informe sobre desempleo presentado por la Oficina Federal de Estadística, que muestra que el paro descendió en diciembre más de lo esperado y que la tasa de paro permanece en su nivel mínimo desde la reunificación de las dos Alemanias, el 6,3%.

El país ha conseguido mantener el desempleo a raya a pesar de la crisis y gracias a condiciones económicas favorables entre las que destaca la llegada de trabajadores desde el exterior.

Alemania registró una recepción récord de inmigrantes el año pasado, con 1,09 millones de extranjeros que ingresaron al país, y aun así no logró cubrir todos los empleos disponibles. De media, en 2015 se registraron 569.000 puestos vacantes, principalmente en los sectores del transporte y la logística, las ventas, la metalurgia, la industria de la maquinaria y los componentes, la mecatrónica, la energía y la salud. Se trata de sectores para los que los extranjeros no llegan especialmente cualificados y a partir de este año se aumentarán los esfuerzos formativos destinados a la cobertura de vacantes en estas áreas.

La Agencia Federal de Empleo decidió el año pasado facilitar cursos de alemán para favorecer el acceso al mercado laboral de los extranjeros, ante el creciente número de refugiados llegados al país. Alrededor de 166.000 personas han participado en ellos de forma gratuita, un coste que se incluirá en el presupuesto de 2016 y que ofrecerá beneficios indirectos. El descenso del paro ha permitido ya reducir en alrededor de 1.000 millones de euros la partida presupuestada para las prestaciones por desempleo, y también fue inferior en 2015 el gasto previsto para casos de insolvencias y para el fomento activo de la contratación.

El único gran obstáculo que impide la incorporación masiva de los refugiados al mercado laboral parece ser el salario mínimo de 8,5 euros por hora trabajada recién legislado por la gran coalición de gobierno. Tanto el viceministro de Finanzas, Jens Spahn, como el jefe de Gobierno de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, ambos de la CDU de Merkel, ya han solicitado abiertamente que beneficiarios de una situación de asilo sean considerados una excepción.

Spahn ha defendido la necesidad de introducir cambios a la legislación que entró en vigor en 2015 para garantizar el acceso al mercado laboral de los solicitantes de asilo. Concretamente, Haseloff ha propuesto que se amplíe el abanico de posibilidades para "primeros empleos en Alemania o puestos de formación, en los que no debería aplicarse el salario mínimo".

Michael Fischer, del sindicato Ver.Di, advierte sin embargo que tanto el salario mínimo como las tarifas sectoriales deben ser respetados, para evitar que lo que se ha presentado como una decisión de carácter humanitario se convierta de hecho en una modificación del sistema laboral alemán de dumping salarial".

Alemania cierra 2015 con una población activa de 43,4 millones de personas. En comparación con el mismo mes de 2014, la cifra aumentó en 424.000 personas, un 1%.

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