El canadiense Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra
El canadiense Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra - REUTERS

El gobernador del Banco de Inglaterra acepta prorrogar un año su mandato

Tras ser criticado por Theresa May no completará los ocho años habituales en el cargo

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Mark Carney, de 51 años, un prestigioso economista formado en Harvard y Oxford, se convirtió en 2013 en el primer extranjero al frente del Banco de Inglaterra en sus 322 años de historia. Su mandato de cinco años expiraba en 2018, pero se daba por sentado que lo ampliaría hasta 2021, cumpliendo los ocho años habituales en el cargo. Sin embargo todo cambió tras recibir a comienzos de mes unas insólitas críticas por parte de Theresa May, quien entrometiéndose en la independencia del regulador bancario puso en cuestión su bajada de tipos de agosto y aseguró que castigaba «a los ahorradores y los pobres». Carney le contestó diciendo que a él los políticos no le tenían que decir cómo hacer su trabajo.

En el fondo del debate late que antes del referéndum del 21 de junio, Carney se posicionó en contra de la salida de la UE y advirtió que traería inflación, menos crecimiento y tal vez recesión. Los euroescépticos del Partido Conservador no le perdonan aquella toma de posición. El resultado de la polémica es que a lo largo de este mes la prensa británica ha especulado con si renovaría hasta el 2021, como era lo previsto inicialmente, o se iría en 2018.

Al final este lunes Carney ha dado su respuesta, que ha sido salomónica: acepta un año más de mandato, hasta junio de 2019, para facilitar «la continuidad del país» hasta que concluya el proceso de salida de la UE, pero anticipa su marcha en dos años, pues no se irá en 2021, como sería norma.

La decisión llegó después de un encuentro este lunes con Theresa May en el Número 10. Antes de la reunión, los portavoces de la primera ministra aseguraron que para ella Carney era «absolutamente» la persona más adecuada para el cargo. May se esforzó en rectificar y apoyar al gobernador del Banco de Inglaterra, porque su salida abriría un nuevo frente y detonaría su torpeza política al criticarlo abiertamente a comienzos de mes, en su discurso en el congreso tory.

La importancia de la decisión y su buen cartel es tal que la libra se había apreciado en la mañana del lunes después de que «Financial Times» publicase que aceptaría continuar hasta 2021. Al final no ha sido así, se irá en 2019, pero al menos no ha dado la espantada, un gran respiro de alivio para el también moderado Philip Hammond, el ministro de Economía, que lidia con sus compañeros de gabinete más hooligans del Brexit, como David Davis y Liam Fox. Hammond ha escrito una carta al gobernador en la que le dice que está «muy complacido por su decisión».

Carney, de ancestros irlandeses y católico, conoció a su mujer estudiando en Oxford. Trabajó más de dos décadas en Goldman Sachs y luego fue gobernador del banco central de Canadá entre 2008 y 2013. Allí con se enfrentó con éxito a lo más duro de la crisis. En relación a su dudas sobre su continuidad en el Banco de Inglaterra, lo había endulzado aludiendo a «motivos personales».

Ver los comentarios