ESPECIAL DEFENSA / TRIBUNA

Una industria de Defensa fuerte para una Europa fuerte

Jorge Domecq, director ejecutivo de la Agencia Europea de Defensa, cree que «en España queda mucho por hacer en materia de Defensa» porque mucha compañías «son aún muy dependientes del mercado nacional»

La ministra de Defensam, Margarita Robles, junto a sus homólogas francesa y alemana en una reunión para impulsar el futuro caza europeo, el FCAS REUTERS

Jorge Domecq

Con la presentación en 2016 de la Estrategia Global para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea y el Plan de Acción Europeo de Defensa, la UE aumentó el nivel de ambición de su política de seguridad y defensa.

Este nuevo nivel de ambición puede interpretarse como una respuesta a diversos factores, de los que me gustaría resaltar tres: un cambio fundamental en la situación de la seguridad internacional, que ha dado lugar a un creciente interés por parte de la opinión pública en incrementar la cooperación en defensa y seguridad; la aparición de nuevas tecnologías en ámbitos como el de la inteligencia artificial o el ciberespacio, que de alguna manera han cambiado nuestro concepto tradicional de conflicto; y por último, la solicitud de nuestros socios transatlánticos a aportar una mayor contribución que refuerce la defensa conjunta.

De manera esencial, la publicación de la Estrategia Global ha propiciado la puesta en marcha de tres nuevas iniciativas: la Revisión Anual Coordinada de la Defensa (CARD, «Coordinated Annual Review on Defence»), la Cooperación Permanente Estructurada (PESCO , «Permanent Structured Cooperation») y la creación de un Fondo Europeo de Defensa. Estas tres iniciativas tienen como objetivo desarrollar un conjunto coherente de capacidades sostenibles, desplegables e interoperables, de los Estados miembros.

El punto de referencia de estas nuevas iniciativas es el Plan de Desarrollo de Capacidades (CDP, «Capability Development Plan»). La Agencia Europea de Defensa (AED-EDA, «European Defence Agency») es la gestora del Plan de Desarrollo de Capacidades donde identificamos y definimos -con los países miembros y la contribución del Comité Militar y el Estado Mayor Militar de la UE- las prioridades para el desarrollo de capacidades militares que la UE necesita para alcanzar su nivel de ambición como proveedor de seguridad en Europa y su entorno.

En la AED, junto con los países miembros y la industria de defensa europea, estamos identificando las prioridades en el ámbito de la investigación e innovación , y las llamadas actividades estratégicas claves. Estas últimas incluyen un importante análisis de las tecnologías y capacidades industriales que es necesario preservar y promover en de la UE, de forma que se garantice un nivel adecuado de autonomía estratégica para la defensa europea.

La Agencia actúa como secretaria en la gestión de la Revisión Anual Coordinada de la Defensa, que incluye un estudio sistemático de las capacidades nacionales de defensa disponibles, su correspondencia con las prioridades acordadas en el CDP y una evaluación del nivel de cooperación existente. Esto nos permite al mismo tiempo poder identificar nuevas oportunidades de colaboración en programas de defensa. Finalmente, la PESCO, de la que España es uno de los miembros promotores, constituye un marco en el que los países pueden conjuntamente invertir, planificar, desarrollar y operar sus capacidades de defensa. Podemos decir que el CDP nos dice en que tenemos que concentrar nuestros esfuerzos comunes; CARD nos da una visión de conjunto sobre dónde nos encontramos en el ámbito de las capacidades de defensa a nivel europeo e identifica nuevas oportunidades de cooperación; y, finalmente, PESCO nos ofrece opciones concretas sobre cómo avanzar de manera más integrada en la mejora de nuestras capacidades.

La creación del Fondo de Defensa Europeo , por su parte, ofrecerá excelentes oportunidades de financiación a la industria de defensa europea orientadas a incrementar su competitividad y a incentivar el desarrollo de los proyectos de cooperación de defensa.

Junto al Fondo de Defensa Europea merece la pena mencionar en este nuevo escenario, la apertura de los fondos estructurales y de inversión de la Unión Europea a la investigación e innovación en defensa como un paso clave en la dirección adecuada. De esta manera, se reforzará la habilidad europea para satisfacer las demandas de sus países miembros con respecto a las tecnologías de defensa y duales que son consideradas punteras y necesarias. Este factor es clave en un momento en el que estamos entrando en una nueva revolución tecnológica e industrial , donde cada vez más frecuentemente la investigación más innovadora y las tecnologías de vanguardia provienen de un mayor y más diverso número de actores, en muchos casos pymes y empresas que no han estado ligadas tradicionalmente al sector de la defensa.

Pero, ¿cuál es el papel de España en todas estas iniciativas? En este momento, España es el mayor contribuyente a las misiones y operaciones de la Política Común de Seguridad y Defensa y, claramente, ha identificado la cooperación europea en materia de defensa como una prioridad para el desarrollo de capacidades. España fue uno de los cuatro países que lideraron el lanzamiento de PESCO, que facilitará aún más la convergencia de los planes y estructuras de defensa en toda Europa.

España también es un miembro muy activo de la Agencia Europea de Defensa. Por ejemplo, España lidera con éxito la iniciativa GovSatCom Demo, para mejorar las comunicaciones satelitales entre los gobiernos en los países miembros, uno de los proyectos de desarrollo de capacidades de alto perfil de la Agencia, crucial además por su orientación civil-militar. España también participa en el desarrollo del EURO MALE, el programa europeo para el desarrollo de un sistema aéreo militare no tripulado, y en varias actividades de ciberdefensa, liderando una de ellas.

El papel activo de España en la colaboración en defensa también se refleja a la hora de adquirir los equipos militares, ya que en 2017 más de la mitad de ellos y más de un tercio del gasto en I+D se realizaron a través de proyectos de cooperación . Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Muchas compañías españolas del sector de la defensa son aún poco competitivas en el mercado exterior y muy dependientes del mercado nacional. Como en otros países de tamaño medio, se deben tomar decisiones difíciles sobre las tecnologías y capacidades a mantener y promover, y sobre cuales adquirir en el exterior o como fruto de una cooperación internacional.

Feindef, señal alentadora

Es una señal alentadora que la próxima semana (29-31 de mayo) se vaya a celebrar en Madrid la primera edición de la exhibición internacional de defensa y seguridad (Feindef). Muchas compañías españolas, europeas e internacionales estarán presentes y la Agencia Europea de Defensa contribuirá con un seminario sobre los futuros sistemas y plataformas navales.

La defensa europea se encuentra en una encrucijada. Las expectativas de los ciudadanos son altas, y cumplirlas no será una tarea fácil. Pero realmente creo que, si logramos hacer de la cooperación europea la norma, sobre la base de las prioridades acordadas, una financiación adecuada y el desarrollo de tecnologías innovadoras, se producirá un verdadero cambio hacia una base industrial europea tecnológica y de defensa fuerte y competitiva, en la que las empresas españolas ocuparan el lugar que les corresponde.

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