El Estado ahorrará 1.400 millones de euros en prestaciones por paro en 2017

La fortaleza del crecimiento económico, con la importante creación de empleo que se está produciendo, y la reducción del paro están haciendo posible en los últimos años mejorar sustancialmente la caja del Servicio Público de Empleo Estatal. Las previsiones enviadas a Bruselas por el Gobierno de Mariano Rajoy apuntan a que la recuperación económica seguirá su curso el año próximo, aunque sea de forma más moderada, lo que un año más permitirá ahorros sustanciales en la factura del desempleo.

En 2017 la economía crecerá un 2,3%, el paro bajará al 17,8% y se crearán casi 400.000 puestos de trabajo, según el Plan de Estabilidad elaborado por el Ejecutivo. Este tirón de empleo reducirá los gastos que el Estado d estina a pagar las prestaciones por paro

. El presupuesto que la Seguridad Social dedica a satisfacer estas ayudas se recortó ya en un 21,7% este año y las previsiones para el próximo son hacerlo en otro 7%.

Ya el pasado ejercicio la caída del gasto fue muy superior a la prevista en los Presupuestos y el ahorro fue de 4.000 millones de euros. La reducción de esta partida presupuestaria ha dado óxigeno a las cuentas públicas en los últimos ejercicios, ya que la protección frente al desempleo ha sido uno de los gastos que más se disparó durante la pasada crisis.

Más de 30.000 millones

Esta partida llegó a suponer más de 30.000 millones de euros en 2012, uno de los peores años para el mercado de trabajo, en el que el paro se disparó hasta rozar los seis millones con una tasa sobre población activa del 26,02%. El montante destinado a pagar el paro de ese ejercicio contrasta con los 19.820,94 millones previstos para 2016 año y con los 18.433,47 millones en 2017.

De cumplirse el objetivo para este año (hasta el mes de agosto lleva acumulados 12.601.841 millones) será la primera vez en los últimos ocho años que el capítulo del desempleo baje de los 20.000 millones. La última vez que se marcó es nivel de gasto fue en 2008, con 18.162 millones. En 2012 se dispararía hasta 31.678 millones.

Los últimos datos del departamento que dirige Fátima Báñez reflejan que el gasto en paro ascendió a 1.586,8 millones en agosto (últimos datos disponibles), un 9,3% menos que en el mismo mes del año anterior. En total, son 2.036.881 los parados que reciben alguna prestación pública, un 10,1% menos que hace un año. Esto quiere decir que casi 1,7 millones de desempleados no perciben ningún tipo de ayuda del Estado, casi la mitad de los registrados en las oficinas de empleo (3.697.496). Del total de personas que percibían ayudas en agosto, 848.265 tenían una prestación contributiva (un 7,2% menos); 824.528 recibieron un subsidio (un 11,5% menos).

Más subsidios, menos prestaciones

La caída del gasto se explica por la mejoría económica, pero también por el hecho de que los parados terminan agotando el periodo de disfrute de las ayudas públicas. Cada vez son menos los perceptores que cobran prestación contributiva y más lo que entran en el grupo más bajo del sistema, el de los que perciben subsidios y ayudas.

Y para ampliar la cobertura a más colectivos, el Ministerio de Empleo y agentes sociales han comenzado a estudiar cómo ampliar a más desempleados la ayuda de 426 ligada a formación (Programa de Activación para el Empleo). Se trata de que más parados de larga duración con responsabilidades familiares y sin ingresos tengan una oportunidad de participar en un programa formativo que ha multiplicado por siete la inserción en el mercado de trabajo desde que está en vigor en 2015, según los datos del Ministerio de Empleo.

Casi un millón de empleos

La evolución del empleo es clave hoy y en el futuro para que el Estado siga ahorrando en prestaciones y subsidios y los datos acompañan. El Plan de Estabilidad enviado a Bruselas apunta que «en 2016 y 2017 se estima una creación neta acumulada de 900.000 puestos de trabajo y una reducción del paro de un millón de personas». Esta evolución permitirá reducir la tasa de paro en el 17,8% de la población activa. Las previsiones presupuestarias reflejan que la ocupación crecerá el 2,7% este año, y algo menos el año siguiente, el 2,3%, en línea con el crecimiento económico previsto.