España recupera influencia y hace méritos para ganar peso en la nueva Comisión

En tres años, nuestro país ha logrado cuatro puestos relevantes en instituciones bancarias

El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, se abraza al comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici EFE

Daniel Caballero

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La Comisión Juncker toca a su fin y España entra en juego para lograr mejorar su presencia en la gobernanza de la Unión Europea . Durante la crisis la presencia de nuestro país estuvo limitada a nivel internacional; no éramos un país en el que confiar puestos de dirección. En cambio, la recuperación económica ha devuelto la confianza en el territorio.

El peso de las figuras españolas en las cúpulas de instituciones internacionales ha evolucionado a la par que la reputación del país. En 2013, según el informe Country Reptrak de Reputation Institute, España tocó fondo en el puesto 18 en cuanto a reputación. Entonces, al albor de la salida de la crisis el indicador no hizo más que ir a mejor. En 2017 alcanzamos el puesto 13, por encima incluso de países como Francia, Alemania y Reino Unido y, en 2018, quedamos en decimocuarto lugar, uno menos, por el conflicto catalán. Ahora el problema del independentismo ha quedado atrás, tal como avanzan desde esta consultora, y el objetivo está en continuar recuperando influencia en Europa.

El primer paso será lograr una cartera de relevancia en la nueva Comisión. Arias Cañete fue el representante español en el hasta ahora Gobierno comunitario, en Clima y Energía . Fernando Prado, vicepresidente de Reputation Institute a cargo de España y Latinoamérica, destaca que «podemos intuir que la buena reputación de España le puede ayudar a tener un mayor peso en la toma de decisiones en las instituciones europeas», aunque, de momento, habla solo de «expectativas positivas».

España tiene mejor reputación que Francia, Alemania y Reino Unido

En cambio, para este experto, aunque la recuperación económica ha influido en la mejora de la reputación española, continúan siendo los llamados «atributos blandos» los que tiran de la imagen nacional . Es decir, aquello ligado a la buena calidad de vida en España.

Pese a todo, la experiencia de nuestro país en el último trienio viene siendo positiva. En 2016 Fernando Restoy fue nombrado presidente del Instituto de Estabilidad Financiera (FSI, por sus siglas en inglés); en 2018 Luis de Guindos abandonó el Ministerio de Economía para hacerse cargo de la Vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE); en febrero de 2019 José Manuel Campa fue anunciado como nuevo presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés); y en marzo de este ejercicio Pablo Hernández de Cos fue designado presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea. Un cúmulo de nombramientos que se han acentuado desde 2018 y, especialmente, en el sector bancario.

Por ello, los expertos creen que el peso español solo puede ir a mejor. «Nuestro compromiso con Europa, la experiencia positiva de cómo la economía española ha reaccionado ante la crisis financiera y cómo hemos salido con fuerza y hemos reestructurado nuestro sistema financiero merecen la consideración de nuestros socios europeos y espero que se refleje en la nueva Comisión», dice Román Escolano, exministro de Economía y senior advisor del Área de Contexto Económico de Llorente & Cuenca. Nuestro país aspira a volver a jugar en Primera División.

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