La cesta de alimentos se dispara en abril pese a que el IPC baja hasta el 8,3% por el abaratamiento de la energía

La inflación subyacente, que no tiene en cuenta ni la energía ni los productos frescos, aumenta un punto y sube hasta el 4,4% interanual

Vídeo: El IPC se modera en abril una décima más de lo esperado - EP
Teresa Sánchez Vicente

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El precio de los alimentos se dispara en España pese a la moderación del coste de la energía en comparación con el mes de marzo, cuando estalló la guerra en Ucrania. Los carburantes y la electricidad dieron en abril un leve respiro a una inflación que sigue por las nubes y que se sitúa en el 8,3% tras casi rozar los dos dígitos en el mes de marzo. Aunque bajaron los costes de la energía, los precios de los alimentos y las bebidas se desbocaron un 10,1% en abril por el encarecimiento del aceite, las pastas, la harina o los huevos, entre otros.

En concreto, el Índice de Precios de Consumo (IPC) descendió un 0,2% intermensual y recortó su tasa interanual 1,5 puntos, hasta el 8,3%, por el abaratamiento de la electricidad y las gasolinas, según los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Estas cifras dejan entrever cambios respecto a los datos adelantados por el organismo a finales del mes pasado, que revelaban una inflación interanual del 8,4% en abril y a una tasa mensual del -0,1%.

Las medidas del Gobierno y, en concreto, la bonificación de 20 céntimos sobre el litro de carburante que entró en vigor el 1 de abril han contribuido a relajar la presión de los precios energéticos, aunque tal vez no todo lo que se preveía. La información proporcionada este viernes por Estadística revela que el capítulo de 'carburantes y combustibles', en el que se encuadran las gasolinas, experimentó una caída de sus precios del 6,4% , que sin embargo no ha alcanzado ni para enjugar la mitad del encarecimiento que ha experimentado esta rúbrica desde que se iniciara el año.

Respecto a la situación de doce meses atrás, los carburantes y los combustibles se han encarecido un 30%. En el mes de marzo, cuando se produjo el gran repunte del precio de los carburantes que forzó incluso el paro en el transporte, ese porcentaje era del 38%. Algo se ha avanzado. Por su parte, la electricidad subió 35% respecto a abril de 2021, pero su precio se recortó un 26,9% en comparación con marzo.

Pese al recorte del IPC general, la partida de los alimentos y bebidas aumentó más de tres puntos, hasta el 10,1% , a causa de subidas de la mayoría de sus componentes. Entre ellas destacan los incrementos de los precios en términos interanuales de los los aceites comestibles (96,2%), el aceite de oliva (42,5%), las pastas alimenticias (25%), harina y otros cereales (23,2%) y los huevos (21,6%) . También se encarecieron los productos de panadería (14,5%), la leche (14%), la mantequilla (12,8%), las legumbres (12,8%), la carne de ave (12,7%), la carne de vacuno (11,4%) el arroz (10,2%) o el pan (10,1%).

Esta misma semana, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), mostraba su preocupación por el encarecimiento de la cesta de la compra debido a la subida de los costes en origen y reclamaba al Gobierno una rebaja de impuestos. Desde Asedas exigen un recorte del IVA a los productos de alimentación en un escenario de inflación «inédita» en palabras del director general de la asociación, Ignacio García Magarzo.

También destacaron los ascensos de los paquetes turísticos, de los restaurantes y de los vuelos internacionales, y, especialmente, de los hoteles, que en abril fueron un 50% más caros que en el mismo mes del año pasado.

Inflación subyacente

Por otro lado, la presión inflacionista adquiere tintes estructurales y precios de la energía y el transporta se filtran a otras partidas. En esta línea, la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) subió en abril un punto , hasta el 4,4%, su valor más alto desde diciembre de 1995. Cabe recordar que la inflación encadenaba 13 meses al alza desde el pasado marzo de 2021 , una tendencia alcista que se interrumpió en enero, cuando el IPC bajó cuatro décimas y la actual de abril. Aunque desde la CEOE remarcan el esfuerzo del tejido productivo, para no repercutir todo el aumento de costes en sus precios finales de bienes y servicio, advierten «Preocupa la evolución ascendente que viene registrando este componente».

Los empresarios añaden que durante los próximos meses la inflación se verá muy condicionada por la evolución y duración del conflicto entre Rusia y Ucrania . También instan a estar atentos a las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea a Rusia, que pueden tener repercusiones significativas sobre el precio de algunas materias primas como el gas, el petróleo, los cereales o los aceites.

El aumento de la inflación subyacente por encima de lo esperado ha conllevado también a una revisión al alza de las previsiones de inflación de Funcas . El pronóstico para la tasa media anual se sitúa ahora en el 7%, dos décimas más que en la anterior previsión, y la interanual de diciembre 4,8%. La media anual para la subyacente podría situarse en el 4,6%, es decir, 1,1 puntos por encima del anterior cálculo.

Por regiones, la tasa anual del IPC fue inferior al 10% en todas las comunidades salvo en Castilla-La Mancha, donde se situó en el 10,4%. En el lado contrario de la tabla, las tasas más bajas de inflación se dieron en Canarias (7,1%) y Madrid (7,7%).

En cuanto al índice de precios de consumo armonizado (IPCA) , que calcula la variación de los precios con la misma metodología en toda la zona euro, se situó en el 8,3% en tasa interanual, un punto y medio inferior.

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