La crisis sanitaria da un nuevo impulso a las compras online y al dinero virtual

La necesidad ha dinamitado las últimas barreras de desconfianza hacia los pagos digitales

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Laura Montero Carretero

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La crisis del coronavirus ha obligado a los más de 47 millones de habitantes de España a cambiar de forma radical sus actividades cotidianas. La prohibición de salir de casa salvo causa de fuerza mayor y el cierre generalizado de la mayoría de los comercios han hecho que los hogares se tengan que adaptar, a marchas forzadas, a la nueva realidad marcada por la emergencia sanitaria. Un contexto que ha dado alas a las compras a través de internet y a los métodos de pago alternativos al dinero físico.

Ya antes de la declaración del estado de alarma las aglomeraciones en las tiendas provocaron que muchos consumidores sustituyeran las colas por los clics desde el sofá. «Tras unos días con incrementos desmesurados en las compras presenciales, la demanda se ha ajustado a la situación real y se ha producido un repunte del comercio electrónico», constata Francisco Aranda , presidente de UNO, la patronal de la Logística y Transporte.

En la semana del 24 de febrero al 1 de marzo las ventas online en gran consumo (alimentación, droguería, perfumería) se dispararon un 62,5% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de la consultora Nielsen. «Las legumbres secas crecieron un 150%, el arroz casi más de un 100%, los platos preparados en conserva otro 100%. En higiene personal, el jabón de tocador, que incluye los geles desinfectantes, subió un 100%», explica Ignacio Biedma , experto en distribución de Nielsen, que insiste en que el agravamiento de la pandemia «favorece mucho a este tipo de compra» y que, una vez superada esta fase, «es probable que el canal online adquiera más importancia y experimente un empujón definitivo».

El estudio «Los efectos del coronavirus en el consumo español», elaborado por la consultora Kantar, apunta en la misma dirección: entre el 24 de febrero y el 1 de marzo, las compras de gran consumo en la red se incrementaron un 38% respecto al promedio semanal de los dos meses anteriores. «Es una reacción preventiva de algunos consumidores que estaban preocupados por el coronavirus, hay un cierto efecto búnker que se traduce en que la gente empiece a comprar cestas mayores en online», explica Carlos Cotos , experto en consumo de Kantar.

«El agravamiento de la pandemia está favoreciendo mucho la compra online»

«Una crisis como esta puede ser el espaldarazo definitivo a la venta online de categorías como el gran consumo. Es un canal que sin duda va a resultar reforzado», afirma Victoria Labajo , Profesora de Marketing y Retail en Universidad Pontificia Comillas-ICADE.

El efecto del Covid-19 en el comercio electrónico se dejó notar también en la primera semana de marzo, con un auge del 39,3%. «Si tomamos como referencia el total anual móvil, 52 semanas cerradas hasta la del 17 de febrero, justo antes de que estallara la crisis del coronavirus, la cuota de mercado que tenía el online era un 1,2% en los productos envasados y un 1,4% en la cesta de productos de supervivencia. Si nos vamos al acumulado de la semana del 24 de febrero y del 2 de marzo, la cuota del online en los productos de gran consumo pasa al 1,5% y al 2% en la cesta de supervivencia. Es un aumento bastante considerable», añade Biedma.

La semana del 9 de marzo, cuando la Comunidad de Madrid decretó la suspensión de las clases en los centros educativos y, posteriormente, el cierre de todos los comercios excepto los de alimentación y primera necesidad, el alza fue del 59%. La avalancha de pedidos hizo incluso que Mercadona cancelase temporalmente el reparto a domicilio en la región mientras que DIA advertía en su web de que el servicio online podría verse afectado. Otras cadenas como Carrefour informaron de que dedicarían su canal de venta online a los colectivos que más lo necesitasen.

«La curva de consumo online tenderá a estabilizarse, es predecible que una gran mayoría de las familias desearán salir de sus casas y consumir fuera después del encierro. Pero para las compras de finales de año, el e-commerce y el comercio por medio de equipos móviles volverán a tener un repunte importante debido a que el consumidor ha aprendido y confiado más en las compras online», dice Roberto Álvarez Landero , profesor de Business Management y E-Commerce de la Universidad de Navarra.

Menos efectivo

Junto con el «boom» del comercio electrónico, la propagación del virus ha provocado un salto adelante del dinero virtual . «Está habiendo un cambio de comportamiento del consumidor, tanto por el aumento de las compras online como por la disminución del pago en efectivo en detrimento de la tarjeta y el móvil. Creemos que es un cambio que llegará para quedarse porque si el servicio es cómodo y rápido, ya no vuelves a lo otro», defiende Patricia Suárez , presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin).

A ello se une el temor a utilizar billetes . Grupos como El Corte Inglés, Lidl o Aldi ya han pedido a sus clientes que prioricen el pago con tarjeta o con el teléfono móvil frente al efectivo por motivos de higiene. Las empresas de paquetería también han actuado. «No estamos cogiendo mercancía que lleve pago contrareembolso o cualquier otro tipo de pago en efectivo para evitar cualquier situación que pueda poner en riesgo la salud. Se lo comunicamos a los clientes el martes y se lo han tomado como una medida justa y necesaria», cuentan desde CTT Express, compañía de envíos urgentes.

Pagos con móvil

La huida del «cash» a raíz de la extensión del Covid-19 ha tenido otro efecto: el despegue de los pagos efectuados desde el smartphone . «Ciertos segmentos de población han dado el paso. Algunos porque ya tenían pensado probarlo y otros porque por miedo al contagio prefieren no tocar el datáfono», sostiene Nausica Trias , directora general de la consultora AIS Group.

Algo que no solo ocurre entre los más jóvenes. «El móvil permite pagar de manera rápida, lo que reduce el tiempo en la caja. Si a esto le unimos que las propias autoridades públicas están animando a utilizarlo, lo más probable es que su uso se incremente también en personas de mayor edad (y menos digitalizadas) que eran reticentes a este medio para realizar sus pagos», argumenta Juan Carlos Gázquez Abad , profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC.

Plataformas como Bizum ya han registrado un mayor movimiento. «En las últimas semanas hemos notado un incremento de usuarios que han activado la forma de pagar online. Ya contamos con más de tres millones de usuarios con la clave Bizum operativa. En cuanto al uso en compras online, el fin de semana anterior fue un poco raro, pero vemos que los datos de compras están recuperando valores similares a los de la semana pasada», asegura Fernando Rodríguez Ferrer , director de Desarrollo de Negocio de Bizum.

Desde la compañía señalan, además, que se han adherido nuevos comercios a su funcionalidad de ecommerce. «El goteo no se ha detenido. Estos últimos días están llegando muchas preguntas consultándonos por los pasos necesarios para aceptar pagos con Bizum. Los comercios están haciendo lo posible por seguir aportando valor a sus clientes y el e-commerce va a ser un catalizador importante», indica Rodríguez Ferrer.

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