Comparar y acudir al lugar de la vivienda, fundamental
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Cómo detectar un fraude en el alquiler de una vivienda vacacional

El alquiler entre particulares ha adquirido una gran popularidad en los últimos años entre los consumidores, pero todavía cuentan con determinados problemas de seguridad

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Pleno verano. Planificas con tiempo tus vacaciones, comparas precios, eliges cuidadosamente la vivienda que más te convence para pasar tus días libres… y al llegar descubres que esta ni siquiera existe.

Aunque pueda parecer una situación inusual, este tipo de fraudes se siguen produciendo en el alquiler de viviendas entre particulares. Cada vez menos, pero todavía existen. Muchas plataformas y agencias se han esforzado en mejorar sus controles para evitar estafas y proteger al cliente, ya que la seguridad es uno de los aspectos a mejorar en este tipo de transacciones.

La regulación, además, no es demasiado específica. La ley de arrendamientos urbanos no incluye a los alquileres entre particulares, por lo que es la legislación autonómica la que, una vez más, se encarga de regularlos.

Así, una vivienda puede ser considerada como un apartamento turístico en Andalucía y no reunir las condiciones en la Comunidad Valenciana.

«Lo principal es no ir a ciegas»
Manuel Gandarias , director del gabinete de estudios de Pisos.com

«Para poder alquilar este tipo de inmuebles estos deben estar inscritos en los correspondientes Registros Turísticos (Registro de Empresas Turísticas en el caso de Madrid, Registro de Turismo en Cataluña, Registro de Empresas, Establecimientos y Profesiones Turísticas en Valencia...), además de contar con una placa distintiva en lugar visible», sostiene Eduardo Gómez, director del departamento jurídico de la inmobiliaria Alquiler Protegido

Recomendaciones

Entonces, ¿cómo evitar el fraude? Existen determinadas prácticas que pueden evitarnos reservar un apartamento fantasma o que no cuenta con las prestaciones prometidas. El primer consejo: desconfiar de las fotografías. «Lo principal es no ir a ciegas. Si tenemos algún conocido en la zona a la que nos dirigimos, es conveniente que intente acudir al lugar para comprobar que la oferta es real», recomienda Manuel Gandarias, director del gabinete de estudios de Pisos.com.

Existen comportamientos extraños que deben hacer desconfiar. Por ejemplo, que el apartamento sea sorprendentemente barato, que el propietario nos exija el pago en metálico, que no se encuentre en España y la entrega de llaves se realice a través de un conocido… tener un contacto directo con el arrendatario y realizar una transferencia bancaria para abonar el importe de la vivienda suelen ser buenas recomendaciones para evitar sorpresas desagradables.

Además, si la operación queda recogida por escrito, mejor. «Un contrato es esencial en este tipo de operaciones. En él quedarán recogidas todas las condiciones del alquiler, como las fechas de entrada y salida o el pago de suministros-», dice Gandarias. En el caso de tener algún problema con la transacción, el contrato será una prueba escrita de las condiciones del alquiler si finalmente se produce un engaño en la operación.

Las medidas de las plataformas

En ocasiones son las propias plataformas las que ofrecen un servicio de reclamación al usuario. Es por ello que herramientas como HomeAway o Airbnb suelen ser más seguras que otras empresas menos reconocidas. Joseba Cortázar, director de relaciones públicas de HomeAway, reconoce que «es una tarea difícil controlar todas las condiciones de las viviendas ofertadas, ya que se cuelgan en la Red a través de páginas de particulares». Aún así, asegura que la plataforma cuenta con un servicio de atención al cliente disponible 24 horas y ofrece un «seguro que cubre hasta 10.000 euros».

En último caso, siempre se puede reclamar por otros métodos. «Tanto la agencia de viaje como la empresa propietaria responden de los incumplimientos, están sometidos a los servicios de inspección de cada comunidad y tienen que cumplir unos requisitos mínimos establecidos legalmente en función de la categoría», explica Gómez.

Aún con todo, los alquileres turísticos se han convertido en una buena alternativa para disfrutar de unas vacaciones más económicas, aunque necesitan planificación y algunas medidas preventivas. Todo ello nos puede evitar sorpresas desagradables al llegar a nuestro destino.

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