La Comisión Europea choca con la división entre los países miembros para bajar el precio de la electricidad

La Comisión Europea no logra encontrar una fórmula de consenso para afrontar la crisis energética que ayude a bajar los precios como le pide el Gobierno español . Fuentes europeas dan por hecho que en la cumbre del próximo jueves no podrá aprobarse una intervención del mercado mayorista, aunque los jefes de Estado o de gobierno sí pueden acordar otras acciones inmediatas para reponer el almacenamiento estratégico de gas natural pensando ya en el próximo invierno, además de recordar algunas medidas –que ya han puesto en práctica varios países- para ayudar a los consumidores y las empresas asfixiados por la subida de los precios.

En efecto, mientras la Comisión Europea trabaja para reducir la dependencia energética de Moscú en casi dos tercios en lo que queda de año, los gobiernos están bajo una presión cada vez mayor de los consumidores y las empresas. Pedro Sánchez está llevando a cabo una gira por varias capitales en busca de ayuda pero que ha confirmado que si bien en los países del sur le apoyan en su reclamación de una acción urgente para desvincular los costos de energía de los precios del gas y los países del norte están instando a la moderación para no distorsionar un mercado interconectado.

Se espera que la Comisión presente antes de la reunión del jueves su segundo conjunto de medidas de emergencia entre las que los estados miembros podrán elegir. Por lo que se abe, se centrarán en el apoyo a los consumidores vulnerables, con vales o pagos parciales de facturas, y la ayuda estatal para las empresas afectadas. Las medidas también podrían incluir un recorte en los impuestos especiales y las tasas del IVA. Los técnicos de la Comisión dudan si incluir también una opción que consiste en crear una entidad que compraría electricidad en el mercado mayorista y luego la vendería a ciertos consumidores por debajo de los precios de mercado, dado que la idea tendría costes muy altos para el erario público.

Otra opciones incluyen establecer un precio de referencia para el mercado mayorista, de modo que las empresas de generación recibirían un subsidio por la diferencia con sus costos reales de gas, o gravar las ganancias excepcionales de que no dependen del gas y, por lo tanto, no enfrentan costos de producción extremadamente altos y usar lo recaudado para bajar la factura de los consumidores.

La Comisión pretende poner al lado de estas propuestas los inconvenientes que ve en cada una de ellas, incluyendo los obstáculos legales, riesgos para la seguridad del suministro y distorsiones en el comercio transfronterizo. Pedro Sánchez se reúne esta tarde con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen .