Citigroup baraja trasladar su centro de operaciones de Londres a otro país europeo

Según publica «The Guardian», la entidad ya se ha puesto en contacto con autoridades de Irlanda, Italia, Francia, España, Alemania y los Países Bajos

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Los rumores sobre un posible éxodo de entidades financieras de Londres a causa del Brexit se multiplican cada día que pasa. Mientras se concretan las condiciones en las que el Reino Unido abandonará la Unión Europea, distintas compañías sopesan qué ventajas e inconvenientes tendría trasladar su sede desde la capital británica a ciudades como París, Fráncfort o Madrid.

Según publica «The Guardian», Citigroup es una de ellas. El banco estadounidense, que cuenta con 9.000 empleados en el Reino Unido, ha establecido conversaciones con las autoridades de Irlanda, Italia, Francia, España, Alemania y los Países Bajos para conocer qué condiciones ofrecerían a su empresa en el caso de un traslado.

El diario británico destaca que James Cowles, director de Citi en Europa, Oriente Medio y África, sostuvo en una conferencia en Dublín que la decisión de cambiar de sede se tomaría en el primer semestre del año.

Cowles, según « The Guardian», añadió que el resto de compañías financieras del sector están trabajando en unos plazos similares.

La carrera por convertirse en la nueva «City» está servida. Entidades como HSBC, UBS o Goldman Sachs ya han anunciado que trasladarán un porcentaje de su plantilla de Londres a otra ciudad europea. Sin embargo, no será hasta que se active el famoso artículo 50 cuando se conozca el efecto real del Brexit en estos negocios.

Factores como el sistema jurídico, las infraestructuras o la calidad de las viviendas y escuelas para empleados y familias que serán reubicadas serán determinantes a la hora de elegir destino. En este sentido, «The Guardian» destaca que Madrid tiene la ventaja de contar con un sistema fiscal que favorece las inversiones extranjeras y sirve de puente con el mercado iberoaméricano. Por contra, el «ruido» de la ciudad, su temperatura en verano y el bajo nivel de inglés respecto a otras urbes europeas aparecen como principales inconvenientes.

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