Daniele Nouy, presidenta de la Junta de Supervisión del BCE
Daniele Nouy, presidenta de la Junta de Supervisión del BCE - EFE

El BCE pide a España que se investigue la huida de depósitos del Popular

Daniéle Nouy cuestiona si hubo tráfico de información en la salida de capital

Bruselas Actualizado: Guardar
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En las reuniones del Eurogrupo todo han sido alabanzas, la Junta Unica de Resolución Bancaria ha sacado pecho para presumir de su actuación en el entierro apresurado de Banco Popular. Todo el mundo miraba al supervisor, al que acusaban de no haber detectado a tiempo las debilidades del banco. Pues bien, la presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, la francesa Daniéle Nouy, ha denunciado este lunes ante el Parlamento Europeo que cree que hay «margen» para que la Justicia española investigue si hubo organismos públicos como comunidades autónomas y ayuntamientos que usaron información privilegiada para retirar sus depósitos del banco antes de la resolución de la entidad y contribuyeron así a su quiebra.

Su testimonio ha sido extremadamente claro.

Ante los diputados ha dicho que aunque «no está en mi poder y no puedo estar involucrada en esto, entiendo que hay margen para que la justicia española investigue esos movimientos para ver si información privilegiada ha ayudado a ciertas personas a intentar protegerse mejor que los pequeños depositantes». El primero en mencionar estas operaciones había sido el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, en su comparecencia parlamentaria en Madrid,

«Es una cuestión para que la Justicia española y quizás las autoridades de mercado investiguen y tomar medidas si fuese necesario tomarlas», ha dicho Nouy que, de todos modos, recordó que el procedimiento seguido ha tenido la virtud de que ningun titular de cuenta corriente ha perdido un céntimo en la resolución y venta del Popular.

Y, además, ha insistido en que la falta de liquidez no fue el principal problema o al menos no fue el único factor que comprometía la supervivencia de la entidad financiera». Si el banco tiene que construir miles de millones en provisiones en los últimos dos o tres años, si tiene que emitir 5.000 millones de capital adicional en el mismo periodo y si el banco ha sido puesto en venta por la junta y el presidente del banco fue por razones estructurales aparte de la liquidez». Lo que más se ha criticado en este proceso han sido los test de estrés, que no señalaron la «enfermedad» del banco. Sin embargo, Nouy ha dicho que el proceso en el que un banco pasa de ser una empresa normal bajo vigilancia a ser declarado como «quebrado o a punto de quebrar» es «cuestión de días».

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