La FP busca su reválida definitiva
Los expertos valoran el plan del Gobierno para impulsar estos estudios, pero echan en falta su desarrollo normativo y una partida presupuestaria
La Formación Profesional se está despojando de los estigmas que la han lastrado durante años. El sector espera que el nuevo I Plan Estratégico de Formación Profesional del Sistema Educativo 2019-2022, aprobado por el Gobierno y pendiente de su desarrollo normativo, termine de dar el impulso definitivo a estos estudios para situar a España a la altura de países como Austria o Suiza, donde esta formación goza de gran prestigio, es muy valorada por las empresas y tiene muchas salidas profesionales. No en vano, en esos países más del 40% de los alumnos de entre 15 y 19 años cursan esa opción. En nuestro país apenas un 12% de los jóvenes en esas edades lo hacen.
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Sin embargo, poco a poco, en la última década, la FP ha comenzado a ser vista de otra manera. «El número de alumnos que estudian FP casi se ha duplicado», afirma Santiago García, secretario general de Cece (Confederación Española de Centros de Enseñanza). Con datos del Ministerio de Educación, en este último curso (2019-2020) las nuevas matriculaciones han aumentado un 21,4% más que hace ocho años.
El 65% de los puestos de trabajo que se generen en 2030 será para profesionales de FP
Varios factores han contribuido a hacer ver la gran utilidad que estos estudios aportan en una sociedad que se enfrenta a un nuevo paradigma tecnológico y digital. « Durante la crisis mucha gente en paro se acercó al sistema educativo a través de la FP, quería una cualificación en un tiempo que no fuera demasiado largo. La revolución tecnológica ha hecho reflexionar a los departamentos de Recursos Humanos de las empresas que buscan perfiles más tecnológicos y con competencias profesionales más definidas. A la vez, tras la crisis, los estudios universitarios se han encarecido. Y por otro lado, por ejemplo en la rama industrial, los alumnos de FP cuentan con salarios más seguros, mejores convenios y menos precariedad», explica Luis García, presidente de FPEmpresa, una asociación de centros de FP.
Por todo eso, los alumnos de FP gozan ahora mismo de mayor empleabilidad que, por ejemplo, los universitarios, como demostró el «XII Informe Infoempleo Adecco: oferta y demanda de empleo en el mercado de trabajo»: el pasado año, y por primera vez desde que se elabora este documento (hace 22 años), eran más las ofertas de trabajo en España que pedían titulados en FP (42,4%) que las que solicitaban estudios universitarios (38,5%). «Aproximadamente, entre un 60 y 70% de los alumnos que están titulando encuentran trabajo en los seis primeros meses. Las titulaciones industriales, mantenimientos de equipo, electrónica, mecánica son los más solicitados», cuenta Luis García. Y esa será la tendencia en el futuro como vaticina la agencia Cedefop, de la UE. Esta institución prevé que, en 2030, el 65% de los nuevos puestos de trabajo que se generarán en España serán para profesionales con cualificaciones medias (FP) y un 35% con altas (FP de Grado Superior y estudios universitarios).
Loas y lagunas
Con esas expectativas y ante un nuevo escenario laboral, el Plan del Gobierno ha sido bienvenido por el sector. No obstante, expresan algunas preocupaciones. «Falta de una dotación económica, ¿de dónde va a salir el dinero? —se plantea Santiago García—. Además, el plan necesita de un gran desarrollo normativo. Y nos preocupa la forma en la que se acometa la colaboración público-privada. Por ejemplo, como objetivo el plan marca crear 200.000 nuevas plazas para la FP. Nos gustaría saber si serán tanto públicas como privadas». «Falta abordar más en profundidad la formación de los profesores. También se echa en falta hablar de una FPpara el empleo y no solo para el sistema educativo. La FP no es solo para capacitar al alumno joven, también es para el trabajador que se queda en paro, para el que quiere reciclarse... Debe ser una FP más integradora.Tampoco se aborda la necesaria autonomía de gestión de los centros de FP», enumera Luis García. Salvo esas preocupaciones, el Plan ha sido bien acogido. «Es una estrategia muy ambiciosa y bien estructurada. Es el primer plan nacional para la FP que se hace desde un ministerio. Hasta ahora solo había acuerdos en Comunidades autónomas», opina Santiago García.
Una de las mayores virtudes que se atribuye a esta nueva estrategia es que va a agilizar los procesos de actualización de titulaciones. «Ya no habrá que esperar cinco o seis años para hacerlo. El Observatorio de las Cualificaciones trabajará con instituciones y empresas para detectar de forma más rápida cuáles son las necesidades del mercado. Necesitamos que los 172 títulos existentes hoy día se adecúen a la digitalización, a la industria 4.0, a la automatización, a la robótica...», destaca Luis García. Era algo más que necesario para afrontar el nuevo paradigma tecnológico, como explica secretario general de Cece: «El 60% de las empresas dice no encontrar los perfiles profesionales que necesita. Por eso, es tan importante cuadrar lo que se oferta en los títulos con las necesidades reales de las compañías».
El plan prevé la aprobación de un real decreto que exponga un marco regulatorio básico sobre la FP Dual (hasta ahora solo algunas Comunidades autónomoas han regulado algunos aspectos de esta modalidad). También pretende crear de 80 nuevos títulos y cursos de especialización, revisar la normativa de acreditación de competencias profesionales adquiridas por la experiencia laboral, avanzar en la internacionalización de la FP y el reconocimiento de títulos y cualificaciones entre nuestro país y la UE. Una de las mayores novedades es la constitución de una FP a la carta a través de la incorporación de un sistema modular. «Está previsto que se oferte no solo los títulos completos de 2.000 horas sino también módulos de 200 o 300 horas que ofrezcan una competencia profesional que mejore la empleabilidad», sostiene Luis García.
