Telefónica decidió vender O2 al grupo asiático Hutchison, que opera en móvil con Three
Telefónica decidió vender O2 al grupo asiático Hutchison, que opera en móvil con Three - REUTERS

British Telecom no tendrá rival si la UE veta la fusión de O2 y Hutchison

Telefónica apunta a que Bruselas podría frenar la venta para no alentar el Brexit

MADRID Actualizado: Guardar
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Las autoridades aprobaron sin ningún tipo de condición la fusión del antiguo monopolio británico de telecomunicaciones, British Telecom (BT), con Everything Everywhere (EE), creando el primer operador convergente de la isla. O lo que es lo mismo, el único del país capaz de ofrecer tarifas conjuntas de telefonía fija, móvil, internet y televisión, lo que comercialmente le da una enorme ventaja competitiva. Por eso se esperaba que el resto de compañías buscarían integrarse para poder plantarle cara. Hutchison Whampoa acordó la compra de Telefónica O2 por 13.000 millones de euros, pero será previsiblemente vetada por la Comisión Europea al entender que restringe la competencia, lo que mantendrá a BT como líder indiscutible y sin rival.

BT, operador fuerte en telefonía fija, ADSL, fibra óptica y televisión, no tenía presencia en el negocio de móvil desde que en 2002 se desprendió de su filial BT Cell –luego O2–, que en 2007 adquirió Telefónica por unos 22.300 millones.

Por su parte, las compañías de móvil del país –EE, Telefónica O2, Vodafone y Three (Hutchison)– apenas cuentan con negocio fijo.

Esa división tan radical del mercado, sin operadores transversales, es lo que explica el nulo desarrollo en Reino Unido de los paquetes de servicios convergentes como los que triunfan en España. Todos los operadores del país son conscientes de que por ahí pasa el futuro, y por eso BT decidió adquirir EE.

La transacción ha reforzado el liderazgo de BT en el negocio fijo, en el que tiene una cuota del 36%, muy por encima del 20% de Virgin; y le convierte también en el primer operador móvil con un 29% del total de accesos, igual que Telefónica O2. Pero sobre todo le permite empezar a comercializar esos paquetes integrales, lo que metió presión al resto de operadores.

Aquellas "telecos" que no tengan la capacidad de comercializar esas tarifas integrales tendrán una evidente limitación estratégica y comercial. Es lo mismo que ha sucedido en España, donde el lanzamiento en 2012 de "Movistar Fusión", de Telefónica, desencadenó la fusión de Vodafone (móvil) y Ono (fijo) y la de Orange (móvil) con Jazztel (fijo).

Ahí se enmarca la decisión de Telefónica de abandonar Reino Unido: sin capacidad de entrar en el negocio fijo, decidió vender O2 al grupo asiático Hutchison, que opera en móvil con Three (cuota del 12%) y cuyos planes pasan efectivamente por seguir consolidando el mercado para convertirse en un operador convergente. El hecho de que el regulador británico no impuso ningún remedio –venta de activos para reducir la cuota de mercado alcanzada– a la fusión de BT y EE, hacía confiar plenamente a los analistas en que Bruselas acabará aprobando la venta de O2 a Hutchison.

Proceso contaminado

Sin argumentos de mercado convincentes, los analistas y la propia Telefónica apuntan ya a motivos políticos. El nuevo presidente del grupo español, José María Álvarez-Pallete, denunció hace dos semanas que el referendo sobre la permanencia de Reino Unido en la UE puede "estar contaminando todo".

Evitando una posición contraria a la de la Ofcom y la entrada de un fuerte competidor chino en la isla, Bruselas trataría de no alentar los ánimos de los euroescépticos antes de la votación sobre el Brexit.

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